¿Qué bebía Tutankamon: Shedeh o vino?
Aspectos vinculados con la vida cotidiana de los antiguos egipcios son también objeto de las actuales investigaciones.
Un estudio químico concluido en el 2004 reveló que Tutankamón consumía vino tinto, al detectar ácido tartárico en ánforas encontradas en su tumba.
Hasta ese momento no se conocía si los vinos consumidos eran tintos o blancos y se afirmaba que el llamado Shedeh, era una bebida elaborada con frutos como la granada (Punica granatum). Las únicas evidencias eran los símbolos de uvas tintas que aparecían en las paredes de las tumbas y la comparación que hacía la mitología entre el vino y la sangre de Osiris.
En el año 2005 un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona, auspiciados por la Fundación para la Cultura del Vino y el grupo Codorníu, analizaron muestras de polvo del fondo de ánforas encontradas en la tumba, siglos después de la evaporación del vino. Para ello se usaron técnicas de cromatografía líquida como método de separación de los diferentes ingredientes presentes en esos residuos sólidos y posteriormente espectrometría de masa, con el objetivo de identificarlos.
Para el estudio se escogieron ocho ánforas de las 26 ubicadas en el mausoleo del joven faraón. Tres ubicadas en su cámara funeraria en las siguientes posiciones: una colocada a los pies del faraón -al este de la tumba-, otra situada al oeste, sobre la cabeza del faraón y la última, dispuesta en el sur junto al cuerpo del joven rey. Las otras cinco estudiadas se encontraban en una cámara anexa.
La novedosa técnica desarrollada por los participantes detectó residuos de malvidina. Esta sustancia marcadora desaparece con el tiempo y se transforma al descomponerse en otras más complejas que liberan ácido siríngico.
Los resultados publicados en el 2006 en la revista Journal Archaeological Science muestran que lastres ánforas colocadasen la cámara funeraria contenían tres tipos diferentes de vino, y que solo en dos de ellas se detectó ácido siríngico -la situada sobre la cabeza del joven faraón, la cual fue identificada como vino tinto y la ubicada junto a su cuerpo que contenía vino tinto pero dulce, al cual identificaron como el Shedeh-. En el ánfora colocada en los pies del faraón no se encontró el compuesto marcador y se asumió que se trataba de vino blanco.
Algo que también se evaluó fue la procedencia del Shedeh, bebida que aparece en diversos documentos del antiguo Egipto, y se confirmó que se trataba de vino de uvas.
El estudio corroboró las habilidades de los egipcios en la fabricación de vinos, incluso con técnicas similares a las actuales, y la novedad consistió en comprobar que también fabricaban vino blanco, 1500 años antes de lo pensado.
La tecnología desarrollada es la primera que ha logrado distinguir entre diferentes tipos de licores de una antigüedad que supera a los 3000 años y abre nuevos caminos a pesquisas arqueológicas futuras basadas en residuos sólidos de líquidos.
Extraordinaria cultura tan alejada en el tiempo…y con adelantos a la altura de la contemporaneidad.