Confirman culto del león en el antiguo Egipto
Por Coordinadores de AE
14 enero, 2004
Modificación: 13 febrero, 2018
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El estudio del esqueleto de un león descubierto en 2001 en Saqqara en la tumba de Maia, nodriza real de Tutankhamón, confirma que en el angiguo Egipto había un culto de ese animal y su inhumación ritual era precedida de momificación, según un estudio publicado el jueves en la revista científica británica Nature.

La Misión Arqueológica Francesa de Bubasteion (MAFB), dirigida por el egiptólogo Alain Zivie (del Centro Nacional francés de Investigaciones Científicas, CNRS), descubrió en 2001 un león enterrado, cuyo esqueleto estaba prácticamente completo, en el yacimiento arqueológico de Saqqara (35 km al suroeste de El Cairo). Varios indicios –posición de las pastas, restos de pigmentos– permiten deducir que el animal había sido momificado.

El descubrimiento tuvo lugar en catacumbas de gatos de la Epoca Helénica, asociadas al culto de la diosa gata Bastet, que fueron instaladas en el lugar de una tumba mucho más antigua, de la Dinastía XVIII, es decir que data del siglo XIV AC. Se trata de la tumba de Maia, dama de la corte que fue nodriza del joven Tutankhamón.

Esta sepultura había sido descubierta en 1996, también por la MAFB.

Algunos autores clásicos del Epoca Greco-Romana e inscripciones faraónicas atestiguan la existencia de leones (Panthera leo) entre los animales considerados sagrados y que eran objeto de culto en el antiguo Egipto.

Esos animales eran asociados a determinadas divinidades y, por ello, eran alimentados y cuidados en vida y momificados e inhumados en tumbas individuales o catacumbas al morir.

«Pero hasta el presente, ninguna confirmación de ese hecho había podido establecerse puesto que ningún león fue descubierto nunca en Egipto, salvo los huesos dispersos de la Epoca Arcaica encontrados en Abydos», señala un comunicado del CNRS.

La arqueozoóloga Cécile Callou analizó los restos del león encontrado y llegó a la conclusión de que se trata de un macho adulto, sin duda muerto de vejez. Patologías dentales (dientes gastados hasta la encía y flemones) y trazas de costillas rotas demuestran que el animal no podía vivir en libertad.

Hay todavía incógnitas respecto a este león, entre otras cosas su procedencia y cómo situarlo en la Epoca Helénica, es decir entre los siglos VI y I AC.

Según los científicos del CNRS, podría tratarse de un animal asociado al dios Mahes, hijo de la diosa leona Sekhmet. Pero, como esta diosa estaba a su vez emparentada con la diosa Bastet, objeto de culto en Saqqara, se comprende el hecho de que haya sido encontrado entre los restos de numerosos gatos momificados.

Dado ese contexto, este león, el primer ejemplar completo de la época descubierto cuando la civilización faraónica otorgaba una gran importancia a este animal, confirma que los leones eran adorados e inhumados no sólo en la ciudad de Leontópolis, sino también en la gran ciudad de Menfis, de la cual Saqqara era la necrópolis.

Fuente: Mi Punto
http://www.mipunto.com/punto_noticias/noticia_salud.jsp?tipo
=MEDICINA&archivo=040114190350.h2jwmdft.txt

Reseña: Montse Borrás

 

 

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