La tumba de Jeruef (TT 192) en El Assasif
Por Rosa Pujol
1 marzo, 2007
Modificación: 25 abril, 2020
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Si medimos la importancia e influencia de un cortesano en el Antiguo Egipto por el tamaño de su tumba, no nos cabe la menor duda de que Jeruef debió jugar un papel importante durante los últimos años del reinado de Amenhotep III y quizás primeros del de su sucesor Ajenatón. Su tumba es una de las de mayor tamaño que encontramos entre los nobles tebanos, así como de una ejecución esmeradísima.

Igualmente, durante su vida y en el ejercicio de sus cargos acontecieron hechos muy importantes desde el punto de vista religioso, como fue la instauración por parte del faraón del nuevo culto al dios único, el Atón, así como la ruptura con el clero de Amón y el traslado de la capital lejos de Tebas. Todos estos cambios y conmociones quedan de alguna manera reflejados en las paredes de su tumba, como veremos seguidamente.

El nombre de nacimiento de Jeruef era Senaa, o mejor dicho Naa, o Naai, aunque ignoramos el por qué del cambio de nombre. En su tumba aparece este nombre de (Se)naa, seguido de las palabras ‘al que se llamaba Jeruef’. Su padre era ‘escriba real del ejército’ y llevaba por nombre Siked, o Nebked. Su madre se llamó Ruiu y era ‘adorno real’, ‘cantante de Isis, Madre de los Dioses’ y ‘Cantante de Amón’. Aparentemente no tuvo esposa.

Jeruef-de Rosa

La tumba de Jeruef (TT 192) en El Assasif

No se sabe muy bien el orden cronológico en el que nuestro personaje fue adquiriendo los diversos títulos que acumuló, si bien se sospecha que quizás la posición de su madre le ayudó a escalar puestos. Su madre, como hemos dicho ostentaba el título de ‘adorno real’ y, tanto si este título significa que estamos hablando de una concubina del rey, como de una simple dama de la corte, encontramos un fragmento en Bubastis en el que se refieren a Jeruef como ‘uno a quien crió Su Majestad en el palacio’. Esto nos daría idea de que Jeruef era persona que gozaba de gran responsabilidad y que tendría acceso a la intimidad de la familia real. No debemos olvidar que el título principal por el que lo conocemos es el de ‘mayordomo de la Gran Esposa Real Tiy’, así como el de ‘Escriba Real’

Según se desprende del estudio de su tumba, que veremos después, fue él quien se encargó de la organización del primer y tercer jubileo de Amenhotep III. Fue contemporáneo de Ramose, el influyente Visir del Sur durante los vaivenes políticos que trajo consigo la sucesión de Amenhotep III. Al igual que Ramose se hizo construir una hermosa tumba. La de Jeruef es la mayor tumba de la Dinastía XVIII en Tebas.

Además de la información que nos proporciona su tumba, también contamos con dos fragmentos de estatuas del propio Jeruef que aparecieron en su interior, así como otras dos que aparecieron en Berlín. Las inscripciones de estas estatuas nos dan cuenta de la cantidad de títulos que poseyó. Igualmente su nombre aparece en los sellos de tinajas procedentes del palacio de Malqata, así como en las rocas de Asswan. Tras la muerte de Amenhotep III en el año 39, nada se vuelve a saber de Jeruef.

Historia de la tumba

Adolf Erman fue el primer egiptólogo en descubrir la tumba de Jeruef, y de una forma algo casual o anecdótica. Allá por enero de 1886 él solía ir diariamente a la Necrópolis Tebana acompañado de un mulero viejo que cada día lo saludaba diciendo: “Sé de otra tumba de la que usted no conoce nada” Al final, un día le permitió llevarle al misterioso lugar que resultó estar entre el dédalo de túneles de Assasif hasta llegar a lo que ahora conocemos como ala norte del pórtico Oeste, donde aparecen las escenas de la erección del pilar Djed Entonces dibujó las inscripciones y escenas, que más tarde publicaría Brugsch.

