Homenaje de Boulogne-Sur-Mer a «Mariette Pacha», heredero de Champollion
Por Coordinadores de AE
12 abril, 2003
Modificación: 24 noviembre, 2017
Visitas: 2.272

Una gran exposición, organizada en Boulogne-su-mer, rendirá homenaje de mayo a agosto de 2004 al egiptólogo boulognese Auguste Mariette, digno de sucesor de Champollion y fundador del primer Museo de El Cairo. Esta exposición financiada por el Consejo regional del Nord-Pas de Calais acompañará los actos organizados en el marco de la programación de Lille, capital europea de la cultura en 2004 y evocará las exploraciones pioneras de Mariette en Egipto.

«Dioses, tumbas, un sabio» permitirá valorar el fondo egipcio del castillo-Museo de Boulogne, acompañado por los préstamos de prestigiosas colecciones como las del Louvre y del Museo de El Cairo que cederá más de una veintena de obras.

Nacido en Boulogne-sur-mer, Mariette decia él mismo que «había entrado en Egipto por la momia del Museo de Boulogne». Su pasión tuvo como acicate el descubrimiento de unos dibujos de un pariente que había acompañado a Jean-François Champollion en un viaje de exploración a lo largo del Nilo en 1828-29. Cuando trabaja como profesor en un colegio de Boulogne, «no sueña más que en Egipto y busca contactar con los grandes investigadores de la época» según cuenta Marc Desti, comisario de la exposición. La suerte le sonríe en 1848 cuando el Louvre le contrata para una misión de seis meses para adquirir manuscritos coptos en El Cairo.

Aprovecha la ocasión para visitar varios sitios y es cuando, paseándose por Saqqara, cerca de la antigua capital de Memfis, distingue una cabeza de esfinge sobresaliendo de la arena. «Recuerda un pasaje de Estrabón que habla de la avenida de esfinges que los vientos del desierto cubren de arena regularmente. Comprende que ha hecho un importante descubrimiento que dará como resultado el hallazgo del Serapeum de Saqqara, trabajo que durará hasta 1854», explica M.Desti.

El descubrimiento de esta necrópolis de toros Apis (entre 2.700 y 2.200 a.C.) propulsa a Mariette al seno del cenáculo cerrado de los grandes descubridores. Nombrado conservador del Louvre, se «exila» algunos años en París antes de regresar a El Cairo.

Trabajo decisivo

En 1858, el virrey de Egipto le nombra «»director de antigüedades», puesto que es el primero en ocupar. Funda un museo -el futuro Museo Nacional de El Cairo- cuya riqueza es en gran parte debida a la honestidad de Mariette que, llegando a ser funcionario egipcio, destinó sistemáticamente sus descubrimientos a Egipto.

Cuando en la Exposición Universal de París de 1867 la emperatriz Eugenia pidió al virrey que le ofreciese suntuosas joyas de la reina Ahotep, expuestas para la ocasión, este respondió, designando a Mariette: «hay alguien más poderoso que yo que decide esto».

Los investigadores están de acuerdo en calificar el trabajo de Mariette como decisivo para la egiptología y toda la arqueología, suscitando sus trabajos las excavaciones en el Próximo Oriente y en Mesopotamia. Mariette no volvió a vivir en Francia y murió en El Cairo en 1881 de forma prematura a causa de la diabetis. Hoy reposa en los jardines de su museo donde se puede leer en su monumento funerario «A Mariette Pacha, l’Egypte reconnaissante».

Fuente: La Recherche
http://www.larecherche.fr/archeologie/n030412074926.n6z43xkp.html

Reseña: Montse Borrás

Whatsapp
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *