Algunas cuestiones amarnianas
Por Jorge Roberto Ogdon
3 noviembre, 2007
Coloso de Ajenatón. Museo de El Cairo. Archivo documenal AE.
Modificación: 21 abril, 2020
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La última escena claramente documentada antes de la efectiva asunción del rey Tutânjamón al trono, luego del fallecimiento de Ajenatón y sus inciertos sucesores, es la que se ha denominado “el durbar” o “escena de recepción de los tributos extranjeros”, que está registrada en el sepulcro de Meryrê II, en Ajetatón (El Amarna)[1]. Allí aparecen Ajenatón, Nefertiti y seis de sus hijas, en un episodio de recibimiento del tributo debido por parte de los vasallos extranjeros, que está fechado en el segundo mes del Año XII[2].

Coloso de Ajenatón. Museo Egipcio de El Cairo

Coloso de Ajenatón. Museo Egipcio de El Cairo

 

Las hijas son: Meritatón, Maketatón, Ânjsenpaatón, Neferneferuatón, Neferneferuatón jr., y Sotepenrê. La escena es la última aparición datable de las siete mujeres, así como la última mención a la forma tardía del nombre didáctico del Atón[3] De aquí en más, hasta el ascenso deTutânjamón al trono, la historia amarniana se diluye en la niebla de los tiempos, las contradicciones y las más variadas hipótesis, algunas plausibles, otras completamente fantásticas.

Ajenatón, Nefertiti y sus hijas. Estela hallada en Amarna

Ajenatón, Nefertiti y sus hijas. Estela hallada en Amarna

Muchas de las preguntas sobre ese período en sombras, giran alrededor de dos juegos de cartelas faraónicas, que se caracterizan por el elemento anx-xprw-ra en su prenomen: una, perteneciente a Smenjkarê, siempre cobra la forma (anx-xprw-ra) (smnx-kA-ra Dsr xprw); la otra, atribuída a un rey llamado Neferneferuatón, aparece, con regularidad pero no siempre, como (anx-xprw-ra + epíteto) (nfr-nfrw-itn + epíteto)[4]. Es más, a veces, en el segundo juego de nombres, algunas partes están indicadas en el género femenino: el pronombre como anxt-xprw-ra o la forma relativa “amado de” como mr(y)t; Ocasionalmente, este último, en el nomen, es sustituído por Axt h(y).s, “efectiva para su marido”, y ambos nombres pueden ser continuados por los atributivos femeninos amx.ti Dt y mAat xrw[5].

Nefertiti y dos de sus hijas. Estela limítrofe S. Museum of Fine Arts, Boston 1992.1992.18

Nefertiti y dos de sus hijas. Estela limítrofe S. Museum of Fine Arts, Boston 1992.1992.18

Las dos cartelas están en conexión con el nombre de Ajenatón. Con Smejkarê, Ajenatón sólo aparece asociado en un documento: una jarra de cuarcita procedente de la tumba de Tutânjamón[6]. En cuanto a Neferneferuatón, hay, por lo menos, dos evidencias concretas de su asociación con Ajenatón: además de sus relaciones por las cartelas citadas, se encuentra una caja procedente de la tumba de Tutânjamón, así como una estela fragmentada hallada en Ajetatón[7].

Princesa amarniana desconocida. Procedente del Palacio Norte en Ajetatón. Museo Egipcio de El Cairo

Princesa amarniana desconocida. Procedente del Palacio Norte en Ajetatón. Museo Egipcio de El Cairo

Por su parte, como para hacer más confusa la situación, Smenjkarê y Neferneferuatón están en una situación de relación rey-reina con Merytatón como reina principal, el primero en el sepulcro de Meryrê II, y, el segundo, en la caja mencionada[8].

Se piensa que alguno de estos dos reyes ha sido corregente de Ajenatón. Primero, se creyó que lo era Smenjkarê, debido a que sus nombres aparecían juntos, pero el mismo caso ocurre con Neferneferuatón, así que aquella creencia ha sido rebatida, y, además, debe tenerse en cuenta que el hecho de que dos nombres aparezcan yuxtapuestos no es, necesariamente, la evidencia de una corregencia, sino sólo de que el documento en cuestión fue dedicado a un rey por el otro. Así, varias estelas de fines del período amarniano, enseñan a un hombre y una mujer, de naturaleza áulica, que podrían ser Ajenatón y Nefernefruatón, aunque nada lo confirma fehacientemente[9]. Algunos piensan que se trata de monumentos elaborados recién luego de la muerte de Ajenatón, deduciéndose que Neferneferuatón fue su corregente, al menos por algún tiempo[10].

