La egiptología ha sido una disciplina de concepciones marcadamente machistas durante buena parte de su historia. No es raro que esto fuera así, se ha de tener en cuenta el momento histórico en el que se formalizó y creció como disciplina. El caso es que aún hoy no se ha librado completamente de esta lacra, en parte debido a la influencia que ciertos científicos siguen ejerciendo en los investigadores actuales; aunque en la mayor parte es debido a que la egiptología no ha dejado de ser machista.
En la egiptología, como en otros campos, solo empezaron a producirse cambios, lentos, cuando la presencia de mujeres entró en sus filas y ante los nuevos tiempos llegados con ”la liberación de la mujer” especialmente a partir de los años 70 del siglo pasado. Pero no todas las mujeres hicieron o hacen aportaciones no machistas, eso también es remarcable.
¿En qué se aprecian esos cambios? Por una parte en el aumento progresivo de estudios relacionados con la mujer, antes prácticamente inexistentes o con alusiones que se centraban en el mejor de los casos en temáticas reproductoras y de maternidad; tema este de interés pero que no abarca las amplísimas posibilidades que el tema de la mujer egipcia puede tener. Y esto es así debido al papel de la mujer en esa sociedad y al alto protagonismo que desde tiempos muy antiguos logró.
También la presencia de las mujeres en el mundo de la egiptología ha permitido afrontar ciertos estudios desde perspectivas distintas y esto puede detectarse, de forma muy llamativa, en la manera de traducir determinados términos. Así podemos ver matices tan relevantes como donde antes se traducía “virgen”, ahora hay tendencia a traducir “mujer joven”. Obviamente no es lo mismo, pero eran cuestiones indesvinculables desde el punto de vista decimonónico.
En la investigación egiptológica, como en otros terrenos de las ciencias sociales, aún queda mucho por hacer en cuanto a los llamados estudios de género. Puede que la siguiente lanza a romper sea reivindicar algunos papeles que, de forma un tanto absurda, se le ha negado a la mujer en el pasado y que aún se le niegan, a pesar de los datos en contra, en el propio Egipto de los faraones.
¿Estudiaron las mujeres en Egipto? Estudiaron sí, las que tenían recursos. ¿Se privilegió al varón de cara a los estudios?, pues muy posiblemente sí, pero eso no significa que las familias pudientes negaran la formación letrada a sus hijas. La evidencia de que muchas hijas y esposas se encargaron de los negocios y propiedades de sus padres o esposos, por ejemplo, al morir éstos o al caer enfermos, indica que debían tener, como poco, una mínima educación letrada.
¿Supieron escribir las mujeres? Supieron, sí. Hay que tener en cuenta que en Egipto el analfabetismo era altísimo, pero no significa que todas las mujeres fueran analfabetas, como tampoco significa que lo fueran todos los hombres. Existieron mujeres letradas, y esto les permitió entre otras cosas tener negocios y ocupar cargos elevados.
Pongamos un caso. En Egipto las mujeres pudieron llegar a ser sacerdotisas de elevadísimo rango. ¿Alguien puede imaginar que un Supremo Sacerdote de Karnak fuera analfabeto? Entonces qué motivo hay para imaginar, como hace la egiptología aún muy frecuentemente, que sí fueron analfabetas las Divinas Adoratrices de Karnak. Parece más lógico imaginar que las mujeres que ocuparon altísimos puestos de poder, como lo eran ciertas mujeres sacerdotisas, no eran en absoluto analfabetas; no habrían podido serlo, de ningún modo, precisamente por los imperativos operativos del cargo.
También se documenta que existieron en el antiguo Egipto mujeres “jefes de médicos”, esto se data ya como mínimo en el Reino Antiguo. ¿Una mujer doctora y jefa de doctoras es imaginable que no tuviera formación? O planteemos la cuestión de otro modo: ¿qué egiptólogo podría pensar que un hombre que se presenta como “jefe de médicos” no tenía formación? Si la deducción inmediata es que un hombre en ese cargo tendría formación, qué razón hay para pensar que una mujer no la tendría si el cargo y modo de presentación es idéntico. De hecho, el hijo de una de estas doctoras, a su vez alto dignatario, orgullosamente menciona en su tumba que su madre era “la médica jefe”. ¿Cómo es posible que la egiptología tenga que hacer verdaderos artificios para negarle a cualquiera de estas mujeres su cualidad de verdaderos médicos?
