La Estela de Ankhefenkhonsu, comúnmente conocida como Estela de la Revelación, es una tópica estela votiva del Tercer Período Intermedio, datable a finales de la Dinastía XXV-principios de la Dinastía XXVI (aproximadamente 680-670 a.C.).
La estela la descubrió Auguste Mariette en Deir el-Bahari en 1858. Por entonces el museo que la recibió en su colección fue el Bulaq, antecesor del que sería luego el Museo de El Cairo. En el museo Bulaq su número de inventario fue el 666 y cuando pasó en 1902 a formar parte del Museo de El Cairo, donde aún se conserva, fue numerada como A 9422.
La estela es una plancha de madera que mide unos 51 cm. de alto y 31 cm. de ancho, con la parte superior redondeada. La plancha fue recubierta con una fina capa de yeso sobre la que se aplicaron pigmentos.
En la parte trasera de la estela se presenta un texto, en la delantera además de textos hay una escena en la que se muestra a Ankhefenkhonsu, sacerdote del dios Montu, presentando una mesa de ofrendas al dios Ra-Haractes. Su posición como sacerdote explica el atuendo de Ankhefenkhonsu : cabeza afeitada y una piel de felino cubriéndolo desde los hombros.
El dios Ra-Haractes aparece entronizado, con la piel verdosa, cabeza de halcón y disco solar como corona. Tras el dios aparece el signo identificador de occidente. En la parte superior, en la zona donde se redondea la pieza, aparece un disco solar alado u Horus Behedety.
Los textos en la parte delantera de la Estela resultan convencionales en este tipo de artefacto: destacan las alabanzas a Ra-Haractes, la volundad de entregar 1000 ofrendas de panes, cerveza, ganado y aves de corral…También se indican algunos datos de la vida de Ankhefenkhonsu, identificado como sacerdote de Montu e hijo de Basaenmut, sacerdotisa cantante de Amón-Ra.
Tampoco es especialmente excepcional el texto conservado en la parte posterior de la estela, inspirado por el Capítulo 2 y 30 del Libro de los Muertos.
«Palabras dichas por Osiris (el difunto), sirviente del dios Montu, señor de Uaset.
Justo de voz: «Oh mi corazón de mi madre, Oh mi corazón mientras yo existía en la tierra, no me resistas como testigo, no te opongas a mi
ante el tribunal, no seas hostil contra mí en presencia del Gran Dios, Señor del Oeste.
Aunque me haya unido (yo mismo) a la tierra con el Oeste del Cielo, ¡que pueda florecer en la tierra! «
Palabras dichas por el Osiris, el sacerdote de Uaset (Tebas), Ankhefenkhonsu, justo de voz: «O (tú que eres) único
del brazo, que brilla como la luna, el Osiris, Ankhefenkhon,
Oh libertador de los que están en el sol, ábrele la Duat
El Osiris, Ankhefenkhonsu que avanza en
el día de hacer todo lo que quisiera en la tierra entre los vivos».
Siendo una estela bien conservada, la verdad es que no se trata de un documento ni mucho menos excepcional. Sin embargo, la celebridad de esta estela no se debe tanto al objeto en sí, sino a la historia rocambolesca que la rodea, al convertirse en el centro de todo un credo ocultista.
Aleister Crowley
El artífice de esta nueva religión, llamada Thelema, fue el cabalista Aleister Crowley. Las bases de esta religión se encuentran en el Libro de la Ley, escrito por Aleister Crowley siguiendo lo que según él le dictó una voz que escuchó el 8, 9 y 10 de abril de 1904 y que según él la emitía una inteligencia no corpórea a la que llamó Aiwass. Pero la revelación más importante se produjo durante la visita que él y su esposa Rose realizaron al Museo de El Cairo el lunes 21 de marzo de 1904, donde descubrieron una estela que, nada más verla, les generó algo especial, una revelación. Rose además se dio cuenta de que el número de inventario de la estela egipcia era el 666, lo que consideraron un mensaje lleno de significado. Así, la Estela de Ankhefenkhonsu pasó a conocerse gracias a Crowley como «Estela de la Revelación».
Según Crowley en la Estela de la Revelación se representa a las tres deidades principales de Thelema, identificadas a su vez con divinidades del Antiguo Egipto: Nuit (la Nut egipcia), Hadit (el Behedety egipcio) y Ra-Hoor-Khuit (el Re-Haractes egipcio). Aunque el dios central de Thelema era Hoor-paar-kraat, conocido más comúnmente como Harpócrates, el «Horus el niño».
En el Libro de la Ley Crowley también explica que la misma noche en que vivieron la revelación cenaron con el Egiptólogo Émile Charles Albert Brugsch, quien les proporcionó una traducción de los textos jeroglíficos de la estela. También, según Crowley, en 1912, Alan Gardiner y Battiscombe Gunn hicieron una segunda traducción para él.
Las creencias Thelema lograron éxito en el mundo esotérico. En 1920 Crewley llegó a establecer una Abadía Thelema en la isla de Sicilia, fundando una secta y un espacio en el que experimentar la magia, especialmente lo que él llamó “magia sexual”. Pocos años después Crowley y sus seguidores fueron expulsados de Sicilia, pero las actividades de Crowley continuaron y Thelema inspira aún a órdenes ocultistas como Ordo Templi Orientalis y la Fraternitas Saturni (cuya sede central está en Alemania), así como la Logia Horus-Maat de la estadounidense Maggie Nema Ingalls.
Autora Maria Teresa Vázquez Garcés
