Museo Vivanco de la Cultura del Vino de Briones, en La Rioja, atiende muchos aspectos de la historia del cultivo de la vid y la producción del vino, así como la presencia del vino en muchos ámbitos de la Cultura: pintura, escultura, grabados …
Para los amantes de la arqueología hay que destacar el recorrido por diversas culturas mediterráneas que presenta el museo. Así, tomando el vino como hilo conductor, se puede disfrutar de refinadas antigüedades que se remontan a las civilizaciones minoica, griega, romana, egipcia …
Las antigüedades egipcias expuestas en el Museo forman parte de la Colección de Santi Vivanco, gran apasionado por esta cultura. Entre las piezas destacan vasos de fayenza azul con el nombre de faraones como Ramsés II y Ramsés III. Se expone también un recipiente cerámico con la superficie ornamentada con la imagen de la diosa Hathor, con su característico rostro frontal y su melena rematada con unos rizos. Hathor es una de las divinidades más complejas del panteón egipcio y fue considerada protectora y maternal, se vinculó con la seducción y la belleza, y, además, también fue considerada patrona del vino en el Antiguo Egipto. Este recipiente, de aproximadamente 12 cm. de alto, se remonta a la Dinastía XXII (c. 945-712 aC).
Las vitrinas dedicadas una sección egipcia del Museo Vivanco de la Cultura del Vino muestran además diversas representaciones del dios Osiris, deidad que en el Antiguo Egipto fue relacionada con la vid. De hecho, la aparente muerte de esta planta durante unos meses al año, para resurgir con esplendor y ofrecer sus dulces frutos, fue un símbolo del resurgimiento de Osiris tras su muerte y del ciclo de regeneración para alcanzar la eternidad. Destaca, por ejemplo, una figurilla en bronce de baja época, de unos 27 cm. de altura, que muestra un Osiris, con su característico aspecto amortajado.
Entre las piezas expuestas también llama la atención un fragmento de papiro del siglo III-II aC. en el que se alude a la compra de unos viñedos. A ello sumar un singular sarcófago decorado con representaciones de guirnaldas de flores, esfinges y racimos de uvas.
También resulta interesante una estela funeraria realizada en madera que se remonta una al Dinastía XXII, realizada para un hombre llamado Senynefer. En las representaciones pictóricas que conserva aparece una mesa de ofrendas en la que el difunto entrega diversas dádivas a los dioses. Bajo la mesa se muestran lo que parecen ser dos ánforas que presumiblemente debían contener vino, al menos a juzgar por el texto jeroglífico que acompaña la escena y en La que se identifica al dios Osiris Como «El juez de los Dos Vinos y del Aceite».
Texto de Susana Alegre García