En 1911 Allan Gardiner descubrió las tumbas 197 y 198 que estaban conectadas entre sí, y asignó el número 192 al corredor de entrada de la tumba de Jeruef, aunque por aquel entonces aún no se tenía clara la disposición de todas estas tumbas. (Assasif es el valle que se extiende frente a Deir el-Bahari y significa “ pasadizos bajo la tierra que llevan unos a otros”) Gardiner también hizo sus propios dibujos y luego clausuró el acceso con una verja de hierro. Dos años más tarde volvió a inspeccionar la tumba acompañado de Norman de Garis Davies precisamente por el mismo lugar en que lo hizo Erman un cuarto de siglo antes, es decir, las escenas de erección del pilar djed. Gardiner anotó: “El rey y la reina han sido arrancados recientemente, pero es posible preservar el resto de la tumba”.

Treinta años después, en 1943, Ahmed Fakhry, entonces Inspector Jefe de Antigüedades del Alto Egipto, visitó la tumba en busca del origen de algunos relieves de tumbas que estaban apareciendo en el mercado. Entró por el mismo agujero que acogió a los anteriores visitantes, y allí pudo comprobar que el vandalismo era reciente, ya que los perfiles de los daños estaban blancos, el color natural de la caliza. (Las cabezas de dos princesas que llevaban 35 años en el Museo de Berlín, podrían provenir de este expolio). A partir de entonces ya si se emprendió la tarea de limpiar y proteger la tumba. Se desescombró el vestíbulo oeste del patio, y se construyó una pared bloqueando la entrada a la primera sala de columnas y otra ante la línea de columnas del pórtico. Finalmente sería el Epigraphic Survey del Oriental Institute de Chicago quien comenzó en 1957 la limpieza y conservación de la tumba, que se completó en 1969.

Como ya dijimos, la tumba nunca se finalizó, ni se ocupó. Aparecieron paredes preparadas, con las típicas delimitaciones en rojo para contener los textos, pero si el trabajo de los escultores no se finalizó, el de los pintores fue ciertamente mínimo. Solo pintaron aproximadamente la mitad de los relieves esculpidos. Los relieves son igualmente resaltados o rehundidos. Los jeroglíficos aparecen casi siempre sin policromía, aunque también quedan algunos con unos colores vivísimos, y algunos rehundidos rellenos de un espléndido color azul.

La tumba – Temática y decoración

La tumba de Jeruef no sólo es una de las más bellas de la época, sino que además es una gran fuente de información para poder comprender los hechos que tuvieron lugar en los convulsos años de la transición hacia el reinado de Ajenatón. Como ya hemos dicho se trata de la mayor tumba de la Dinastía XVIII en Tebas. Igualmente como las demás contemporáneas suyas, está sin finalizar y jamás se ocupó. Se halla situada en el lugar conocido como Assasif. La tumba constaría de un vestíbulo, un patio y dos salas hipóstilas, una transversal y otra longitudinal, formando la característica forma de “T” invertida. La sala transversal constaría de 30 columnas dispuestas en tres filas de 10, algo separadas en el centro formando una especie de ‘pasillo’ entre ambos brazos de la “T”. La sala longitudinal también tenía columnas (16), y estaba sin finalizar.

Como muchas de las tumbas de esta época quedó inacabada aunque su decoración es especialmente sutil y aporta ciertas novedades respecto a la temática a la que estamos acostumbrados. Las tumbas de nobles tebanos frecuentemente tratan de los mismos temas, viaje a Abydos, embalsamamiento, escenas de duelo con cortejo funerario, banquete ritual con familiares y difunto ante los dioses, pesada del corazón y ya una vez glorificado siendo acogido en los campos de Ialu para la eternidad. Pues bien, casi nada de esto aparece en esta tumba. Concretamente en la de Jeruef, las escenas más importantes, tanto artística como históricamente son las dos escenas conmemorativas de los jubileos reales de los que nuestro personaje fue responsable.

En las paredes NO y SO del pórtico encontramos las escenas más bellas que adornan esta tumba. Este pórtico fue el que se reforzó con una pared para preservar los relieves, por lo tanto actualmente aparece como una estrecha sala, pero en realidad serían las paredes que darían acceso a la primera sala hipóstila.

The Tomb of Kheruef - The Epigraphic Survey. Fuente: Osiris.net

The Tomb of Kheruef – The Epigraphic Survey. Fuente: Osiris.net.

En la pared SO encontramos el relato del primer jubileo de Amenhotep III (imagen 1), que podemos recrear de la siguiente manera comenzando por la parte más cercana a la puerta. Amenhotep III aparece en un espléndido pabellón sentado en su trono con la doble corona y vestidura jubilar. Tras él esta Hathor también sentada en su trono. En tercer lugar aparece Tiy con tocado de doble pluma sobre soporte de cobras con disco solar, y vestida con el estrecho vestido antiguo de doble tirante.

