Consideraciones acerca de la evolución iconográfica del dios Bes
Por Francisca Velázquez Brieva  
8 julio, 2005
Modificación: 28 agosto, 2020
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Imperio Antiguo y Primer Período Intermedio. Dinastías III-X (c. 2695-2040 a. C.)

Antes de entrar en el estudio de la iconografía de Bes en el Imperio Antiguo, debemos de hacer constar las representaciones iconográficas anteriores que en opinión de algunos autores podrían ser precedentes del dios.

Las primeras representaciones pertenecerían al sustrato cultural pan-africano y corresponderían a imágenes del arte rupestre sahariano. Se trata de personajes o divinidades denominados por J. Cervelló[20] “itifálicos en postura de Bes”, que de acuerdo a su nombre, presentan una postura similar a la clásica adoptada por el dios a lo largo de todas sus etapas iconográficas: frontal, desnudo, con orejas de animal, piernas curvadas o en cuclillas y los brazos simétricos tocando más o menos el comienzo de los muslos. Consideramos que este precedente “pan-africano” pertenece a una línea de investigación muy interesante, pero incipiente, cuyos resultados deben aún consolidarse.

El segundo precedente tendría lugar en la etapa predinástica; se trata de las imágenes de supuestos enanos que aparecen sobre un vaso de época de Nagada II[21] (Fig. 1), pero cuya actitud no recuerda en nada a Bes. Como quiera que lo único que tendrían en común sería el enanismo, y consideramos que esta característica no es significativa para las primeras representaciones que pueden corresponder al dios, su conexión tiene que ser puesta de momento en duda.

Vaso procedente de Nagada. El Cairo, ME 11557. Hornblower, 1930:14 fig. 1. Predinástico

Fig. 1 – Vaso procedente de Nagada. El Cairo, ME 11557. Hornblower, 1930:14 fig. 1. Predinástico.

Del Imperio Antiguo, según B. Bruyère[22], dataría la primera mención del dios, atestiguada en los Textos de las Pirámides como HAtiw, aparición que, según este autor, indicaría una existencia más antigua, quizás predinástica. Igualmente en el Apartado 1189[23] de estos textos aparece la mención de “el pigmeo de las danzas del Dios” en referencia, según algunos autores a aHA,opinión muy debatible.

Como conclusión las pruebas epigráficas que dan constancia de su existencia en esta época son muy escasas y discutibles.

En cuanto a pruebas iconográficas, según J. Romano[24] sólo tres imágenes de Bes pueden ser asignadas al Imperio Antiguo con seguridad.

Un relieve del templo de Sahura[25] (c. 2458-2446) en Abusir[26].

Una estatuilla del templo de la Pirámide de Neferirkara (c. 2446-2426) en Abusir[27].

Un relieve de una mastaba, de la que sólo se conoce su emplazamiento en la necrópolis de Giza[28] (Fig. 2).

Relieve procedente de la necrópolis de Giza. Londres, BM 994Romano, 1998:95 fig. 2. Imperio Antiguo

Fig. 2 – Relieve procedente de la necrópolis de Giza. Londres, BM 994Romano, 1998:95 fig. 2. Imperio Antiguo.

La identificación de una imagen de Bes[29], o su antecedente aHA , en el personaje de este relieve de Giza que realizan J. Capart, y siguiendo a este autor J. Romano, está actualmente puesta en discusión y estamos de acuerdo con I. Toro[30] en que no hay pruebas concluyentes para esta identificación, pudiendo tratarse de un personaje que cubre su cabeza con una piel de animal.

Aún aceptando que estos tres ejemplares fueran antecedentes del dios, lo cual hay que poner en duda, son tan escasos, que es difícil avanzar un estudio sobre la iconografía de Bes en este período; aunque podrían extraerse algunos datos significativos.

Las características físicas difieren algo en los tres ejemplares, pero todos ellos tienen peluca o melena hasta los hombros, orejas apuntadas y rostro de felino, sobre todo la cara del relieve del templo de la pirámide de Sahura que esta trabajado con líneas que remarcan los pliegues faciales propios de un león en actitud de rugir,pliegues que encontramos en el rostro de algunas figuras de Bes. En cuanto al cuerpo existen diferencias, siendo también la imagen del relieve de Sahura la que más conexión tiene con las posteriores representaciones, a causa de su abdomen distendido y sus pechos flácidos. J. Baines[31] argumenta que estos tres ejemplares no pueden ser dados como seguros antecesores del dios, y en todo caso serían unos antecedentes muy distantes.

Opinión distinta nos merece la pieza asignada por J. Romano[32] al Primer Período Intermedio (c. 2150-2040 a. C.). Se trata de una representación en un amuleto en esteatita procedente de Qau[33] (Fig. 3), de un tipo común en esta etapa[34] y que consideramos puede ser un claro antecedente del dios. Aquí tendríamos la primera aparición de una iconografía de Bes que será la más popular durante los siguientes dos milenios: imagen frontal, de pie, desnudo, con los brazos caídos a lo largo del cuerpo, piernas arqueadas con los pies vueltos hacia afuera, y probablemente sujetando dos serpientes, si aceptamos esa interpretación para las dos líneas que flanquean la cabeza del personaje de esta pieza de Qau.

Amuleto procedente de Qau. Brunton, 1927 lám. XXXII-13 nº 3295. Primer Período Intermedio

Fig. 3 – Amuleto procedente de Qau. Brunton, 1927 lám. XXXII-13 nº 3295. Primer Período Intermedio.

[20] J. Cervelló, 1996: fig. 14 a, autor que defiende en su obra las raíces africanas de la civilización egipcia.
[21] G. D. Hornblower, 1930:14-16. Actualmente la decoración del vaso sobre la que fundamentalmente se asienta esta teoría,parece que es considerada una falsificación.
[22] B. Bruyère, 1939:93.
[23] R. O.Faulkner, 1969:191,517.
[24] J. Romano, 1989:22-23.
[25] La trascripción de los nombres de los faraones egipcios seguirá durante todo el trabajo las normas recomendadas por F. Pérez Vázquez (1996:195-228).
[26] L. Borchardt, 1910:38-39,lám 22. M. Leipzignº Inv. 2095.
[27] L. Borchardt, 1909:70 fig. 78. Berlín, SM nº Inv. 18175.
[28] Londres, BM nº Inv. 994.
[29] J. Capart, 1930-31: 73-75 y J. Romano, 1989:22.
[30] I. Toro, 1998:218, aunque el motivo de la escena, aparentemente una ceremonia de iniciación, se adecuaría a las atribuciones del dios sugeridas por autores como F. Jesi, 1958:171-183.
[31] J. Baines, 1985:130.
[32] J. Romano, 1989:22,26.
[33] G. Brunton, 1927: lám. 32,13nº 3295.
[34] W. A. Ward, 1970:80 remonta el origen de este tipo de amuletos “Button Seals” hasta la VI Dinastía.

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