Consideraciones acerca de la evolución iconográfica del dios Bes
Por Francisca Velázquez Brieva  
8 julio, 2005
Modificación: 28 agosto, 2020
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Tercer Período Intermedio. Dinastías XXI-XXV (c. 1070-664 a. C.)

En el Tercer Período Intermedio (de ahora en adelante TPI), la gran mayoría de los ejemplares de Bes provenientes de excavaciones controladas que se han podido datar[84] son amuletos, hecho que plantea un grave problema, ya que este tipo de soporte generalmente representa una iconografía de Bes muy típica o estándar que muestra al dios frontal, de cuerpo entero, desnudo, llevando la corona de plumas, con las piernas flexionadas y las manos tocando el comienzo de los muslos, y raramente llevando atributos.

Sin embargo hay gran cantidad de otras representaciones sin datar, que por mostrar los cambios que se detectan en esta etapa en el rostro del dios en los ejemplares datados pueden ser incluidas en este período,poniendo de manifiesto otras variedades iconográficas.

Así, el amuleto más antiguo que según J. Romano ha podido ser datado[85] (Fig. 21), muestra que ya en la primera mitad del TPI, entre la Dinastía XXI y XXII, la melena trapezoidal y la gorguera han desaparecido, y los pliegues que desde la nariz alcanzaban los labios han sido sustituidos por un gran bigote representado por dos trazos oblicuos.

Amuleto procedente de Tell Abu Hawan, Jerusalém, RM 34.417. Hamilton, 1935 lám. XXXV nº 143. TPI

Fig. 21 – Amuleto procedente de Tell Abu Hawan, Jerusalém, RM 34.417. Hamilton, 1935 lám. XXXV nº 143. TPI.

Físicamente existen cambios apreciables desde los inicios del período, así la cabeza del dios está representada en gran tamaño y en su rostro abundan las líneas realizadas para representar los rasgos: la frente, las cejas, las cavidades de los ojos, la nariz configurada de forma ancha, chata y a menudo con profundos orificios nasales, la boca pequeña formada por un corte profundo a veces con la introducción de dientes, el bigote y la barba, que más humanizada va cobrando mayor importancia según avanza la cronología (Fig. 22).

Amuleto. Londres, UCL. Petrie, 1972 (reed.) lám. XXXIV, 190 n. TPI

Fig. 22 – Amuleto. Londres, UCL. Petrie, 1972 (reed.) lám. XXXIV, 190 n. TPI.

Las orejas son redondas y siguen siendo de tipo felino como las que el dios había venido mostrando en etapas anteriores.

El pelo es plano, sin decorar, generalmente terminando en punta detrás de la cabeza, aunque ejemplares que pueden ser datados en este período por otras características, muestran el pelo decorado con dibujos incisos romboidales (Fig. 23); también se detecta un incremento de ejemplares que muestran el “pico de viuda” en la frente[86] (Fig. 24).

Terminal” de fayenza. Londres, BM 26267. Dasen, 1993 lám. 7, fig. 3 b. TPI

Fig. 23 – “Terminal” de fayenza. Londres, BM 26267. Dasen, 1993 lám. 7, fig. 3 b. TPI.

 

Figura en fayenza del dios Bes, Londres, BM 20845. Bulté, 1991. doc. 53, lám. 12 b. TPI

Fig. 24 – Figura en fayenza del dios Bes, Londres, BM 20845. Bulté, 1991. doc. 53, lám. 12 b. TPI.

El cuerpo presenta en su mayoría el torso largo con el abdomen distendido y las nalgas hinchadas en la tradición de sus antecesores, sin que por lo general estén muy detallados, así el ombligo, las costillas y los genitales están poco representados. Los brazos pueden ser delgados o gruesos y musculosos, pero tienden en cualquier caso a ser cortos; las piernas son siempre muy fuertes y pesadas. Una característica que perdura durante todo el TPI es la cola.

En el TPI el complemento más frecuentemente encontrado en el dios es la corona de plumas, muchas veces subrayada por el diferente tratamiento del color dado a éstas. Los lados de la corona salen oblicuamente de la base mientras la parte alta termina en una línea recta, que a veces se ondula al seguir la silueta de las plumas (Fig. 25).

Amuleto de Bes. Londres,BM 61.217. Andrews, 1994:40 fig. 37 D. TPI

Fig. 25 – Amuleto de Bes. Londres,BM 61.217. Andrews, 1994:40 fig. 37 D. TPI.

