Amenofis IV, quien adoptó el nombre de Ajenatón, reinó durante 17 años, probablemente desde el año 1350 a.C.
Revolucionario, marca un quiebre momentáneo en la homogeneidad del Egipto faraónico al transformar el panteón oficial de divinidades para adorar al dios único Atón.
Las realistas representaciones que de él dejaron los artistas de la época nos muestran a un hombre muy interesante que desencaja en la galería de ideales estilizados canónicamente de la iconicidad egipcia
De rostro alargado, cabeza ovoidal, gruesos labios, ojos pequeños y almendrados, casi orientales, Ajenatón se nos presenta exótico, sorprendente y enigmático.
Sus caderas prominentes y curvas y sus muslos anchos y femeninos, sus hombros exiguos y su vientre abultado, le confieren un aspecto particularmente atrayente y desafiante, provocativo y mansamente amenazador, lo cual lo convierte en el rey más particular del Nilo.
Su expresión es calma, exageradamente confiada, quizá demasiado…
Es un hombre seguro de sus ideas, sus convicciones y su poder.
Desafiante, esboza una sonrisa tranquila y firme, testimonio de su autoridad.
Siempre he pensado que su mirada irradia los verdaderos rayos de Atón de tan aguda y decidida, natural y segura.
Su “estilizada deformidad”, asociada a diversos síndromes y enfermedades, parece haber sido heredada por sus hijas, quienes también aparecen representadas con cráneos ovalados, extremidades largas y vientres abultados.
¡Tan realistas parecen ser sus retratos y asimismo tan ambiguos y sintéticos!. Su aspecto andrógino y universal lo deshumaniza, confiriéndole una glorificación quizá no buscada intencionalmente por los artistas amarnianos, pero, en mi opinión, acertada para retratar al particular artífice de tan drásticos, alarmantes e impensados cambios.
Para esta reconstrucción, estudié numerosas representaciones del rey, en relieves, esculturas , modelos en arcilla, etcétera (cabeza , Luxor, Museo de arte egipcio antiguo- Ajenatón y familia, placa de caliza, Berlín, Agyptisches Museum- Ajenatón, estatua en arenisca, proveniente de Karnak- estatuillas de caliza policromada – fragmentos de esculturas-….)