Las Naos Tebanas de Khasekhenre´ Neferhotep I
Por Juan Rodríguez Lázaro
20 julio, 2005
Modificación: 26 abril, 2020
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Las Naos de Neferhotep I como objetos de culto

En el actual estado de nuestros conocimientos, es totalmente imposible saber el lugar exacto que, las naos de este rey, ocuparon dentro del templo. Tomando como referencia el hecho de que los muebles, que llevaban en su interior las imágenes sagradas del dios, se encontraban siempre dentro de la oscura habitación que componía el santuario mismo del templo, no podemos por menos que deducir, que igualmente estas naos, destinadas al culto de Neferhotep I, debieron estar colocadas, en el interior del santuario, o tal vez en uno de los lugares destacados del templo en donde se rendía culto a los reyes[13].

Por el descubrimiento de distintos elementos arquitectónicos de la XII-XVII dinastía, hallados en el área primitiva del templo de Amón, sabemos que, después de la magnifica construcción de Senusert I, los soberanos de la XII y de XIII dinastía continuaron ampliando el edificio por su parte delantera. Esto, lógicamente, nos hace pensar que tal vez las naos de Neferhotep I estuviesen colocadas dentro de una de las habitaciones de aquellas últimas ampliaciones. La segunda naos, descubierta recientemente en la“Galería Wadjyt”, es por tanto posible, que se encuentre tumbada sobre su emplazamiento original, o al menos muy cerca del mismo.

Estos curiosos monumentos de Neferhotep I, tallados en el compacto de su interior con las imágenes de dos soberanos, evolucionaron, sin lugar a dudas, de otras dos naos que varios años antes se habían realizado para Amenemhat III.

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Fig. 11 y 12. Piezas de Amenemhat III procedentes del Laberinto de Hawara. Derecha: Naos expuesta en el jardín del Museo de El Cairo (Foto J. R. Lázaro. Septiembre de 1983). Izquierda: Naos de la Ny Carlsberg Glyptotek AEIN 1482 (M. Jorgensen, 1996 nº 69)

Estas últimas, concebidas claramente como objetos de culto, se encontraron en su día, en el fondo del templo funerario que aquel gran rey de la XII dinastía había erigido en Hawara, (el famoso “Laberinto” de los griegos). Las dos naos de Amenemhat III, afortunadamente encontradas en su emplazamiento original, se hallaban ubicadas en el extremo mas septentrional del templo. Concretamente en la zona mas profunda y oscura del edificio; un área exclusivamente reservada al culto del rey. Ambos monumentos, colocados uno cerca del otro, estaban dispuestos en paralelo y orientados hacia la entrada del templo, la vía por la que accedían las ofrendas.

Las naos de Amenemhat III, descubiertas por W. F. Petrie[14], muestran en su interior las figuras de dos soberanos en pie, situados uno junto al otro, y con las piernas juntas. El rey de la izquierda, que empuña en sus manos dos ankh, sostiene uno de ellos, con la mano que extiende a lo largo del costado, mientras que el otro, lo orienta deliberadamente hacia el rostro de su compañero, tal como lo sugiere el gesto de su brazo doblado bajo el pecho. Curiosamente esta última acción, está exclusivamente reservada a los dioses del panteón egipcio, puesto que ellos son realmente los únicos que podían dar la vida. Así pues, hemos de deducir que el rey representado a la izquierda, no es otro mas que el propio Amenemhat III ya divinizado[15]. Ese gran soberano, desarrolla aquí exactamente, la misma función que el propio Amón de Tebas realiza en los relieves grabados de una naos de Senusert I, construida por aquel rey para el santuario de su templo en Karnak[16].

Es muy probable que estos monumentos de Amenemhat III, que carecen de todo tipo de texto explicativo, fuesen realizaron durante los últimos años de su reinado, cuando aquel soberano había asociado ya al trono al primero de sus sucesores. Se hace incluso posible, que la construcción de estas naos sea una obra del propio Amenemhat IV, el cual quería con ello rendir un homenaje al viejo soberano ya divinizado, y al mismo tiempo, presentarse él mismo como su sucesor legítimo en el trono; el elegido de aquel prestigioso rey egipcio.

En cualquier caso, esta claro que, al menos en estos monumentos del Laberinto, nos encontramos en presencia de dos soberanos distintos. Uno de los cuales, el que se encuentra sobre ellado derecho, esta recibiendo la aprobación y bendición del otro.