En muchos períodos de la historia egipcia es conocida la presencia de cargos en la administración ocupados por mujeres. Algunas de estas mujeres a veces fueron incluso visires. El caso es que de forma sistemática de esas mujeres se dice que ocuparon cargos honoríficos. Es cierto que hay cargos que se consideran honoríficos ocupados por hombres, pero es como mínimo sospechoso que, sistemáticamente, a todos los ocupados por mujeres se les considere honoríficos. ¿Seguro que ninguna de esas mujeres visires o gobernadoras o jefas de archivos ejercieron realmente sus cargos de forma efectiva? Además, ¿no sería absurdo otorgar a las mujeres un cargo honorífico cuando, en teoría, no habría sido un honor ocuparlos si en esa sociedad ese honor no se hubiera valorado como adecuado para una mujer? Solo sería un verdadero honor si la sociedad valora como un honor que una mujer ocupe cierto cargo; lo que significa que no les era despectivo, criticable o ajeno que, llegado el caso, una mujer los ejerciera. En definitiva ¿no será que la egiptología sigue mirando a Egipto con una óptica machista?
La profesión de escriba fue un pilar básico de la administración egipcia y necesario para la gestión, organización y funcionamiento del Estado; además de tener otras muchas funciones. El cargo de “mujer escriba” existió en Egipto, no es frecuente, como tampoco fueron frecuentes las mujeres que llegaron a gobernar Egipto; pero aún siendo excepcional sí se dieron. Prueba de ello es, entre otros casos, la “escriba femenina” que fue enterrada en Assassif y que ocupó otros altísimos cargos, muy por encima en la jerarquía del mero escriba. Una mujer que en su tumba hace ostentación de su posición profesional, exactamente igual que cualquier otro profesional de su rango en el antiguo Egipto.
¿Sigue siendo sostenible afirmar que la “mujer escriba” no existió en Egipto? Evidentemente no. Hay datos que apuntan a todo lo contrario y negarlos es, cuanto menos, una irresponsabilidad. ¿Cómo negar las evidencias? ¿Tiene eso algún sentido? El tradicional enfoque de la egiptología de que estos cargos no fueron ejercidos, que eran solo honoríficos, como si existiera algún impedimento, alguna barrera, algún tabú que lo impidiera, es, cuanto menos, una manipulación de la documentación. ¿No será que los tabúes y barreras son nuestros? ¿No va siendo ya hora de derribar esas barreras e intentar mirar la documentación sin prejuicios?
No deja de ser interesante, sumándose a lo demás, que la deidad egipcia de los libros, protectora de las bibliotecas y de la sabiduría de científicos y arquitectos, fuera precisamente una diosa femenina: Seshat. Es del todo relevante que esta sea una diosa que se muestra cálamo en mano, a la usanza propia del escriba egipcio. ¿Una “escriba femenina” divinizada?
En resumen: ¿No será que la egiptología es más machista aún hoy día de lo que jamás fue la sociedad egipcia?
Me encanta tu propuesta crítica frente al exceso de machismo en la egiptología. Estoy de acuerdo en que el gran problema es el punto de vista y que si cambiamos la mirada al estudiar a la mujer egipcia se alterarán muchos patrones preconcebidos. Gracias por tu artículo y sigamos adelante en esta propuesta, con tanto rigor científico que resulte aplastante. Un saludo.
Considero que si deben haber habido mujeres en todos los puestos del antiguo Egipto, hubieron Faraonas tambien, no digamos cargos en la administracion y finanzas, asi como en la medicina, es conveniente darle a la mujer el lugar que se merece. Saludos cordiales
Por favor, no dejarnos llevar por impulsos feministas modernos, si leemos los textos de la literatura egipcia veremos que si bien las mujeres alli tenian derechos ausentes en pueblos vecinos, quizas por estar en Africa, habia en el antiguo Egipto un machismo que se revela en numerosos textos, un sentido de superioridad de los hombres a traves de las epocas, que resulta 'aplastante' en sus manifestaciones. Antes de opinar, leer y hallar todos esos elocuentes textos. Ejemplos: 'Instruir a una mujer es como tener una bolsa de arena cuyo costado esta abierto' (Lichtheim, AEL 3, 170), 'estomago de mujer, corazon de caballo' Lichtheim, AEL 3, 177, 'Quien es insolente entre los hombres es el primero entre las mujeres' (Lichtheim, AEL 3, 190), 'No tomes las palabras de una mujer en tu corazon, una mujer es una maldicion que no abandona el arbol hasta que lo ha destruido' (Simpson et al, Literature, The Instruction of ´Onchsheshonqy, 526), entre otros.
