El lado oscuro de Amarna
Por María Teresa Vázquez Garcés
17 diciembre, 2017
Detalle de coloso de Ajenatón. Foto: Archivo documental AE.
Modificación: 17 diciembre, 2017
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No todo era luz bajo Atón

Amarna ha inspirado ensueños entre quienes quisieron ver en ese período de la historia del antiguo Egipto una especie de sociedad feliz, bañada igualitariamente por los rayos del sol y bajo el gobierno de un faraón pacífico y amable, amante de la naturaleza y de la vida familiar. Los retratos de Nefertiti con su belleza atemporal y de la familia real jugando con sus hijas, con el amable Ajenatón besando a las pequeñas en un acogedor ambiente palaciego, hicieron las delicias de aquellos que vieron en Amarna una especie de paraíso terrenal. Pero el escenario que la arqueología desvela es una realidad muy alejada de ese paraíso, mostrando un lado muy oscuro en la sociedad de Amarna.

Sucesor de Amenofis III, el rey Ajenatón iba a convertirse en sus pocos años de reinado en el máximo protagonista de una época que milenios después sería causa de las tendencias más irreconciliables en historiografía. Basta ver que en el ensalzamiento de Atón hay quien infiere un tiempo de misticismo y pacifismo, mientras que otros no ven más que puro fanatismo e insensatez. En las comparaciones a Ajenatón se le equipara con polos tan extremos como Gandhi o Hitler.

Mal que pese a quienes idealizaron a Amarna, la realidad se impone. Hoy la investigación ha erradicado ya el supuesto pacifismo amarniano que llegó a animar a quienes enarbolaban aquel slogan de “haz el amor y no la guerra”. Ajenatón no fue un pacifista por mucho que besara a Nefertiti subido en un carro de guerra. Tampoco Ajenatón fue un místico que se dejara seducir por lo divino y abandonara el mundanal imperio de Egipto. Eso no fue así. Ajenatón fue duro con sus enemigos y no desatendió el dominio sobre territorios conquistados. Tampoco se entrevé pacifismo en las muchas representaciones amarnianas de tema militar; o entre las escenas que muestran a la guardia real, profusamente armada, corriendo tras el faraón y la reina Nefertiti exhibiéndose en sus carros de guerra. Igualmente sería insensato imaginar que los actos de Ajenatón se pudieran haber realizado sin el apoyo de un ejército devoto ejerciendo una fuerte represión.

meryra-amarna-tributoEscena de los Tributos de las Naciones en la tumba de Meryre. Los pueblos conquistados traen sus tributos al rey mientras expresan alabanza, sumisión, realizan adoraciones con rodilla en tierra o curvan espalda en reverencia. 

Las pruebas de un militarismo exacerbado son constantes en el arte de Amarna. El mismo Atón ofrecía armamento a Ajenatón con sus manos en el extremos de sus rayos. También Nefertiti se plasmó masacrando a los enemigos con la misma violencia que siempre define a estas escenas. Aquellos que se dirigen hacia el rey y la reina, ya sean egipcios o extranjeros, encorvan las espaldas y se postran en un grado de servilismo nunca antes visto.

ajenaton-aton-armamento-amarna

Ajenatón masacrando enemigos, armado con espada curva. Atón extiende al faraón armamento: espada curva y maza. De un talatat de Karnak. 

nefertiti.masacreNefertiti masacrando enemigos. En un talatat en el  Museum of Fine Arts de Boston. 

También el igualitarismo de la sociedad amarniana es un mito que la arqueología está desmantelando. La excavaciones hablan de la extrema desigualdad de la vida en Amarna, con grandes palacios para la familia real y extraordinarias villas para los altos dignatarios, pero a la vez, las más paupérrimas construcciones para la vida de los más pobres de Amarna, que acababan sus días en los más humildes enterramientos imaginables y cuyos huesos reflejan terribles carencias alimenticias y la realización de durísimos trabajos. Nada tienen que ver los agujeros en la tierra donde estas personas fueron enterradas, con las grandes tumbas de los dirigentes de Amarna. Un burdo sarcófago modelado en fango, a lo sumo, fue el máximo lujo que algunos se pudieron permitir. El descubrimiento de bastantes enterramientos de estas clases humildes donde no ha aparecido la cabeza de los fallecidos, levanta inevitables inquietudes que aún no tienen respuesta pero que vuelven a sembrar nubarrones en ese supuestamente radiante cielo de Amarna.

Pero la realidad más despiadada de Amarna se conocía en el verano de 2017, cuando un estudio de la universidad de Illinois determinaba que la mayor parte de los individuos enterrados en estos cementerios de la gente humilde de la ciudad, no eran más que adolescentes y niños cuyos huesos aún siguen hablando de las duras condiciones de vida que padecieron, de lesiones severas y de trastornos degenerativos asociados al duro trabajo que se vieron obligados a realizar y en condiciones completamente insalubres. Niños obligados a trabajar hasta la extenuación y la muerte… Amarna, con este descubrimiento, se cubría definitivamente con las nubes más negras.

ajenaton.sacrificio.pato.jpgTalatat en el Metropolitan de Nueva York.

