Los sótanos del museo de El Cairo son, de por sí, un verdadero yacimiento arqueológico aún sin explotar. Allí, hacinados, revueltos, duermen centenares, quizá miles de tesoros hallados por arqueólogos de todos los tiempos y después almacenados y, simplemente, olvidados.

Muchos de ellos están sin catalogar y constituyen uno de los principales filones del contrabando de piezas arqueológicas egipcias. Zahi Hawass ha asumido, también, la tarea de reorganizar el caos.

«Estamos adaptando una parte de los sótanos del museo para convertirlos en una exposición permanente-afirma-. En ella, se expondrán, en diciembre, trescientas piezas desconocidas, todas ellas recuperadas de los propios fondos del museo.

Hay muchas más, que se irán añadiendo, pero primero es necesario identificarlas, conocer la procedencia de cada una de ellas y hacer que entren, oficialmente, a formar parte de nuestro patrimonio histórico».

Una labor difícil, larga y complicada. «Hay que poner pasión en lo que se hace -dice Hawass-. Así, hasta lo más pequeño se hace grande».

Fuente: ABC
http://www.abc.es/cultura/noticia.asp?id=126612&dia=hoy

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