Usualmente el dios está desnudo, sólo en una ocasión aparece vestido con una falda que alcanza sus rodillas, se trata de un relieve en la capilla del rey Osorkon II en Bubastis[87]. Las dudas que nos plantea la identificación de este personaje con Bes, así como el carácter único y arcaizante de esta escena, confieren poco valor a este dato. Tampoco es frecuente que el dios porte joyas, aunque hay algunos ejemplos de pulseras, tobilleras y collares[88].

Sin embargo a medida que avanza el período van apareciendo nuevos rasgos, algunos de los cuales identifican períodos concretos, mientras que otros, sobre todo los acaecidos en la D. XXV, van a comenzar a definir las características que ostentará el dios en la siguiente etapa.

Así durante esta dinastía la barba, aunque en contadas ocasiones, muestra ya cada mechón terminado en un pequeño rizo, peculiaridad que también se encuentra en la punta con la que termina en la espalda la melena del dios.

Igualmente durante la D. XXV se caracterizan los ejemplares de Bes con torsos muy rechonchos y de complexión más robusta que al inicio del período, contando con más detalles que a comienzos del mismo, como ombligos y genitales bien documentados en los ejemplos de esta dinastía.

También se observan cambios en la corona de plumas; a fines del período se encuentran algunos ejemplos datados que muestran las plumas de los extremos curvadas hacia afuera, por lo que la línea superior presenta un pequeño perfil convexo, característica que se acentúa cuando las plumas centrales son más largas que las de los extremos, dando lugar al claro perfil convexo que prefigura la forma estándar que la corona adoptará en la Dinastía Saita y etapas posteriores.

Otra característica iconográfica que comienza en este período, es la aparición del dios portando en la cabeza sólo la base de la corona con ausencia delas plumas, esto dará lugar en la Baja Época a la cornisa cóncava que frecuentemente aparece rematando la cabeza de Bes.

A finales del TPI por primera vez se reconocen figuras del dios portando una piel de animal, sobre cuya identidad con el leopardo parecen haberse puesto de acuerdo los especialistas[89], identificación que vendría demostrada por la aparición de manchas que reproducen la piel de este felino. Aunque no aparecen ejemplares de Bes con esta iconografía datados con seguridad en este período, sí pueden documentarse un buen número de figuras del dios llevando una piel de felino que por otras características iconográficas pueden ser asignadas a la Dinastía XXV[90], aspecto que constituirá ya una importante seña de identidad en la iconografía de Bes en el reinado de Psamético I, primer representante de la Dinastía XXVI, por lo que no es de sorprender la existencia de ejemplos anteriores.

¿Cuál fue la razón de esta aparición? J. Romano[91] opina que los artesanos egipcios no estaban conformes con una criatura híbrida de elementos leoninos y enanoides, por lo que la introducción de la piel de leopardo es la solución ideal para poder interpretar la cola del dios. Esta aparición es según nuestra opinión un paso más hacia su “humanización”; así,la cola que el dios poseía hasta esta etapa, y que podía considerarse propia de su identidad asimilada a un felino, pasa a ser la cola de una piel de animal que cubre su espalda.

Esta piel de leopardo no era nueva en la iconografía religiosa egipcia, ya que es un elemento propio de una clase de sacerdotes denominados sm especializados en la realización de las ceremonias funerarias, pero sí es nueva la manera característica de llevarla, sustancialmente diferente a la de estos sacerdotes.

En cuanto a los tipos y actitudes del dios en este TPI, si nos ceñimos a las representaciones datadas,la sensación es de pobreza y poca variación,sin embargo ejemplares que por sus características se pueden incluir en esta etapa, nos muestran que esta visión no es la verdadera.

Ya a comienzos del período aparecen algunos tipos iconográficos nuevos como las placas[92] que presentan la cabeza de Bes en una de sus caras y diferentes representaciones en la contraria: ojo wḏȝt [93], monos, cocodrilos etc., así como amuletos bifrontes o tetrafrontes.

Características de esta etapa son las diferentes iconografías de Bes representadas sobre una serie de plaquetas que emergen de una especie de cetro o columnita papiriforme, en cuya base está perforado un orificio que permitiría fijarlas sobre un soporte; están realizadas en fayenza azul verdosa pálida con los detalles realistas pintados en marrón-negruzco al igual que unos puntos o manchas efectuadas sobre las figuras. Una recopilación de este material ha sido estudiado por J. Bulté[94] quien las data basándose en las características de la fayenza en época libia (D. XXII, S. X-VIII a. C.). La imagen más típica en estas plaquetas es la de Bes con un niño pequeño en los brazos rodeado de diversos animales (Fig. 26), y en menor número la que representa a este dios sentado sobre los hombros de un personaje (Fig. 27). La mayoría del material de procedencia conocida ha sido exhumado en sitios del Delta oriental donde Bubastis y Tanis prosperaron durante este período, así como en ciudades conectadas con esta dinastía como Heracleópolis Magna. También han sido encontradas plaquetas fuera de Egipto en sitios de Chipre[95], Israel[96] y tal vez Siria[97].

