La Reina, acompañada de la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castilllo, inauguró hoy la exposición ‘La Bibliotheca Alexandrina. Homenaje a la memoria, apuesta por el futuro’, que ha sido instalada en la Biblioteca Macional en Madrid y que permanecerá abierta hasta el 21 de septiembre.

La exposición ha contado con la colabgoración de Wintertur, que ha patrocinado la edición de catálogo. Recorre la historia de la investigación intelectual en todas las ramas del saber desde la fundación de la ciudad por Alejandro Magno, hasta el primer Renacimiento europeo, puesto que la ciencia, la literatura y las artes del mundo alejandrino no desaparecieron con la conquista árabe; por el contrario, a través de las traducciones árabes y judías realizadas en la Península Ibérica, primero en los reinos de al-Andalus y luego en la escuela de traductores de Toledo

Poco antes de inaugurar la exposición, la comisaria de la muestra, Paloma Fernández de Avilés, manifestó a los periodistas que la nueva Biblioteca de Alejandría fue inaugurada en 1992 por una serie de personalidades internacionales, entre las que se encontraba la Reina. La construcción de la nueva Biblioteca de Alejandría fue construida por un grupo noruego y egipcio que ganó el concurso internacional en el que participaron 135 arquitectos de 55 países. Fue necesario hacer unas excavaciones por si se encontraban restos arqueológicos. Después se tardó siete años en la construcción.

Templo de las musus

La comisaria de la exposición, Paloma Fernánez de Aviles, dijo que la Biblioteca de Alejandría fue el «templo de las musas», como había sido el Liceo d Aristóteles y la Academia de Platón. Era un lugar donde los sabios podían dedicarse a investigar. Esto no hubiera sido posible sin el apoyo total directo de la dinastía Ptolemaica, que era muy culta. Las personas que lo construyeron aprovecharon el Egipto de entonces y lo integraron con la cultura griega. De ahí Serapis, que es la divinidad sincrética, mitad Zeus mitad Osiris Apis, y tuvo su gran estatua, el Serapeum, donde se albergó también la biblioteca fija. Es decir, hubo la Biblioteca Real, por una parte, en los propios jardines del palacio donde podían pasear los sabios junto a los Reyes, y la fija. Las dos bibliotecas ardieron cundo los árabes conquistaron la ciudad, pero el saber no se perdió.

A través de tres grandes salas, la exposición recoge, en la primera, dedicada a la memoria de la antigua biblioteca. Está concebida como si cada una de ellas fueran estanterías donde se albergarían los rollos. El siguiente paso es ‘Al-Andalus, el legado mediterráneo’, y la tercera está dedicada a lo que llevaron y trajeron nuestros viajeros y desterrados y que llegan a Alejandría camino de Damasco y de La Meca. Muchos de ellos murieron en países de la zona.

Fuente: Yahoo! Noticias
http://es.news.yahoo.com/fot/ftxt/20030709175215.html

Reseña: Montse Borrás