Tutânjamón y Ânjenespaamón. Museo Egipcio de El Cairo

Tutânjamón y Ânjenespaamón. Museo Egipcio de El Cairo

Sabemos que Ajenatón reinó hasta su Año XVII, que dos etiquetas de jarra hacen contemporáneo con el Año I de un faraón, lamentablemente, desconocido[11]. A su vez, el año de gobierno más alto conocido para Neferneferuatón es el Año 3, que está consignado en un grafito de la tumba (TT 139) de Pairy, en Tebas[12]. Por otro lado, Smenjkarê sólo se encuentra conectado con una fecha: su Año I, en la etiqueta de una jarra de vino que se encontró en la tumba de Tutânjamón[13]. El hecho de que el grafito mencionado fue escrito por un “sacerdote y escriba de las ofrendas del dios de Amón en el templo de Âjeperurê en Tebas” parece indicar que Neferneferurê reinó por un cierto tiempo solo, después de la muerte de Ajenatón, por lo que también se cree que fue efectivamente su corregente por otro tiempo desconocido, aunque las especulaciones alrededor de la duración de este cogobierno sean muchas, y ninguna conduzca a una respuesta plausible. Lo que sí debe considerarse como cierto, es que Neferneferurê correinó por un lapso de tiempo con Ajenatón, y, por lo tanto, Smenjkarê tiene que haber sucedido al último luego de su deceso o, por lo menos, tres años después del de Ajenatón, como para permitir otorgarle a Neferneferurê sus tres años de reinado.

Reconstrucción del sarcófago de Ajenatón. Tumba Real de Amarna

Reconstrucción del sarcófago de Ajenatón. Tumba Real de Amarna

La edad de Tutânjamón ha sido estipulada, para el momento de su ascenso al trono, en nueve años; y se ha sugerido que murió teniendo entre dieciséis o diesiete años, aunque las más recientes investigaciones sobre su momia han confirmado, para la mayoría de los investigadores, que tenía diecinueve[14]. La edad que tenía Smenjkarê a la edad de su muerte es sólo materia de hipótesis, siempre y cuando aceptemos que el cadáver hallado en el famoso escondrijo VR 55 le pertenece, sobre lo que no existe ninguna certeza[15]. Siendo así, se considera que tendría unos veinticinco a treinta años.

Por cierto, todos sus atributos, tanto los de la momia como los del sarcófago antropomorfo que la contenía, corresponden a un miembro genuino de la realeza. Si bien todavía subsiste la duda sobre si se trataba de una mujer o de un hombre, asumiéndose que era el cadáver de un varón, el mismo no podría ser otro que Ajenatón mismo[16], o Smenjkarê. Aparentemente, la primera identificación podría ser cierta, si tomamos en cuenta que el ataúd en cuestión, así como los vasos canópicos y los ladrillos mágicos que se encontraron en VR 55, pertenecieron sin duda alguna a dicho monarca[17], si bien su nombre fue, posteriormente, borrado, lo que, a su vez, podría sugerir que dicho equipamiento funerario fue usado en el entierro de otra persona.

Cabeza de Tutânjamón. Museo Egipcio de El Cairo

Cabeza de Tutânjamón. Museo Egipcio de El Cairo

Durante un tiempo, se pensó que el ataúd había sido utilizado por la reina Kiya, esposa secundaria de Ajenatón, y, luego, que había sido reempleado para un rey, que no podría ser otro que Smenjkarê[18]. Pero un reciente estudio parece comprobar que el ataúd perteneció a Ajenatón, al cual se le borraron a posteriori los nombres encerrados en las cartelas, con lo cual hay una posibilidad de que fuera el equipamiento funerario de Ajenatón mismo[19]. Sin embargo, es bien claro que la momia no corresponde a él, y se cree, en general, que se trata de la de Smenjkarê.

Amenhotep III. Gift H. L. Mayer. Museum of Fine Arts, Boston 1910.1970.636

Amenhotep III. Gift H. L. Mayer. Museum of Fine Arts, Boston 1910.1970.636

Un tema muy debatido hasta ahora es la verdadera paternidad que debe atribuirse a Tutânjamón. Antes de su llegada al trono como faraón aparece mencionado como sA-nyswt n(y) Ht.f mry.f twt-anx-itn, “sa del rey de su propio cuerpo, su amado, Tutânjatón”, en un bloque hallado en Hermópolis[20]. El tèrmino filial sA puede ser entendido como “hijo”, “nieto”, “biznieto” o “yerno”[21], lo cual embrolla bastante el asunto. Los monumentos de su reinado no ayudan a clarificar el tema, ya que allí se le relaciona con reyes pre-amarnianos como Tutmosis IV o Amenofis III[22], pero no existe ningún documento de dicha época que le trate como sA de ninguno de estos monarcas.

