La colección egipcia de Estocolmo
Por Nieves García Centeno
25 noviembre, 2019
Meedelhavsmuseet (Estocolmo)
Modificación: 13 abril, 2020
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Estocolmo se ha ido ganando el ser una de las capitales más bonitas del mundo. Ciudad elegante, bulliciosa, amable y bella. La Venecia del Norte, le dicen, y no se equivocan. Sus islas, a orillas del Báltico, reúnen los museos más espectaculares, no sólo por su contenido, sino por los edificios, tanto modernos como otros más señoriales, formando un decorado de cuento.

Como no podía ser menos, desde que el Antiguo Egipto fuera descubierto por Europa en el siglo XIX y se levantaron y recrearon museos para recibir estos tesoros entonces exóticos y preciados, Suecia no se quedó atrás. Por ello, Estocolmo tiene una interesante y amplia colección que en la actualidad se puede visitar en el Meedelhavsmuseet o de las Civilizaciones Mediterráneas. Piezas de todas las épocas que llegaron de diferentes maneras: ya desde finales del siglo XVIII por los comerciantes que las compraban en Alejandría y que fueron a parar a colecciones privadas, a hogares o a escuelas y que con el tiempo se fueron incorporando al Museo, o en el siglo XIX, por el flujo de antigüedades egipcias a Suecia de la mano de los exploradores que viajaron por el Nilo y recolectaron artículos que luego donaron a la Academia Sueca y al Museo Real.

Así, en 1826, el Museo Real recibió una gran donación del cónsul sueco en Egipto, Giovanni Anastasi, como momias, cofres, esculturas y relieves. En la década de 1860, los objetos egipcios fueron transferidos al recién creado Museo Nacional. Había ya unos 1.000 objetos. El primer egiptólogo de Suecia, Karl Piehl, publicó algo sobre inscripciones jeroglíficas, pero por lo demás, el interés en tener en el país una colección egipcia era aún pequeño.

Tras el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes todo cambió y Estocolmo quiso renovar la colección egipcia. Con el Príncipe Heredero Gustaf Adolf y el anticuario Sigurd Curman, el Museo Egipcio se estableció en el antiguo edificio del Riksbank, en el casco antiguo, y el primer administrador del museo fue el egiptólogo Pehr Lugn.

En 1931, Pehr Lugn comenzó las primeras excavaciones suecas en Egipto. Sus arqueólogos estaban principalmente interesados en los períodos prehistóricos, ya que se esperaba poder traer un material comparativo a la colección de antigüedades suecas. El sitio, Merimde Abu Ghalib, contenía los restos de un asentamiento del Reino Medio, y los trabajos se completaron en 1937. En esos años colaboraron con el profesor Hermann Junker, jefe del Instituto Arqueológico Alemán en El Cairo. Suecia subvencionó las excavaciones de Junker y, a cambio, recibió una gran cantidad de objetos.

Asimismo, durante su viaje a Oriente Medio y Egipto en 1934-35, el Príncipe Heredero compró a la administración egipcia una considerable cantidad de objetos y a través de sus contactos con el coleccionista Gayer-Anderson, que vivía en El Cairo, se consiguieron nuevas adquisiciones. Pehr Lugn compró también antigüedades al estado egipcio financiadas a través de donaciones privadas.

En 1954 se crea el Museo del Mediterráneo tras una fusión del Museo Egipcio y las Colecciones de Chipre. Con el tiempo, las instalaciones del Riksbank se quedaron pequeñas, por lo que, desde 1982, el Museo del Mediterráneo se encuentra en otro antiguo banco, un edificio inspirado en el Renacimiento italiano. En la sala central del museo está la colección de Chipre, producto de la expedición entre 1927 y 1931. En las salas circundantes se presentan las colecciones de la antigua Grecia y Roma. La exposición sobre Egipto ocupa el resto de las estancias y la planta baja. El museo también tiene importantes colecciones del antiguo Oriente y el mundo islámico, especialmente de Irán.

En la primera planta, junto a unas vitrinas llenas de cerámicas de Chipre y una estantería llena de libros y fotografías de la época, está el Bagdad Café, con vistas del Palacio Real y la Ópera.

El museo tiene un horario muy atractivo, pues abre de martes a viernes hasta las ocho de la tarde, frente al resto de museos de la ciudad, que a las cinco ya echan el cierre.

La colección egipcia

Y ya centrándonos en la colección egipcia. Realmente destaca por la variedad de piezas y de todas las épocas, sobre todo del predinástico, que contiene. El Museo es para ella, por lo que se accede fácilmente pasando por un pasillo columnado donde se nos invita a dar un paseo a través del tiempo. Convincente. Me gustaría comentar que está muy bien distribuida por períodos, desde la prehistoria, de la que efectivamente hay muchas piezas e interesantísimas, algunas insólitas, como la de la mujer con dientes, de Nagada, hasta la etapa grecorromana. Hay relieves de Amarna, bustos de alguno de los faraones más conocidos o carismáticos, objetos de la vida cotidiana y unos ostraca que es una delicia analizar uno por uno apreciando cada detalle. Y en un sótano, bajando como si a una tumba se fuera, están las momias y las habituales piezas de carácter funerario, como ushebtis o vasos canopos, bien colocadas y documentadas, como el resto de la colección. Destaca una balanza de Maat. En este caso la luz disminuye un poco para ambientar, aunque, como en las otras salas, todas con muy buena iluminación para observar las piezas claramente y poder sacar buenas fotos.