El texto que hay ante ellos da cuenta de la fecha del primer jubileo, año 30 día 27 de la 3ª estación (shemw) y explica que el rey está en su palacio de Malkata (Per Hay o Casa del Regocijo) y que aparece en gloria ante sus oficiales, amigos y dignatarios a los que reparte dones, oro, tejidos, comida, etc. Luego los conduce al lago para que lleven las barcas de la mañana y de la tarde hasta el pie del trono. Explica además en este texto que este jubileo ‘no se celebraba desde los tiempos de los ancestros’.

Hay aquí una escena que podría ser la precursora de la típica imagen amárnica del rey ofreciendo recompensas desde la Ventana de las Apariciones. En ella intuimos al dueño de la tumba (destruido) recibiendo los dones ante Amenhotep III y Tiy, pero no hay comunicación entre ambos, como sucede en Amarna, sino que el rey permanece en su pabellón sin contacto alguno con el recompensado.

The Tomb of Kheruef - The Epigraphic Survey. Fuente: Osiris.net

The Tomb of Kheruef – The Epigraphic Survey. Fuente: Osiris.net.

Todo este relato se puede reconocer en las imágenes, donde aparecen los personajes mencionados, la pareja real saliendo de Malkata, para acabar en la barca real, en cuya proa aparece Jeruef en primer lugar. En el registro inferior vemos a ocho princesas en cuatro parejas, dos con vasos altos y dos con vasos redondos. Estas princesas pueden ser consideradas el paradigma de la belleza de la mujer en Egipto. Sus facciones delicadas, sus posturas, sus peinados y sus caras son sencillamente deliciosas.

Tras las princesas encontramos una escena inusual en una tumba. Son escenas de bailes, cantos, música, que interpretan unas exóticas bailarinas, así como mujeres acompañándolas con el ritmo de las palmas. En este friso de bailarinas encontramos otro hecho insólito: algunos graffiti de época posterior.

Si nos vamos al otro lado de la puerta, al norte, tenemos las imágenes del tercer jubileo de Amenhotep III, siempre comenzando desde la puerta hacia la derecha (imagen 2).

The Tomb of Kheruef - The Epigraphic Survey. Fuente: Osiris.net

The Tomb of Kheruef – The Epigraphic Survey. Fuente: Osiris.net.

De nuevo aparece la pareja real en una capilla en su palacio de Malkatta. Pero esta vez sin la diosa Hathor. El rey aparece tocado con la corona Jeperesh y con faldellín y collares, no con vestidura jubilar. El trono del rey está protegido en la zona lumbar por un halcón Horus con las alas desplegadas.

Tras él encontramos a Tiy sentada en otro trono de tamaño algo menor que el de su marido. Tampoco ella va vestida con el vestido antiguo de tirantes, sino con un finísimo vestido y pectoral. Va tocada con sus características plumas sobre base cilíndrica. Pero es el trono de ella lo que más llama la atención, ya que aquí la vemos como una mujer muy poderosa. El brazo del trono muestra una imagen insólita para una reina: se trata de la representación de ésta como una leona o esfinge aplastando mujeres enemigas con sus patas. Entre las patas de su sillón aparecen una pareja de cautivas maniatadas a la espalda. Esto sería un deseo de emular, o de compartir poder con su marido, dedicándose ella a las mujeres.

En el zócalo de la capilla en lugar del pájaro rejyt lo que vemos es la personificación de los ‘nueve arcos’ con sus característicos cautivos maniatados y el nombre del país en un escudo ante ellos. Ante esta capilla estaría Jeruef, muy dañado, ofreciendo collares a la pareja real. También es Jeruef el que aparece en tres registros muy dañados llevando tras él a dos personajes, posiblemente otros cortesanos o subordinados suyos.

The Tomb of Kheruef - The Epigraphic Survey. Fuente: Osiris.net

The Tomb of Kheruef – The Epigraphic Survey. Fuente: Osiris.net.