Según algunos, la aparición de una segunda inscripción, que está enfrentada con aquella sobre el mismo bloque, nombrando a Ânjesenpaatón, la hija de Ajenatón, significaría que ambas personas ya estaban casadas antes de que el primero asumiera la corona, y es interesante que Tutânjamón sea tratado allí con el circunloquio habitual para todas las hijas de Ajenatón: sAt-nyswt.f n(y) Ht.f mry.f, “su hija real de su propio cuerpo, su bienamada”, lo que podría implicar que Tutânjamón, en realidad, era el yerno de Ajenatón, y que es en ese sentido que debe tomarse la voz sA. Pero si esta palabra debe tomarse literalmente como “hijo de”, significaría que, muy seguramente, lo fuera de Ajenatón mismo, aunque se ha sugerido también la paternidad por parte de Smenjkarê, lo que nos suena mucho más improbable. Por cierto, la paternidad por parte de Amenofis III está totalmente excluída, ya que no hubo corregencia entre él y Ajenatón, como se creía antes[23].

Busto plicromado de Nefertiti. Stäatliche Museum, Berlín

Busto plicromado de Nefertiti. Stäatliche Museum, Berlín

Agreguemos a este panorama confuso, y hasta ahora irresuelto, que Ay llama sA.f a Tutânjamón en los bloques de una construcción en Karnak, originariamente erigida por este soberano y concluida por el primero[24], y nadie a propuesto que Ay fuera el padre del rey-niño; en todo caso, el término de relación aquí podría verse como “nieto”, aunque no es muy probable. En realidad, pensamos que sA.f podría ser visto como en un uso de familiaridad con respecto a la persona así designada, aún cuando no existan lazos de sangre genuinos. Aunque también podría ser un término relacionado en alguna forma a la función de “Padre del Dios” que Ay desempeñaba antes de la muerte de Ajenatón y la ascensión al trono de Tutânjamón, título que portaba bajo el primero, seguramente mantuvo durante el gobierno del segundo, e incluyó en su propia cartela áulica al asumir la corona.

Escena de lamentación ante la figura de Maketatón. Tumba Real de Amarna

Escena de lamentación ante la figura de Maketatón. Tumba Real de Amarna

Otro tema espinoso y controvertido es con respecto a la búsqueda de un heredero masculino para el trono por parte de Ajenatón, quien tuvo relaciones con varias de sus hijas, luego del fallido intento de generarlo con Nefertiti. Su enlace con la reina Kiya prueba, a todas luces, esa necesidad imperiosa por tener un heredero varón, y su nuevo fracaso en lograrlo, ya que dicha reina también le dio una hija, pero no un varón[25]. Bien sabemos que Nefertiti le dio seis hijas; que Kiya le dio una; y también sabemos que intentó, repetidamente, encontrarlo con varias de sus hijas, con quienes, aparentemente, de nuevo, sólo pudo tener hijas mujeres. Sus dos hijas mayores, le dieron, a su vez, otras tantas hijas antes del fin de su reinado: Merytatón Jr. y Ânjesenpaatón Jr., quienes aparecen con sus madres, Merytatón y Ânjesenpaatón, respectivamente, en bloques en donde antes aparecía representada Kiya y su hija[26].

Estas nietas de Ajenatón son nombradas como sAt-nyswt n(y) Xt.f mr(y)t.f NN tA Sryt ms(w) n(y) sAt-nyswt n(y)t Ht.f mr(y)t.f NN, “hija real de su propio cuerpo, su bienamada NN, nacida de la hija real de su propio cuerpo, su bienamada, NN”, a veces con el nombre de Ajenatón como el padre, y, en otras ocasiones, con la curiosa frase ms(w) n(y) Hmt-nyswt wrt nfr-nfrw-itn nfrt-iy.ti anx.ti, “nacida de la Gran Esposa Real, Neferneferuatón Nefertiti, quien vive”[27]. Se ha propuesto que Ajenatón no debe haber sido el padre físico de estas niñas, sino que sus respectivos padres fueron Smenjkarê o Tutânjamón[28].

No puede hacerse caso de la proposición que hace de estas nietas del rey unas posbibles hijas de la reina Kiya, ya que portan, según la tradición amarniana, nombres basados en los de sus respectivas madres. Sin embargo, hay serias dudas de que Tutânjamón haya sido el padre de Ânjesenpaatón Jr., ya que seguramente no se encontraba en edad de procrear aún, i.e., no había llegado a la pubertad. En realidad, todo depende de la fecha en que hayan sido regrabados los relieves que muestran a las madres y a las hijas, que parece haber sido después de la segunda mitad del reinado de Ajenatón[29].

