Nuevas plagas en Egipto
Por Mamen Crisóstomo
30 agosto, 2008
Modificación: 25 abril, 2020
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Siguiendo con los artículos sobre la conservación patrimonial en Egipto, quisiera poner ejemplos del estado en que se encuentran la mayoría de los monumentos. Al deterioro ocasionado por el paso del tiempo y la agresión de los elementos naturales, se han unido otro tipo de “agresiones” que, de no ponerse remedio, puede deteriorar para siempre los bellos monumentos de la cultura egipcia. Podríamos hablar de las “nuevas plagas de Egipto”.

Las aves

En primer lugar, unos ejemplos del estado en que se encuentran algunos templos debido a las aves. La acción degradante de estos animales ya se trató en relación al estado del templo de Debod, actualmente en Madrid.

Empecemos por un par de templos nubios:

Templo de Maharraka

Templo de Maharraka

En esta imagen del templo de Maharraka se ve un ejemplo de cómo los pájaros echan a perder la belleza de los monumentos.

Templo de Wadi el Seboua

Templo de Wadi el Seboua

Templo de Wadi el Seboua

Templo de Wadi el Seboua

Templo de Wadi el Seboua

Templo de Wadi el Seboua

Estas imágenes corresponden al templo de Wadi el Seboua, que hizo construir Ramsés II. Como se puede apreciar, la acumulación de excrementos llega a unos extremos increíbles en algunos lugares, y no sólo están en el suelo como se aprecia en la imagen 4.

Pero esto no sólo ocurre en los templos nubios, en Luxor vemos lo mismo.

El templo de Ramsés III en Medinet Habu

El templo de Ramsés III en Medinet Habu

El templo de Ramsés III, en Medinet Habu (Luxor), sufre del mismo mal o quizá aquí, sea incluso más preocupante, pues a los pequeños pájaros se han unido las palomas. En la imagen podemos ver el lamentable estado de las paredes, las palomas anidando dentro de los relieves. Los bellos restos de colores que aún se conservan no creo que resistan esta clase de detritus.

Cita:

Los cúmulos de excremento que se aglutinan tanto en edificios, plazas públicas, y todo tipo de recintos es capaz de causar severos e irreparables daños en el patrimonio histórico y cultural materializado en monumentos, construcciones antiguas y modernas. La corrosión de las heces fecales de este tipo de animales es tal que incluso afecta a estructuras tan sólidas como el metal.

Fuente: Control de Fauna – http://www.geocities.com/controldefauna/

El templo de Ramsés III en Medinet Habu

El templo de Ramsés III en Medinet Habu

Los excrementos no son lo único con lo que las aves dañan los monumentos: están las garras de sus patas con las que se enganchan a las paredes, como podemos ver en esta imagen, y también picotean por todos lados. Son una verdadera plaga, un peligro para la conservación de los templos.

En algunos templos se ha intentado impedir su paso poniendo unas redes y, he de decir, que se nota su acción. Pero es bastante problemático impedir que se cuelen por las puertas. Además los egipcios ven de lo más normal que los pájaros aniden en cualquier parte de los templos; cuando he comentado el tema tanto con guías como con algún vigilante, la respuesta ha sido básicamente la misma: “No pasa nada, no hacen daño”. ¿Que no hacen daño? De nada servirá que se limpien estos excrementos si no se hace algo para impedir la entrada de aves, y acabarán perdiéndose pinturas y relieves.

Templo de Kalabsa

Templo de Kalabsa

En el Templo de Kalabsa esta red impide que entren los pájaros en el recinto, y… se nota.

Los murciélagos

Tampoco los templos egipcios escapan a la acción de los murciélagos. Existen paredes enteras llenas de excrementos de estos mamíferos, en algunas tan repletas de ellos que hace difícil ver los relieves o pinturas de las paredes.

Ante la duda de lo que pudieran ser en realidad esas “manchitas” me puse en contacto con la SECEMU (Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos), concretamente con su secretario Félix González (a quien agradezco su información y documentación fotográfica), para asegurarme de que realmente se trataba de eso; y después de contrastar fotos no me quedó duda, eran excrementos de murciélago lo que asolaba los monumentos egipcios.

