Ya a comienzos del Imperio Medio y hacia el 1991 a.C. el Horus Sehetepibre (Amenemhet I), instauró la XII dinastía y en ella sobrevino la sumisión Nubia a Egipto[25]. Como consecuencia de este evento se fortificó, entre la Ia y la 2a catarata, Buhen (hoy cubierta por la presa Nasser), ya en época de Kheperkare*, 1970/1936 a.C. (Sesostris I), en la frontera con los nómadas beduinos medjai, y ahí se dio origen a una ciudad amurallada que se caracterizó por una arquitectura sobria y poco lujosa, a modo de defensa con el «misero país de Kush». Tanto Buhen (fig.15), como Semna y Aniba, como avanzadillas de Elefantina (fig. 16), y ésta misma, además de ciudades-fortaleza se caracterizaron por ser hitos en las rutas caravaneras y comerciales, con mercaderías centroafricanas que nos hace imaginar un bullicioso trajinar entre las guarniciones egipcias y los comerciantes nubios, y de otras procedencias, celebrando negocios y agasajándose con tortas cocidas y cerveza.
La ciudadela defensiva de Buhen media 150 x 138 mts, rodeada de una murralla de adobe de 5 mts de espesor y con torreones, encerrando ese perímetro todo un conglomerado de casas, callejuelas empedradas y surcadas de recovecos a veces difíciles de interpretar urbanísticamente.
Elefantina, con una superficie de cerca 80 hectáreas en el Imperio Medio, ha sido suficientemente investigada y excavada exhaustivamente por el instituto Alemán de Arqueología desde 1974, y se sabe que estuvo protegida por una muralla oval, con puerta de entrada junto al puerto, comercial y expedicionario. Como el resto de las ciudades descritas en cuanto a su estructura urbanística no cabe mencionar especiales características, y sirve, en términos generales, cuanto hemos dicho para el resto de ciudades fortaleza. Lo más llamativo era el exiguo número de villas de recreo o casas suntuosas, si excepcionamos las correspondientes al nomarca, superintendente y algún funcionario de gran categoría, y el templo dedicado al dios local y las viviendas sacerdotales, fundamentalmente la referida al rango de Primer sacerdote. Pero sí podemos decir, de modo general que, excepto los templos, siempre de piedra, tanto la arquitectura, como los materiales de construcción de aquellas épocas, poco se diferencian en las viviendas humildes de las actuales, a pesar del tiempo transcurrido: La piedra de cantera, el adobe, la madera y los troncos de palmera y esteras de junco, junto a mobiliarios elementales, conforman una casa provincial egipcia.
[25] Más tarde Khakaure (Sesostris 111) 1887/1850, hará grabar en una estela fronteriza en Semna: «Yo establecí mi frontera remontando el río más arriba que mi padre. Soy un rey que no solo habla, sino que actúa; Me llevé como botín de guerra a las mujeres nubias. Bebí sus aguas. Maté sus toros. Arranqué y quemé sus cereales…»