Escenas de la muerte de una de las hijas de Ajenatón y Nefertiti. Tumba Real de Amarna – Cuarto Gamma

Escenas de la muerte de una de las hijas de Ajenatón y Nefertiti. Tumba Real de Amarna – Cuarto Gamma

Pero los intentos de paternidad de Ajenatón en busca de un heredero no se limitan a Meritatón y Ânjsenpaatón, sino que parecen haberse extendido a otras de sus hijas, tal como lo sugiere la decoración que sobrevive en el Cuarto Gamma de la Tumba Real de Amarna[30]. Allí se representa el fallecimiento de Maketatón al dar a luz a un párvulo, que es visto en los brazos de una nodriza, mientras Ajenatón y Nefertiti se lamentan ante el lecho de muerte de la joven[31].

Frente a las figuras de la nodriza y el bebé neonato, hay dos columnas, parcialmente destruidas, que rezan: …(…)t ms(w).n (…) nfr-nfrw-i(tn) nfr.t-iy.ti anx.ti Dt (n)HH, que deja espacio para incluir el nombre de una de las hijas de Nefertiti, quizá el de Maketatón misma[32]. El texto es muy similar a otro, existente en el mismo cuarto, pero sobre la Pared B, que dice: (sAt-(ny)swt n(y) Ht.f mr(y)t.f) (mry)t-(itn) ms(w) n(y) (Hmt-(ny)swt wrt…) nfrnfrw-i(tn) nfr.t-iy.ti anx.ti Dt (n)HH, “(Hija del rey de su propio cuerpo, su bienamada Meri)t(atón), nacida de la (Gran Esposa Real) Neferneferuatón Nefertiti, quien vive por siempre y eternamente”. Puesto que, sobre la misma pared, Meritatón es vista amamantando a su propia hija, Meritatón Jr., se ha sugerido[33] que la muerte representada es, en realidad, la de las hijas menores de Ajenatón y Nefertiti, Neferneferurê y Sotepenrê.

Detalle de la nodriza y el neonato en la pintura anterior. Tumba Real de Amarna – Cuarto Gamma

Detalle de la nodriza y el neonato en la pintura anterior. Tumba Real de Amarna – Cuarto Gamma

Según toda probabilidad y evidencia, el verdadero padre de Tutânjamón fue Ajenatón, y lo procreó hacia el Año 7 de su reinado, cuando ya tenía, al menos, dos hijas con Nefertiti. La única dificultad con esta hipótesis es que el monarca asociara al trono a una mujer antes que a un hijo varón directo suyo, lo cual es verdaderamente difícil de explicar con certidumbre.

Desde ya, debe rechazarse de plano que fuera hijo de Smenjkarê o de Neferneferuatón, por una cuestión de edades apropiadas para ser sus padres, o, en el último caso, si es que Neferneferuatón fuera realmente una mujer en sí misma, con lo cual no sería su padre, sino su madre. Así, parece ser que Ajenatón, después de todo, no fue ni el padre ni el abuelo de Tutànjamón. ¿De quién lo fue entonces? Hace un tiempo, se creyó que lo había sido Kiya, pero ahora sabemos que esta reina secundaria sólo parió una niña y ningún varón. Ya sabemos positivamente que su madre no fue Nefertiti, ni tampoco ninguna de las hijas de Ajenatón, que conozcamos. Por lo tanto, la maternidad y la paternidad de Tutânjamón continúa siendo una de las mayores incognitas que nos plantea la era amarniana, una era histórica plagada de contradicciones y confusiones de difícil resolución en la actualidad.


