En el Museo Henri Prades (Lattes-Francia), hasta el 2 de enero de 2017, puede visitarse la exposición À l’école des scribes. Les écritures de l’Égypte ancienne, cuya temática se centra en las escrituras del antiguo Egipto y en el trabajo de los escribas. La muestra la organiza el Laboratoire d’Excelence ARCHIMEDE, el Laboratoire d’ Archéologie des sociétés méditerranéennes y la Université Paul-Valéry de Montpellier, y en ella pueden contemplarse un conjunto de antigüedades cedidas para la ocasión por el Musée Calvet de Aviñón, el Musée Champollion en Figeac, el Musée d’archéologie nationale Saint Germain-en-Laye, la Université Paul-Valéry y el Musée du Louvre, a lo que hay que sumar obras pertenecientes a coleccionistas privados.
El recorrido da la bienvenida al visitante con diversos carteles informativos que permiten una introducción al marco cronológico y a las variaciones que pueden apreciarse en los signos utilizados en las escrituras del antiguo Egipto: la jeroglífica, la hierática y la demótica.
Las primeras piezas que pueden contemplarse retrotraen al visitante a los orígenes de la escritura, el momento en que la prehistoria se convierte en historia. Hay en este ámbito de la exposición piezas realmente fascinantes, como una etiqueta con el nombre de Horus Den o un llamativo recipiente con el serej de Peribsen.
Tras los orígenes, la exposición exhibe diferentes soportes en los que se presentó la escritura en Egipto (papiro, piedra, madera, tejido, cerámica, etc.), apareciendo en estelas, ostraca, etiquetas de momia, ornamentos, sarcófagos, esculturas… Tratándose de textos de carácter privado, administrativo, religioso o hasta con funciones mágicas, convirtiendo así a la palabra escrita en amuleto; no en vano los antiguos egipcios consideraban que la escritura era una invención del dios Tot y de ahí que la llamaran medu netjer “palabras del dios”.
También la muestra ofrece una reflexión sobre el hecho de que los signos de la escritura egipcia son figurativos, destacando en este ámbito de la muestra la exhibición de una azada, un objeto de uso corriente en la vida del agricultor y cuyo dibujo es un signo recurrente en la escritura egipcia.
La muestra continúa con un ámbito dedicado a los escribas y a su trabajo, atendiendo a sus herramientas y a su aprendizaje. Pueden disfrutarse en esta zona de la exposición esculturas que muestran la típica figura del escriba sentado con las piernas cruzadas y resultan especialmente emotivos objetos como una paleta con los cálamos y tintero, tablillas escolares o un delicado cutter para papiro. También resulta especialmente vívida e ilustrativa una maqueta de Imperio Medio en la que fue representado un escriba, con su indispensable paleta, registrando las cantidades de sacos que llegan a un granero.
Para terminar, la muestra presenta diversas obras bibliográficas relacionadas con los intentos de traducción de los jeroglíficos: un ejemplar de la obra de Pierio Valeriano, Hieroglyphica, de 1556 y la Lingua aegyptiaca restituta de Athanasius Kircher de 1643. No puede faltar en una muestra de esta temática la Lettre à Mr. Dacier en la que Jean François Champollion ofrecía la clave para la traducción de jeroglíficos en 1822.
Más allá la muestra nos adentra en las publicaciones de gramáticas y diccionarios que constituyen verdaderos clásicos de la egiptología. Y es interesante la reflexión que se plantea sobre el modo de publicar muchas de esas obras, como el Wörterbuch der ägyptische Saprache, e incluso se exhibe una placa de plomo de imprenta de principios del siglo XX, que es ya un objeto arqueológico si se compara con el modernísimo VÉgA (Vocabulaire de l’Égyptien ancien), una plataforma informática creada para que puedan ser consultados en línea todas las palabras egipcias conocidas y que estará disponible en 2017.
La muestra À l’école des scribes. Les écritures de l’Égypte ancienne, en definitiva, ofrece un interesante recorrido panorámico por la escritura en el antiguo Egipto, adentrándose en sus orígenes, analizando sus características e infinitos usos, mostrando el trabajo y posición de los escribas en tiempos faraónicos y, para terminar, nos introduce en el interés que esa escritura despertó muchos siglos después de que la clave para comprenderla se perdiera en el olvido, hasta conseguir Champollion el descriframiento en 1822 que ha permitido a la egiptología dar vida a aquellas “palabras del dios”, publicar los milenarios textos y, mirando ya hacia el futuro, insertarlas esas palabras en el marco de las nuevas herramientas que el desarrollo informático ha puesto a nuestro alcance.
À l’école des scribes. Les écritures de l’Égypte ancienne
Exposición en el Musée Henri Padres (Lattes)
Situado en el Yacimiento arqueológico Lattara.
Abierta al público desde el 9 de julio de 2016 al 2 de enero de 2017.
Horario visitas:
Lunes, martes, miércoles, jueves y viernes de 10 a 12 h., y de 13’30 a17’30.
Sábados y domingos de 14 a 19 h.
Más información:
Exposition «À l’école des scribes. Les écritures de l’Égypte ancienne»