Summary: We intend to show in this article the similarities that may be remarked concerning the respective processes culminating in the decipherment of both the Egyptian and Maya hieroglyphic writings. Despite the lack of inner linguistic analogies between Egyptian and Maya languages, there is a clear likeness in their deciphering, especially on the controversies among those who supported a rather idealistic approach to the subject, and the defenders of a phonetic interpretation of the signs.
Si bien las semejanzas lingüísticas entre la lengua egipcia y las lenguas habladas en la Península del Yucatán (aún en la actualidad) son prácticamente inexistentes; los procesos que culminaron en el desciframiento de los sistemas de escritura empleados para representar gráficamente los elementos fonéticos de esos idiomas guardan entre sí grandes similitudes. Así pues, la analogía a la que nos referimos se basa principalmente en las controversias relativas a la naturaleza de los signos que mantuvieron a eruditos y estudiosos de ambas ramas inmersos en infructuosas polémicas. En el caso de la escritura egipcia, éstas se vieron estimuladas por el conocimiento de obras tales como Hyerogliphica de Horaplo (segunda mitad del siglo V d.C.), que proponían un valor meramente simbólico o alegórico a la mayoría de los caracteres. Por el contrario, los estudios sobre la civilización maya no aparecieron hasta el siglo XIX (con notables excepciones que mencionaremos a continuación), y la controversia sobre la naturaleza de los signos no concluiría hasta la segunda mitad del siglo XX, tras el fallecimiento del insigne (pero firmemente opuesto a la interpretación fonética) arqueólogo británico sir J.E.S. Thompson (1898-1975) Si para el desciframiento de la escritura egipcia antigua las herramientas básicas fueron la lengua copta y la célebre Piedra de Rosetta; en el caso de la escritura maya se poseía un profundo conocimiento de las lenguas locales, la Relación de las cosas del Yucatán, del Obispo Diego de Landa; y los códices de Dresde y Madrid.