[1] N. de G. Davies, The Rock Tombs of el Amarna II (Londres, 1905), 38 y lám. 38.
[2] La ascención al trono de Ajenatón se realizó durante el primer mes de la estación Peret, y, en sus años sucesivos, su recordación se efectuó durante el segundo mes de la misma estación; véase W. J. Murnane, “On the Accenssion Date of Akhenaten”, en J. H. Johnson-E. F. Wente (eds.), Studies in Honor of Georges R. Hughes (Chicago, 1976), 163-7.
[3] Véase, M. Gabolde, D’Akhenaton à Toutânkhamon (Lyon-París, 1998), 110-8.
[4] Dichos epítetos son, siempre, «amado de Ajenatón», en los que se usa una de las dos partes del prenomen del soberano: (nfr-xprw-ra wa-en-ra).
[5] J. P. Allen, “Nefertiti and Smenkh-ka-re”, en GM 141 (1994), 7-17; M. Gabolde, op.cit., 313-9.
[6] C. E. Loeben, “No Evidence of Corregency. Two Erased Inscriptions from Tutankhamun’s Tomb”, en Amarna Letters 3 (1994), 105-9.
[7] J. R. Harris, “Neferneferuaten Regnans”, en AO 36 /1974), 13 (1 a); M. Gabolde, op.cit., 162-6, 178-83 y lám. 24a; J. P. Allen, “Two Altered Inscriptions of the Late Amarna Period”, en JARCE 25 (1988), 117-21.
[8] N. De G. Davies, op.cit. II, lám. 11; M. Gabolde, op.cit., 178-83; W. J. Murnane, “The End of the Amarna Period Once Again”, en OL 96 (2001), col. 18.
[9] Estelas Berlín 17813 y 20716; M. Gabolde, op.cit., 162-6.
[10] Id., “La parenté de Toutankhamon”, en BSFÉ 155 (2002), 38-9.
[11] G. T. Martin, The Royal Tomb at El-‘Amarna II (Londres, 1989), 27, 60 nº 522 y n. 3.
[12] A. H. Gardiner, “The Graffito in the Tomb of Pere”, en JEA 14 (1928), 10-1 y láms. 5-6.
[13] J. Pendeblury, The City of Akhenaten III/II, lám. 86 nº 35; M. Gabolde, op.cit., 219-21, sugiere que Smenjkarê gobernó por sólo un año.
[14] F. F. Leek, “How Old was Tut’ankhamun?”, en JEA 63 (1977), 112-5; A. R. Williams, “La tecnología moderna reabre el caso del rey niño”, en National Geographic en Español (junio, 2005), 2-21.
[15] H. Germer, “Die Mummie aus dem Sarg in ‘KV 55’», en A. Grimm-S. Schoske (eds.), Das Geheimnis des goldenen Sarges: Echnaton und das Ende der Amarnazeit (Munich, 2001), 58-65.
[16] Véase ahora, Y. K. de Behrensen, “A propósito de una momia anónima”, en AdE 1 (1997), 1-5 (edición en soporte papel).
[17] H. W. Fairman, “Once Again the So-called Coffin of Akhenaten”, en JEA 47 (1961), 37.
[18] R. Hanke, Amarna-Reliefs aus Hermopolis (Hildesheim, 1978), 171-4 y 295.
[19] A. Grimm, en A. Grimm-S. Schoske (eds.), op.cit., 101-20.
[20] G. Roeder, Amarna-Reliefs aus Hermopolis (Hildesheim, 1969), láms. 105-6.
[21] D. Franke, en LdÄ VI, col. 1033.
[22] Véase, e.g., M. A. Vidal, “Tutânjamon y la restauración de Amón: Un caso de propaganda política en el antiguo Egipto”; on-line en AdE 2 (2006) (URL: www.ceae.unlugar.com).
[23] W. R. Johnson, “Amenhotep III and Amarna: Some New Considerations”, en JEA 82 (1996), 65-82.
[24] O. J. Schaden, “Report on the 1978 Season at Karnak”, en ARCE Newsletter 127 (1984), 46 y láms. 2-4.
[25] El nombre de Kiya ocurre junto a los nombres didácticos del Atón, bajo su forma temprana, en el vaso Metropolitan Museum of Art of New York (MMA 20.2.11); H. W. Fairman, loc-cit., 29. Véase, M. Gabolde, “Baketaton fille de Kiya?”, en BSÉG 16 (1992), 27-40, para la hija de la reina.
[26] R. Hanke, op.cit., 142-5 y 150-3.
[27] H. Roeder, op.cit., láms. 19 y 106; D. B. Redford, “Studies on Akhenaten in Thebes, II”, en JARCE 12 (1975), 11-2.
[28] W. Helck, “Der Tochterheirat ägyptischer Könige”, en CdÉ 44 (1969), 24-5; Id., en LdÄ VII, cols. 15-6; J. R. Harris, “Kiya”, en CdÉ 49 (1974), 30 n. 6.
[29] J. Pendlebury, op.cit. I, 165.
[30] G . T. Martin, op.cit. II, 42-8 y láms. 63-71.
[31] Id., op.cit. II, láms. 63-4 y fig. 6; cp. C. Vandersleyen, “Les scènes de lamentation des chambres alpha et gamma dans la tombe d’Akhenaton», en RdÉ 44 (1993), 193.
[32] M. Gabolde, op.cit., 119.
[33] Id., op.cit., 107-10.

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