Esta brutal explotación infantil, con la crueldad que esto manifiesta, ha venido a decepcionar y a tornar aún más tenebroso ese mundo que algunos imaginaron, sin ninguna base sólida, como pacifista, feliz, igualitario, amable y radiante bajo el sol. Ni tan solo se sostiene el amor a la naturaleza y los animales cuando vemos a Ajenaton retorciendo el cuello de ánade con una crueldad que sorprende en el arte egipcio. Para muchos esa realidad sigue relegada en un cajón que no quieren mirar y que no quieren abrir. Pero por mucho que se intente esconder, el lado más oscuro de Amarna está siendo cada vez más desvelado.

 

Algunas referencias complementarias:

Ajenatón sacrificando a un ánade:
https://www.metmuseum.org/toah/works-of-art/1985.328.2/

Tumba de Meryre:
https://archive.org/details/rocktombsofelama14davi 

Nefertiti masacrando enemigos:
http://www.mfa.org/collections/object/talatat-river-scene-with-royal-barges-and-tow-boats-45954

Descubrimiento de tumbas de niños y adolescentes en necrópolis de Amarna:
https://www.theguardian.com/science/2017/jun/06/did-children-build-the-ancient-egyptian-city-of-armana-

http://www.abc.es/cultura/abci-amarna-capital-egipcia-akenaton-pudo-haber-sido-construida-mano-obra-infantil-201706071433_noticia.html

 

 

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8 respuestas a “El lado oscuro de Amarna”

  1. Gracias por sacar a la luz este desconocido lado tan oscuro. Cada vez hay menos duda de que Akhenatón fue un tirano y que el supuesto monoteismo de Atón fue un dogmatismo impuesto por un soberano absolutista y cruel. Eso no quita para reconocer la singularidad del arte amárnico. A la espera de más evidencias que clarifiquen este extraño e inusual periodo.

  2. Cierto que fue un tiempo oscuro. De haber sido fea Nefertiti en el busto en Berlín sería fácil imaginarla despiadada. Tendemos a creer que en la belleza hay bondad y en la fealdad maldad, aunque la realidad está lejos de esto.
    Gracias por el punto de vista realista del texto.

  3. Amarna es la reacción del rey al poder de los sacerdones de Amon. Fue una epoca cruel? Ni más ni menos que otras épocas del Egipto faraónico. Hablamos de un Estado donde el rey era un dios y donde la vida de los campesinos no valía nada. Tutmosis o Ramset fueron tan crueles y oscuros como Akenaton.

  4. Tienes razón Juanjo. Todos estos fueron autoritarios pero la época de Amarna la evidencia de arqueólogos la muestra mucho peor.
    Siento pero no opino igual sobre la valoración de las personas en otras épocas egipcias. Egipto para ser civilización antigua fue muy protector de derechos de personas y tenían procedimientos legales sólidos. Sin ser comparables a actuales los campesinos sí tenían derechos y obreros que llegan hasta a la huelga defendiendo sus derechos y contratos.
    https://egiptologia.com/primera-huelga-historia/

  5. De Akhenaton se ha dicho de todo : desde que era un pacifista a ultranza hasta que era un dictador tipo Hitler. Pero no se han hallado datos históricos que confirmen ninguno de estos extremos. La evidencia arqueológica apunta a que Akhenaton fue un gobernante parecido a su padre, no mucho más pacífico ni belicoso que la mayoría de los faraones. No se le conocen grandes campañas de conquista, pero sí luchas constantes por defender la frontera oriental, y un caso de extrema represión de una rebelión en Nubia, si bien se desconoce hasta qué grado estuvo implicado el propio rey en dar ciertas órdenes, ya que es probable que, para acometer su reforma religiosa, delegara en gran medida sus funciones de gobierno, sobre todo las militares.

  6. En la sociedad egipcia el varón era considerado adulto al llegar a la pubertad, 12 o 13 años así que no es raro que desde temprano se dedicaran a la diversidad de trabajos, algunos más riesgosos que otros. No es justo mirar esa época con los ojos de hoy en la que la niñez está mejor cuidada y protegida que en el Egipto faraónico. Desde temprano había que buscar trabajo y ciertamente las condiciones eran rudas. Esos enterramientos de “niños” en Amarna eran tumbas de adultos para la sociedad de la época

  7. La verdad es muy difícil asegurar lo que fue personaje que vivió hace miles de años, sin tener la capacidad de saber lo que se le pasaba por la cabeza.

    Sin embargo, lo que sí es cierto es que Akenatón fue un faraón diferente, ya fuera benevolente o malvado. Él trató de dar una imagen diferente, mostrándose más afable y cercano, al menos en el arte, lo que fue realmente es difícil de afirmar sin pruebas que lo confirmen.

    En cuanto a las representaciones típicas del faraón masacrando a los enemigos,en la época de Amarna se siguieron utilizando pero fuera de Amarna, es decir, los ejemplos que se han encontrado están en karnak,las representaciones artísticas de los ciudad de Amarna no tenían carácter militar, a excepción del séquito que escoltaba a la familia real, pero al fin y al cabo son escoltas, todo gobernante los tiene.

    Fuera o no pacifista, la verdad es que trató de dar esa impresión.

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