Por algo se resistian tanto los egipcios a aceptar faraones mujeres.
Amigo Roberto.
Antes de hacer apostolado machista deberíamos perfeccionar otros aspectos de la cultura: En castellano el imperativo no es lo mismo que el infinitivo. "Por favor, no dejarnos llevar por impulsos…" En castellano sería: Por favor no os dejéis llevar por impulsos… Por otra parte "Antes de opinar, leer y hallar…" también sería mejor : Antes de opinar, leed y hallad… que son las formas del imperativo presente en Castellano actual.
De que las mujeres de los pueblos vecinos no tenían derechos por estar en Africa y de que los egipcios se resistían a aceptar faraones mujeres… ya hablamos más adelante.
Dejen de tener miedo al feminismo,lo necesitamos.
Por otro lado, suempre crei que esto era posible.
¿No hay pues una deidad escriba?
Seshat.
Mucha egiptología cree que con demostrar que las mujeres egipcias parían, ya es suficiente. Refrescante crítica e inteligente crítica.
Amigo Fusalba:
Gracias por las correcciones aunque su español es muy hispano y no el que hablamos en mi tierra. Por mas que Reales Academias pongan reglas, la gente al usarlo las viola y las Academias corren detras aceptando luego lo que la gente usa, mal que les pese.
Pero esta no es la cuestion. La cuestion es que usted me endilgue un supuesto 'apostolado machista' que no es tal. Jamas dije que 'las mujeres de los pueblos vecinos no tenian derechos por estar en Africa' sino todo lo contrario, que probablemente la posicion especial de las mujeres egipcias puede tener un componente africano, donde mujeres reinaron en varias culturas de ese continente. Y sobre la resistencia de los egipcios a tener faraones mujeres, es claro por lo pocas que lo fueron en miles de años, y las repercusiones negativas luego, de varias formas. No sucedian naturalmente como reinas sino como regentes o por usurpacion y luego pagaban el precio si se arrogaban el trono. Solo basta leer los textos y otra evidencia que ha sobrevivido. Por algo Hatshepsut adopto rasgos masculinos para generar dudosa aceptacion.
Si no he entendido mal, el artículo no cuestiona que aquella sociedad del antiguo Egipto pudiera ser machista en un grado debatible, en lo que incide es que ese área del conocimiento que estudia aquella cultura, la Egiptología, a la hora de interpretar su objeto de estudio, lo haga desde un sesgo machista, mayoritariamente por egiptólogos, aunque también algunas egiptólogas.
Yo pienso que la pregunta final del articulo no refleja una realidad pues ya desde los comentarios de Herodoto de que en Egipto era al reves que en el resto del mundo en que las mujeres tenian mucho poder y hacian cosas que en otras partes hacian los hombres, se ha discutido esto y en general se ha aceptado el papel especial de las mujeres en la sociedad egipcia, aun en el siglo XIX esto era reconocido. Lo que la autora ignora en el articulo es el exagerado feminismo de algunos autores que les lleva a decir que las mujeres podian ser y fueron hasta guerreras apoyandose en imagenes ambiguas y de muy limitado valor probatorio, afirmando que hombres y mujeres, cada uno en sus papeles especificos, tenian un grado de igualdad social, lo que es una exageracion pues si asi hubiera sido, veriamos decemas de reinas faraonas en Egipto plenamente aceptadas, lo que nunca ocurrio. Era una sociedad principalmente de hombres decidiendo cosas, pero con mujeres cumpliendo una serie de papeles importantes, tratar de ver otra cosa es ilusorio.
¿Machismo en el antiguo Egipto? Poco sabes de historia.
Obviamente no entendemos que las mujeres de la antigüedad fueran feministas ya que este término lo inventó Alejandro Dumas hijo como burla o insulto a las mujeres que pretendían obtener derechos. Lo que plantean los estudios con perspectiva de género es recuperar la historia de las mujeres obviada o eliminada por los historiadores hombres de todas las épocas y por las Ciencias como la arqueología que se asentaron como tal en el siglo XIX, que era un mundo misógino y excluyente de todo aquello que no fuera el hombre blanco occidental.
Simplemente queremos descubrir la historia secuestrada en la que en el mejor de los casos las mujeres han llegado como hetairas, manipuladoras, envenenadoras o brujas.
Podemos encontrar multitud de textos académicos que avalen todas las visiones decimonónicas y negar todos aquellos estudios que no concuerden con nuestras ideas, es una decisión personal.