Los corregentes de Neferhotep I

El estudio de estas piezas del reinado de Amenemhat III, vuelve de nuevo a reavivar la antigua hipótesis de Legrain, basada en el concepto de que, dentro de la primera naos de Neferhotep I, se encontraban representados dos soberanos distintos. A pesar de que los textos grabados en estas, sugieren en principio lo contrario, es muy probable que nos encontremos en presencia de dos nuevos soberanos asociados. Así parece indicarlo también el hecho, de que ambos reyes aparezcan cogidos de la mano. Un detalle que difícilmente podría comprenderse, de tratarse de una doble representación del mismo Neferhotep I. Así pues, y al menos de momento, no se puede descartar la posibilidad de que allí se encuentre representado este rey junto con su hermano Sebekhotep (IV).

Ryholt[17] expone que Neferhotep I era aún muy joven cuando alcanzó el trono, y que por ese motivo, entre sus años 10º y 11º de su gobierno, tomó la iniciativa de asociar sucesivamente al trono a sus hermanos menores Sihathor y Sebekhotep (IV). Con ello, excluía la figura de su propio hijo Haankhef (B) que, por aquel entonces, apenas debía alcanzar los 9 o 10 años de edad.

Sihathor, que está mencionado en la lista real del Papiro de Turín como el sucesor directo de Neferhotep I, debió ser el primero de los soberanos asociado al trono por su hermano. No obstante su muerte prematura (el Papiro de Turín le da un efímero gobierno menos de un año: “0 años, […] (meses), 3 (días)”), forzó al rey a nombrar a su hermano menor Sebekhotep (IV) como segundo corregente.

El principal fundamento de la corregencia entre Neferhotep I y Sebekhotep (IV), lo aportó una inscripción, grabada sobre un pedestal de arenisca, que apareció en el Patio Central del templo del dios Amón en Karnak, dentro del primitivo área en el que Senusert I había construido su templo a la divinidad tebana. Esta basa, encontrada y publicada en 1875 por Mariette[18], se encuentra actualmente en paradero desconocido.

La extraordinaria importancia de este monumento, radica en el hecho de que en uno de sus laterales, se encuentra escrito el nomen y el praenomen del rey Khasekhemre´ Neferhotep, mientras que por el otro, se ha escrito el nomen y el praenomen de su hermano Khaneferre´ Sebekhotep (IV). Ambos soberanos llevan aquí el epíteto “dt ´nh mi r´ “, que se aplicaba exclusivamente a los reyes que en esos momentos estaban gobernando en el país. Las cuatro caras del bloque, estaban simétricamente cortadas y, la forma en la que se tallaron sus inscripciones, descartaba la posibilidad de que se hubieran realizado en dos momentos diferentes.

Así pues, habría que aceptar la corregencia entre aquellos dos hermanos, al menos durante el último año de gobierno de Neferhotep I. La posición aislada que mantuvo este bloque, sugiere que muy bien pudo haber sido el apoyo de una barca sagrada, o de otro objeto de culto de gran tamaño[19].

También, como prueba de la corregencia entre aquellos dos reyes, se ha querido tomar una estela de Sebekhotep (IV), grabada en el Wadi Hammamat durante el año 9º de su reinado[20]. Sin embargo, queda claro que lo que en ese monumento hace el rey Sebekhotep (IV) no es compartir el trono con Neferrhotep I, si no simplemente honrar la memoria y el prestigio de su hermano ya difunto.

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Fig. 13. Estela del año 9º de Khaneferre´ Sebekhotep (IV), con la mención de su hermano mayor Neferhotep I, y a los padres de estos Aankhef y Kemi. (Simpson, MIDAIK 25 (1969), pl. 7).

En el registro principal de esa estela se encuentran escritos algunos nombres de la titulatura de Sebekhotep (IV), que es mencionado como un rey vivo “´nh-dt”. Por el contrario, su hermano Neferhotep I, que aparece mencionado sobre el lado izquierdo del mismo registro, esta citado como un soberano ya difunto “m3´-hrw”.

En la mitad inferior de la estela, se mencionan igualmente como difuntos, los tres primeros personajes que encabezan el registro vertical. Estos son, de izquierda a derecha: Haankh y su esposaKemi, padres del rey; y Sihathor; el hijo de aquellos y su propio hermano. Finalmente, en los tres últimos registros, son mencionan los propios hijos de Sebekhotep (IV); los príncipes: Sebekhotep Miw, Sebekhotep Djadja, y Haankhef/Iykhernofret.

Si bien queda claro, que Sebekhotep (IV) rinde aquí homenaje a su difunto hermano Neferhotep I, eso no excluye la posibilidad de que al comienzo de su reinado hubiese estado en corregencia con aquel. Es mas el hecho de que este soberano, aún en el año 9º de su gobierno, continuase citando el nombre de su difunto hermano tras su propia titulatura oficial, expresa el deseo, por parte de Sebekhotep (IV), de seguir reinando con la memoria de su hermano mayor.

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