Cita:

En las pirámides hay citadas varias especies, entre ellas Rousettus aegyptiacus, que es frugívora. Los excrementos de las especies frugívoras no tienen la consistencia que les dan los restos duros de los insectos a los excrementos de las especies insectívoras […] el vuelo de los murciélagos en esos monumentos. Si hay alguna grieta en la que se puedan esconder volarán repetidamente dando vueltas hasta acercarse a ella, muchas veces sin llegar a posarse. Si eso se multiplica por varias decenas de ejemplares se puede imaginar cómo dejan las paredes de las inmediaciones. Además de en las proximidades de sus refugios, normalmente hay más manchas de guano en los finales de pasillos ciegos o en lugares en los que se cambia de dirección (al doblar un pasillo). Que haya manchas en las paredes no quiere decir que tenga que haberlo en el suelo, desde luego habrá restos, pero no tiene que haber acumulaciones como las que pueden localizarse en los refugios o debajo de estos […]

Fuente: Félix González, SECEMU: http://www.secemu.com/

 

Recinto de Karnak, templo de Jonsu

Recinto de Karnak, templo de Jonsu

Templo de Seti I

Templo de Seti I

Templo de Luxor, capilla de Amenofis III

Templo de Luxor, capilla de Amenofis III

Aquí los restos son tan numerosos que dificultan la contemplación de los relieves. El problema de este tipo de restos es que, si bien se pueden eliminar, se trata de un proceso difícil y no está claro que pinturas y relieves resistan el proceso.

Cita:

Se supone que son piedras con cierta capacidad de filtración y el componente básico de la orina de estos bichos es la urea. Pero el de los excrementos contiene sustancias vegetales que sí que podrían complicar la tarea. Si me hablas de frescos seguro que resulta más complicado.

Fuente: Félix González SECEMU http://www.secemu.com/

Por lo tanto sería mejor erradicar estos animales de donde puedan dañar más el patrimonio, cosa perfectamente posible también.

El turismo

Pero hay otras “plagas” que amenazan el patrimonio histórico de Egipto. Plagas a las que no se pone coto, por lo menos no todo el que se debería.

Un pequeño altar en el templo de Filas sufriendo la plaga más dañina de Egipto: los turistas

Un pequeño altar en el templo de Filas sufriendo la plaga más dañina de Egipto: los turistas

Sandalias de una pequeña representación de Nefertari en uno de los colosos del templo del Luxor

Sandalias de una pequeña representación de Nefertari en uno de los colosos del templo del Luxor

Ese es el resultado de miles de manos pasadas por aquí. Los pies y las sandalias, cuidadosamente tallados, totalmente negros y el relieve desgastado. Dentro de un tiempo estará liso y perderemos la ocasión de disfrutar de una de las muestras del refinamiento del arte egipcio.

La gente se sienta donde mejor le parece, sin tener en cuenta si es la base de una estatua, o de una columna

La gente se sienta donde mejor le parece, sin tener en cuenta si es la base de una estatua, o de una columna

En la imagen vemos cómo se ha acordonado la estatua de Sekhmet que se encuentra en el templo de Ramsés III en Medinet Habu

En la imagen vemos cómo se ha acordonado la estatua de Sekhmet que se encuentra en el templo de Ramsés III en Medinet Habu

Estatua de Tutankhamon y Anjesenamon

Estatua de Tutankhamon y Anjesenamon

Pero las medidas deben ir más allá de tener que vallar estatuas y monumentos. La gente, irresponsablemente, sigue intentando tocar lo que sea aunque esté acordonado. Pude comprobarlo varias veces, una de ellas concretamente fue en el templo de Luxor: una persona intentaba tocar esta estatua de Tutankhamon y Anjesenamon para hacerse una foto, y eso pese a que una cuerda alrededor pretende preservarla.

La inmensa mayoría de los visitantes no tiene en cuenta que el roce desgasta relieves, pinturas, estatuas…, apoyan espaldas o cabezas donde sea, y tocan o tratan de hacerlo, todo lo que les parece bien para poder hacerse una foto o simplemente por tocarlo. Y qué decir de las mochilas: no se tiene ningún cuidado con ellas, da lo mismo lo que vayan rozando, debería estar prohibido entrar con ellas en “todos” los monumentos y museos. Cada día los lugares que son visitados multitudinariamente sufren todo tipo de roces; la gente se apoya donde quiere, pone la mano donde le viene en gana, y casi nadie les dice nada.

