Enseñar deleitando ese es el lema de la reestructuración de un centro que asume los cambios habidos en la sociedad actual.

El Museo Arqueológico Nacional es una institución «envejecida» que, después de tres décadas en las que prácticamente no ha sufrido transformaciones, ha iniciado un proceso de renovación integral «que le convertirá en un museo más popular, encaminado a enseñar deleitando», afirmo su director Miguel Angel Elvira.

Elvira recordó que el Arqueológico mantiene el discurso museográfico diseñado hace treinta años, pensado para gente que ya sabía historia, y que estaba familiarizada con las culturas que aborda el museo, «una clase culta que prácticamente ha desaparecido».

Según Elvira, en las últimas décadas la educación se ha inclinado hacia el mundo contemporáneo, «y cada vez hay menos gente que sepa una sola palabra sobre Egipto, Grecia o Roma, culturas cuyos conocimientos se limitan a los que proporcionan las novelas históricas. Se conoce a Cleopatra como protagonista de novela, no por haber estudiado su reinado en el colegio».

El nuevo plan museográfico que se está diseñando ofrecerá unos planteamientos «mucho más asequibles para quienes no tienen esa cultura básicas pero que, en cambio, son más numerosos. El nuevo montaje debe ir enfocado a unas propuestas más populares, a enseñar deleitando y no a enseñar educando. Un museo no es ya tanto un lugar de educación como un lugar de ocio».

Para hacer realidad el nuevo discurso, el museo ha de afrontar previamente un proceso de ampliación y modernización, al que el pleno del Patronato dio luz verde el pasado mes de noviembre con la aprobación del Plan Director, dividido en cinco fases que culminarán aproximadamente dentro de seis años.

«Nos encontramos en la primera etapa en la que el subdirector del museo, Félix Jiménez, esta elaborando el plan museográfico».

El arqueológico invertirá 92 millones de euros en ampliar su espacio y poder «enseñar deleitando»

El Plan Director, con una inversión de 92 millones de euros, ganará todo el espacio que se pueda, pero sin cambiar el aspecto exterior del edificio.

«Ello se conseguirá con la construcción de una planta por debajo del jardín, que albergará la recepción, salas de exposiciones temporales, auditorio, talleres y cafetería». A estos metros ganados se suman los logrados con la subida de dos alturas de los patios, que ahora se encuentran una planta por debajo del jardín. «La colocación de escaleras y de ascensores permitirá la utilización del piso que se encuentra bajo las cubiertas», señaló Elvira, que se utilizará para despachos, biblioteca y talleres de restauración.

La nueva distribución libera zonas que se convertirán en nuevas salas del museo para ubicar mejor las piezas de la exposición permanente. Sin embargo -matizó el director- «no vamos a mostrar más piezas, probablemente se exhiban menos, pero se hará de una forma más agradable. Hoy, las obras del museo están acumuladas, lo que dificulta su mejor apreciación».

Fuente: Diario de Mallorca
http://www.diariodemallorca.es/malhoy021227/actual/23Actual.html

Reseña: Montse Borrás