Nuevos y fascinantes descubrimientos en el taller de momificación en Saqqara
Por Susana Alegre García
3 mayo, 2020
Trabajos en el Taller de Momificación. Saqqara. Foto: Ministry of Tourism and Antiquities
Modificación: 10 mayo, 2020
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Equipo egipcio-alemán de la Universidad de Tübingen ha descubierto una nueva cámara funeraria en Saqqara en el complejo taller de momificación que fue descubierto en Saqqara en 2018 y han presentado interesantes resultados sobre sus investigaciones.

En julio de 2018 el Ministerio de Antigüedades sorprendía al mundo con el hallazgo de un complejo de talleres de momificación en se remonta a la Dinastía XXVI (c. 664-525 a. C.). En el hallazgo, además, se descubría un pozo funerario comunitario, de unos 30 metro de profundidad, que permite el acceso a diversas cámaras funerarias. En 2018 al menos fueron descubiertos 54 momias y esqueletos, cinco sarcófagos grandes, una docena de vasos canopos de alabastro, miles de figurillas de ushebtis y una muy rara máscara de momia de plata. Ahora, los arqueólogos han presentado nuevos hallazgos en la zona y resultados preliminares de diversos estudios.

Tras más de un año de trabajos de excavación y de documentación, los arqueólogos han accedido a una nueva cámara funeraria, escondida tras una pared tapiada, que constituye la sexta cámara en el recinto. La tumba se remonta a unos 2600 años de antigüedad, según el anuncio del Dr. Mostafa Waziry, Secretario General del Supremo Consejo de Antigüedades, ha anunciado en un comunicado del Ministerio de Turismo y Antigüedades que la cámara contiene cuatro sarcófagos de madera.

A pesar del mal estado de conservación de los sarcófagos, se ha podido determinar que en uno de ellos se enterró a una mujer llamada Didibastet, en cuyo ajuar funerario han aparecido seis vasos canopos, lo que es una rareza pues lo normal es que se trate de cuatros frascos para colocar el estómago, los intestinos, los pulmones y el hígado, recipientes que además están vinculados a las divinidades conocidas como “Cuatro Hijos de Horus”.

Los seis vasos canopos han sido sometidos a diversos estudios, entre los que se encuentra la Tomografía Computerizada. Los resultados apuntan a que al menos en dos de ellos han sido detectados indicios de tejidos humanos, ahora hay que confirmar si el resto contiene restos. Aunque aún se trata de datos preliminares es factible que Didibastet fuera sometida a una momificación especial.

Gracias al estudio efectuado a los textos inscritos en los sarcófagos y los datos aparecidos en las diversas cámaras funerarias, los investigadores han podido determinar que los enterramientos allí eran de sacerdotes y de sacerdotisas de una diosa serpiente muy poco común llamada Niutshaes, que al parecer cobró cierto protagonismo en la Dinastía XXVI.

Los nombres identificados en los sarcófagos son los de Ayput y Tjanimit, que eran habituales entre la comunidad libia asentada en Egipto desde la Dinastía XXII. Sobre el rostro de una las momias, identificada como la de una sacerdotisa de la diosa Niutshaes, es donde apareció la máscara de plata, según ha explicado el Dr. Ramadan Badry Hussein, Jefe del equipo de la Universidad de Tübingen en Saqqara. Se trata de un hallazgo relevante, destaca el Dr. Babry, ya que no se había encontrado ninguna de este metal desde 1939 y tan solo hay un total de tres máscaras de este tipo descubiertas en Egipto. También el Dr. Badry ha explicado que pruebas no invasivas de fluorescencia de rayos X han podido determinar que la pureza de la plata con la que se realizó la máscara es de 99’07 %.

Uno de los aspectos más destacados del descubrimiento del Taller de Momificación en Saqqara en 2018 fue el hallazgo de recipientes con resinas y aceites, así como otros elementos utilizados en los procesos de momificación. Estos materiales han sido analizados por un equipo de arqueólogos y químicos de la Universidad de Tübingen, la Universidad de Munich y el Centro de Investigación Científica Nacional de Egipto. Los primeros resultados de los análisis han identificado sustancias como betún, aceite de cedro, resina de cedro, resina de pistacho, cera de abejas, grasa animal y posiblemente aceite de oliva y de enebro.

«La momificación era esencialmente una transacción comercial entre una persona y un momificador, en la cual el momificador era un profesional, un sacerdote y una persona de negocios. Aprendemos de varios papiros que había una clase de sacerdotes y embalsamadores a quienes se les pagaba para organizar el funeral del fallecido, incluida la momificación de su cuerpo y la compra de una tumba o un ataúd “, ha afirmado el Dr. Ramadan Badry Hussein, según el comunicado del Ministerio de Turismo y Antigüedades.

 

Fuente:
Ministry of Tourism and Antiquities

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