Hay que destacar, en la página web, la sección para niños, como un Minecraft egipcio, recortables o marionetas, cómo escribir en jeroglíficos, cómo construir un ataúd, entre otras cosas. Asimismo, el Museo permite estudiar las ocho momias digitalmente, como una mesa de autopsias virtual.

A continuación, las fotos, con una pequeña reseña explicativa de cada una.

El acceso al Museo. En el entorno hay ahora mismo unas obrasAcceso al museoEntradaHacia la colección del antiguo Egipto Puertas blindadas, del banco…, para cerrar a cal y canto la valiosa colección egipciaVitrinas dedicadas al predinástico
Cerámicas de distintos períodos de NagadaDetalles de cerámica, con mujeres bailando y montañas con forma de pirámidePaletas con forma de animalesLa representación más antigua de la caza de un hipopótamo con arpónPrimeras joyas y silexPrimeras joyas

Primeros jerogíficosFigurillas femeninasMujer mostrando ira o dolorPrimera sala, época predinásticaTumba de una mujer de la élite, hallada a las afueras del Cairo, en 1937. Ya había creencias en otra vida, con cerámicas de esquisto y alabastroVasijas predinásticas, 3.300 aC.Falsa puerta de la tumba de Hershefnakht, de Saqqara, Dinastía VFalsa puerta de la tumba de la dama Sentites, en Saqqara, Dinastía VIHermoso relieve con colores

Sesostris I, de la d XII, probablemente de Karnak. Fue un regalo del gobierno egipcio a Suecia por sus esfuerzos en la campaña nubiaAmosis, el fundador de la Dinastía XVIII, tras vencer a los hicsosCabeza de granito de Hatshepshut, de Sesebi, Nubia. y castucho de coronación, Maat-ka-ra

Relieves. Arriba, Tutmosis III haciendo ofrendas a Amón. Abajo, talatats amarnianos.

Detalle de talatat. Período amárnicoSeti I, dinastía XIX. De la pared hipóstila de Karnak, fue traído por Baltzar Cronstrtand tras su viaje a Egipto en 1837Un relieve de Ramsés II, con la corona azul, de Saqqara.Vitrina dedicada a la cosmética y joyeríaArtículos de cosmética y joyería

Objetos de maquillajeDetalle de cuchara cosmética y restos de pelucaJuegos de mesaCesteríaHerramientas, notas administrativasVitrina con objetos para la agriculturaMoldes para hacer los amuletosVista de una de las salasOstraca hallados en Deir el-Medina

Paletas de escribaInstrumentos de músicaJarras de vino. Artículo de lujo, pues se importaba de Siria o Palestina. Hasta la d II no se cultivó en el Delta. Las marcas indicaban el origen o el destino

Figuras femeninas, de Hathor

Objetos para el culto de HathorObjetos de culto, vasijas, sistro, címbalosVitrina de dioses

El escriba real Ramose, con un himno a Amón

Estela dedicada por el servidor de Amón Userhat a sus padres, el sacerdote de Amón Amunked y su mujer NeferetanuketEstela del escriba Ramose, sentado enfrente de los cartuchos de Ramsés II. Arriba, los dioses Renenutet y Iah

Apis llevando a la dama IsisirdisEstela del sumo sacerdote de Menfis con otro sacerdote detrás rapado haciendo ofrendas a los diosesEstela para el niño Peebos, entre dos Anubis, de época griegaPtolomeo II y Arsinoe II haciendo ofrendas a los diosesLos nuevos dioses. Época grecorromana.La nueva Isis

Bajada a las zona dedicada a la tumba, donde están las momias

Un Anubis cachasSala sobre el mundo funerarioSala dedicada al mundo funerario

La momia estrella, lade Neswaiu, sacerdote y escriba del templo de Montu en Tebas , del s III aCMomia de niñoReino Antiguo, halladas en tumbas de Saqqara. La grande perteneció a Mitri y las otras tres al oficial TejtetyMuebles hallados en la tumba y figurillas ushebtis

UshebtisMáscaras funerarias de época grecorromanaOfrendas todavía con las semillas

La balanza de MaatMomias de animales

Momias de gatos

 

La expedición sueca a Chipre

La mayoría de los objetos provienen de las excavaciones de la expedición sueca a Chipre en 1927-1931. Según la práctica de la época, los hallazgos se dividieron entre Suecia y Chipre, con permiso del gobierno colonial británico. El Museo del Mediterráneo tiene en la actualidad la colección más grande del mundo de Chipre fuera de esta isla, estando la otra mitad en Nicosia.

Destaca el diseño de la sala central, como un cubo, con casi 1.000 figuras de terracota colocadas en un semicírculo alrededor de una piedra sagrada. El diseño de las figuras votivas en el stand recrea la forma en que se encontraban cuando fueron excavadas por los arqueólogos suecos en el sitio de culto Ajia Irini, en el norte de la isla.

La expedición en Chipre, en los años 30Detalle de las figuras halladas en un lugar de culto, al norte de Chipre, que data desde el 1200 aC hasta el primer siglo

También había unos pocos escarabeos egipcios

 

Web del Museo: http://www.varldskulturmuseerna.se/medelhavsmuseet/

 

Nieves García Centeno, autora del texto y de las fotografías (6 de noviembre 2019)

 

Atlas de Amigos de la Egiptología   Museo del Mediterráneo en Estocolmo

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