“Terminal” de Fayenza. París, M. Louvre E. 3090. Bulté, 1991 lám. 7 c-d. TPI

Fig. 26 – “Terminal” de Fayenza. París, M. Louvre E. 3090. Bulté, 1991 lám. 7 c-d. TPI.

 

“Terminal” de Fayenza. Paris, M. Louvre MNB 98, Hermary 1986: 86,3. TPI

Fig. 27 – “Terminal” de Fayenza. Paris, M. Louvre MNB 98, Hermary 1986: 86,3. TPI.

A finales del TPI es probable que puedan remontarse las primeras iconografías del dios como“Bes pantheos”[98]. Así mismo, puede datar de esta época la presencia de Bes en las estelas de “Horus sobre los cocodrilos”.

También las vasijas con representaciones de Bes que vimos comenzar en el Imperio Nuevo continúan su existencia, aunque empiezan a detectarse algunos cambios, como la desaparición de la pintura en la decoración de la figura y la reducción del tamaño de los vasos, igualmente los rasgos del rostro del dios realizados con la aplicación de arcilla tienden a esquematizarse[99]. Según los hallazgos realizados en Ehnasya el-Medina[100], estos vasos con representaciones de Bes se documentan sobre todo en contextos funerarios, situándose a menudo cerca del difunto.

Como resumen podemos decir que hay dos tendencias en la representación del dios en el TPI, una que continúa los cánones clásicos de fines de la Dinastía XVIII y XIX, presente fundamentalmente en amuletos e imágenes que tratan de emular el clasicismo de la etapa anterior, y otra más libre en la interpretación iconográfica del dios, que por un lado tiende a contrarrestar sus últimos aspectos leoninos, y que por otro va a comenzar a convertirle en una divinidad más compleja, asociándole a otros dioses (“Bes pantheos”, “Horus sobre los cocodrilos”) y a otros seres u animales (Bes con niños en los brazos o rodeado de distintas composiciones de fauna), preludiando con estas facetas iconográficas el carácter complejo que el dios va a poseer en los períodos siguientes.Como consecuencia al final de este TPI las representaciones del dios contarán con muchos de los aspectos que van a caracterizar su iconografía en las etapas posteriores.


[84] J. Romano da un total de sesenta ejemplares datados de los cuales 53 son amuletos. La localización y número de inventario pueden consultarse en J. Romano, 1989:123-124.
[85] J. Romano, 1989:128. Jerusalem, Rockefeller M. 34.417. Amuleto procedente de Tell Abu Hawan (Palestina) Estrato III, datado por R. W.Hamilton (1935:18) entre 1100-925 a. C.
[86] El pico de viuda caracteriza la iconografía del dios en las columnas del templo de Gebel Barkal.
[87] E. Naville, 1892:lám. XV, 5.
[88] Boston,MFA 23.759 y 23.773.
[89] Antiguamente se pensaba podría tratarse de la piel de un lince o gato (Lanzone, 1974 reed,:204).
[90] Cairo, MECG 38718; Chicago, OIM 11179; París, M. Louvre E5085.
[91] J. Romano, 1989:113.
[92] Madrid, MAN 16.192; Nueva York,MMA 10.130.2061 y 26.7.521.
[93] El wḏȝt u ojo de Horus constituye el amuleto protector por excelencia, tanto en el ámbito egipcio como en el exterior.
[94] J. Bulté, 1991.
[95] París, M. Louvre AOMNB 98 (Bes portado a hombros de un personaje femenino).
[96] Israel (dos ejemplares bien datados procedentes de Tel Dan, uno en el siglo IX y otro en el IX-VIII).
[97] París, M. Louvre AO 11069 (Bes está sobre un personaje femenino que recuerda tipos sirios).
[98] El ejemplar datado más temprano es el “Bes pantheos” que aparece en la capilla del rey Najtnebef I (380-362 a. C.) de la Dinastía XXX, pero J. Romano (1989:150) opina que dadas las características de algunas de estas imágenes como por ejemplo la de Munich puede decirse que ya comienzan a finales del TPI.
[99] Mª C. Guidotti 1983, tipo A nº 2-6 cuya cronología D. XXII-XXIII según Mª J. López Grande et alii (1995:105) debe ser rebajada a la D. XXV-XXVI.
[100] Mª J. López Grande et alii, 1995:103-105, Tipo XXX, lám. LX.

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