En el yacimiento arqueológico de Al-Dayabat, en la región de Sohag, un equipo de arqueólogos del Ministerio de Antigüedades ha estudiado una pequeña tumba de época grecorromana que ha sorprendido por el magnífico estado de conservación de las pinturas que la ornamentan.
A pesar de sus 2000 años de antigüedad, los pigmentos lucen una gran viveza y se han preservando escenas de alabanza a las divinidades y textos de carácter ritual. Los textos, además, han permitido identificar el nombre del propietario de la tumba, un dignatario llamado Tutu que se enterró junto a su esposa, quien ostentó el título de Sacerdotisa de Hathor.
Además de las pinturas, en el interior de la tumba se han localizado sarcófagos de piedra, fragmentos de cartonaje y diversas momias humanas. También los arqueólogos han localizado animales momificados: gatos, halcones, musarañas…
La tumba fue detectada por una excavación de carácter ilegal que pretendía el saqueo de su contenido. Tras la intervención de la Policía Turística y el Ministerio de Antigüedades el hallazgo ha podido ser excavado de forma científica bajo la dirección de Mostafa Waziry, Secretario General del Supremo Consejo de Antigüedades.
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