Los guardas

Debería hacerse un esfuerzo en formar debidamente a los encargados de custodiar la riqueza de su propia cultura, empezando por mentalizarlos de que no se debe dejar tocar nada bajo ningún concepto. Algunos no saben ver la riqueza de la que son depositarios, quizá porque están acostumbrados a convivir con ella y no le dan importancia. La verdad es que se ven ciertas actuaciones que ponen un poco los pelos de punta. Podría contar muchas anécdotas sobre esto, pero me limitaré a una: En mi primer viaje (2002), durante la visita a la isla Elefantina, varios vigilantes estaban empeñados en que me hiciera una foto ¡sentada en una estatua de Sekhmet! Como no sólo me negué rotundamente, sino que me indigné muchísimo, me miraron como si estuviera loca. Y esto no es un hecho aislado lamentablemente.

Museo de El Cairo

Museo de El Cairo

Esto es un ejemplo de lo dicho anteriormente, quizá el apoyar el recogedor no dañe el monumento mucho más de lo que ya está, pero es una muestra de que no se le da mucha importancia. Además, vemos que esa esquina está muy negra, posiblemente por el roce.

Capilla de Osiris en el templo de Edfú: lo que se ve en el suelo no es una gotera

Capilla de Osiris en el templo de Edfú: lo que se ve en el suelo no es una gotera

Y esto no es único, lo vi en varios sitios, por ejemplo en la sala del sarcófago en la mastaba 17 de Meidum.

Sería de desear que, como ya se ha dicho, estas personas tomaran conciencia de lo que custodian y de la mejor manera de conservarlo; las autoridades deberían hacer un esfuerzo a este respecto. Quizá la situación mejoraría si sus sueldos fueran los adecuados y no dependieran de las propinas que se les puedan dar, pues hoy en día mediante una propina… Todo el que haya visitado Egipto sabrá de lo que hablo. Por supuesto no se puede juzgar a todos por igual, pero en muchos, demasiados casos, la situación en la misma.

Las autoridades

Me llamó muchísimo la atención lo que encontré en el patio del Museo de El Cairo. Ya sabemos que por dentro es un poco confuso, aunque a algunos nos gusta el sabor antiguo que tiene, pero también encontré que era caótico por fuera. En anteriores ocasiones no le presté atención a la cantidad de piezas que están al aire libre, seguramente porque no pensaba encontrarme con tantas cosas en un jardín, aunque este jardín fuera el de un museo.

Unas estelas literalmente cercadas por materiales de construcción

Unas estelas literalmente cercadas por materiales de construcción

Una de las estelas cercada

Una de las estelas cercada

Image

Image

Image

Todo tipo de piezas, restos de columnas, bloques con relieves, sarcófagos, una esfinge…

sarcófago de Akhenaton

sarcófago de Akhenaton

sarcófago de Akhenaton

sarcófago de Akhenaton

Para terminar, veamos a los nuevos inquilinos de, ni más ni menos, la reconstrucción del sarcófago de Akhenaton.

Encontré más ejemplos de piezas sin el debido cuidado.

Estatua de la diosa Sejmet

Estatua de la diosa Sejmet

Estatua de la diosa Sejmet

Estatua de la diosa Sejmet

Restos de una estatua de la diosa Sejmet en el templo de Deir el Medina. Sin ninguna protección, este bloque permanece en el patio del templo a merced de los elementos y los animales.

Después de lo visto anteriormente creo que deberían hacerse serios esfuerzos para cambiarlo, para frenar este continuo desgaste, estas continuas agresiones, a monumentos que han sobrevivido a través de los siglos y que, puede que no sobrevivan de seguir así las cosas. Hablan de restauraciones y, de hecho, se están llevando a cabo en algunos monumentos, pero tras estas limpiezas y restauraciones deben evitarse algunas conductas que volverían a llevarlos a un estado preocupante. Debería de impedirse que nadie roce o toque absolutamente nada, deberían de adoptarse las medidas necesarias para conservar todo en el mejor estado posible. En fin, como ya he dicho antes, se trata de empezar a mentalizarnos todos de que visitar según qué monumentos no es como pasear por el campo, que hay que tener cuidado para no degradar nada, y se trata de que los encargados de la vigilancia de esta cultura hagan cumplir las normas de conservación rigurosamente.

Relieve del templo de Kom Ombo

Relieve del templo de Kom Ombo

Si no se pone remedio, llegará un día en que sólo podamos ver esto: las caras de los cautivos no han sido destruidas como venganza o para destruir la memoria de nadie, como ocurre en otros relieves; se han perdido a causa de todas las manos que se han posado sobre ellas.

 

Autora Mamen Crisóstomo

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