Descubierta en Saqqara por un equipo suizo-francés la parte superior de un obelisco que parece fue dedicado a la reina Akhmesmeryra II, madre del faraón Pepi II.

Philippe Collombert, director de los arqueólogos que ha realizado el descubrimiento, ha indicado que el obelisco es de granito rosa y que se trata del fragmento de un monumento que debía medir entre 5 a 6 metros de altura. La parte localizada tiene 2’5 metros, lo que convierte a este hallazgo en la parte más grande conocida de un obelisco del Reino Antiguo. Además hay indicios que hacen pensar que la punta podría haber estado ornamentada en su extremo, quizá con un anillo o recubrimiento metálico, para realzar su brillo bajo el sol.

El descubrimiento se ha realizado en la zona oriental de la pirámide de la reina en Saqqara, cercana a la pirámide de su hijo. Llama la atención que los obeliscos en esta época y en este tipo de ámbitos solían levantarse cerca de la entrada de los templos funerarios. Se cree que posiblemente el obelisco fue desplazado de su ubicación original ante el templo de la reina cuando la zona fue explotada como cantera, posiblemente durante el Reino Nuevo.

El faraón Pepi II reinó en la Dinastía VI. Su reinado es el más largo en la historia del antiguo Egipto ( 2278-2184 a. C.) , ya que el monarca subió al trono siendo un niño. Fue su madre, precisamente la reina Akhmesmeryra II, quien actuó como regente hasta que pudo asumir las responsabilidades de gobierno. Se trata evidentemente de una mujer que alcanzó gran autoridad y relevancia, lo que se refleja en las dimensiones de su enterramiento y en el de este obelisco ahora encontrado, pero también en el hecho de que esta mujer puede haber sido la primera reina egipcia en disfrutar de Textos de las Pirámides en su cámara funeraria, según hoy ha señalado Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades.

Reseña José Luis López Fernández

Fuente:
Ministry of Antiquities

Información complementaria:
https://egiptologia.com/la-reina-ankhnes-meryra-ii-y-pepi-ii/