Sigue luego una ceremonia (imagen 3) que no es demasiado frecuente hasta esta época, pero que lo será en adelante. La adoración al pilar djed, como personificación de Osiris. En esta escena vemos a Amenhotep con faldellín, jeperesh y sandalias haciendo ofrenda de una mesa repleta de manjares a la personificación del pilar djed, que se muestra entronizado, vestido, de frente y con los atributos reales. Los dos ojos aparecen entre las estrías del capitel, dándole toda la apariencia de Osiris.

La escena siguiente es la que nos muestra la propia erección del pilar. En ella vemos al rey de mayor tamaño tirando de una cuerda para poner vertical el pilar. Unos sirvientes lo ayudan tirando de cuerdas más cortas. Tras el rey está la reina Tiy. Y en un registro superior vemos a dos sacerdotes de Ptah agachados en la típica postura que luego sería clásica en el arte amárnico. En el registro siguiente vemos a 16 princesas, a las que llama ‘hijas del rey’ que presentan sistros y collares menat.

Esta sería la escena principal, pero no toda la pared. Bajo el trono vemos a Jeruef seguido de sus servidores portaabanicos, que están en una postura de reverencia que también nos recuerda fuertemente a la actitud de reverencia en época amárnica. Ante ellos una procesión de barcas cargadas de ofrendas, así como de portadores de provisiones para las mismas. La escena acabaría con escenas de conducción del ganado. Los dos registros intermedios nos ilustran sobre la fiesta que debía celebrarse en estos jubileos. Vemos bailarines, luchadores, personajes tocando palmas, mientras que unos sirvientes van llevando mesas de víveres y ofrendas. Estas eran luchas rituales en las que los contendientes eran las gentes de Pe y las de Dep, relacionadas con el mito de Horus, cuya encarnación era el rey.

Es decir, en esta tumba no hemos visto banquete funerario, ni al difunto como tema central de adoración por parte de familiares y amigos, sino que es el difunto quien reverencia a quien fueran sus señores, y muy especialmente a la reina Tiy.

Al igual que ocurre con la tumba de Ramose, aquí vemos algún indicio que ha dado pie a la teoría de la posible corregencia entre Amenhotep III y IV. Se trata de una escena (bastante dañada) a la entrada de la tumba. En ella vemos a Amenhotep IV (Neferjeperura-Waenra) haciendo una ofrenda a sus padres. Esto puede considerarse que reinaron de manera simultánea, o bien que el hijo hacía una ofrenda a sus padres ya muertos. Podemos apreciar que Amenhotep III lleva sandalias y una corona con plumas y cuernos que no es la corona atef. También presenta una diminuta piel de leopardo en la cintura, como en las imágenes de Amenhotep II en su segundo Heb-Sed. Es decir, que este atuendo sería el apropiado para el jubileo. Pero el hecho de que el rey lleve sandalias nos da pie para pensar que pudiera ser una estatua de su templo funerario, a la que su hijo hace una ofrenda.

Es verdad que el estilo artístico evidencia un sutil cambio hacia un naturalismo que alcanzaría su apogeo en Ajetatón. Esto se hace más evidente en la delicadeza de formas y en algunos personajes que, como hemos visto, ya apuntan hacia lo que sería el nuevo estilo artístico.

En resumen, esta tumba es la de un personaje muy significado, que ostentó la confianza de palacio, y sobre todo de la poderosa reina Tiy, y cuyo cargo le acarreó las más altas responsabilidades durante los últimos años del reinado de Amenhotep III.

Bibliografía

VV.AA. The Tomb of Kheruef – The Epigraphic Survey – Oriental Institute – Chicago, 1980
Pino, Cristina Arte y Eternidad – La Decoración de las Tumbas Privadas en el Reino Nuevo – Mizar – Barcelona, 2003
Porter, B. & Moss, R. Topographical Bibliography of ancient egyptian Hieroglyphic Texts, reliefs and paintings – Tomo I – Parte I – The Theban Necropolis – Griffith Institute – Ashmolean Museum – Oxford, 1970.
Weeks, Kent R. El Valle de los Reyes – White Star – 2001
Tyldesley, Joyce: Nefertiti – Penguin Books – Londres, 1990

En Internet:

http://www.osirisnet.net/tombes/nobles/kheru/e_kherouef1.htm
https://oi.uchicago.edu/research/publications/oip/tomb-kheruef-theban-tomb-192

 

Autora Rosa Pujol

 

Artículo publicado en el Boletín Informativo de Amigos de la Egiptología: BIAE anual 2007, p. 21 y sigs.

BIAE Anual 2007

 

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