Diálogos de cafetería año 3.995
Por Rosa Pujol
18 marzo, 2002
Modificación: 3 junio, 2020
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Con el tiempo este tipo de pancartas se fueron politizando y lo de OTAN NO, BASES FUERA y GIBRALTAR ESPAÑÓ, ya no tenía ningún sentido religioso.

Sacerdotisas no había, a pesar de haber muchísimas diosas para casi todo lo imaginable. Relacionamos aquí unas pocas, de las que sabemos su función:

La Virgen de Guadalupe: Se cree que era la diosa de los pescadores. En un himno muy popular, se decía: La virgen de Guadalupe cuando va por la ribeira, descalciña por la ría parece una rianxeira[9].

La Virgen del Pilar: Esta diosa parecer ser que fue la diosa del sentido patrio, y de la españolidad por excelencia. Es la protagonista de la jota[10] que dice: La virgen del Pilar dice, que no quiere ser francesa, que quiere ser capitana de la tropa aragonesa[11]. En su origen fue la diosa de la arquitectura, y era procedente de la zona de Aragón.

La Virgen del Rocío: Debía ser la diosa de los noctámbulos y crápulas. No sólo por su nombre, que indica el amanecer, sino porque celebraban una fiesta en la que los fieles debían entrar en el templo en plena noche y raptarla para llevársela de juerga.

La Virgen de la Cabeza: Obviamente era la protectora de la cabeza.

La Virgen de la Regla: Esta diosa era la encargada de la Planificación Familiar.

La Virgen del Tránsito: Era la protectora de las carreteras, por donde circulaban los coches.

La Virgen del Remedio: Era la diosa de la medicina y farmacia.

La Virgen de la Paloma: En su origen fue la diosa de las aves, pero después debió adquirir otras funciones, ya que hay un himno dedicado a ella que dice: «por ser la Virgen de la Paloma, un mantón de la China,na,na, China,na,na, un mantón de la China,na,na te voy a regalar» Los estudiosos no se ponen de acuerdo en cuanto al significado de esto.

La Virgen de las Angustias: Diosa de las mujeres embarazadas.

La Virgen de los Dolores: Diosa de los partos y de los cólicos nefríticos.

La Virgen de los Desamparados: Diosa tutelar de los inmigrantes, negros, contribuyentes y demás desfavorecidos.

La Virgen de la Soledad: La patrona de los matrimonios separados.

Tenían en común que todas ellas eran vírgenes, por lo que no se puede hablar de cosmogonías propiamente dichas, ya que al niño lo tenían por partenogénesis, sin conocer varón. Decimos el niño, porque todas tenían el mismo: Jesús. Este es uno de los aspectos más enigmáticos de la religión cristiana. ¿Cómo un solo niño tenía tantas madres?.

Diálogos de cafetería año 3.995

Estos son los dioses más importantes, aunque luego les siguen en jerarquía los que ellos llamaban santos. Y aquí si que hay para todas las cosas. San Blas para las afecciones de la garganta. San Isidro para los agricultores, San Jorge para los dragones, San Marcos para los leones, San Nonato para cuando se pierde algo, San Cristóbal para los conductores, Santa Cecilia para los músicos, Santa Bárbara para los truenos, Santa Rita para los descuideros, Santa Clara para los huevos, etc.

Los españoles, cuando se morían, se hacían enterrar con un gran banquete, al que iban con los animales del campo. Se han visto muchas veces las inscripciones: «El muerto al hoyo y el vivo al bollo», así como «al burro muerto, la cebada por el rabo». Esto nos indica que en el banquete comían una especie de panes, y que a los burros les ponían cebada en el rabo en un rito iniciático que indicaba la regeneración del alma, en sentido inverso.

A las necrópolis las denominaban de varias maneras: «el patio de los callados», el «otro barrio»…

A veces también hemos visto la expresión «a rey muerto, rey puesto», lo cual nos indica que la sucesión en la realeza se efectuaba de modo inmediato.

En cuanto al camino que recorrían para llegar a la eternidad, primero «pasaban a mejor vida», o «descansaban», o «subían al cielo», o también «estiraban la pata», «cascaban», «palmaban», «criaban malvas», se «quedaban calvos» o «salían con los pies por delante». También decían que les ponían «El traje de madera», en alusión al ataúd. Todas estas expresiones se empleaban para decir morir. Después de morir pasaban lo que ellos llamaban el Juicio Final, en el que les proyectaban un vídeo de las perrerías que habían hecho en la vida. Según resultaban en el juicio, se quedaban en el cielo, o se iban al infierno.

El cielo era un sitio paradisíaco, a juzgar por las representaciones que tenemos. Era todo como blanco algodonoso (debían ser las nubes) y siempre estaba todo el mundo feliz, rodeado de angelitos. Los ángeles, cuyo sexo de desconoce, solo tenían cabeza. Es por ésto que no se conoce el sexo. Solían ser rubitos, con mofletes, y las alitas les salían de la nuca.

El infierno era un lugar lóbrego en donde estaban las Calderas de Pedro Botero, aunque no existen muchas representaciones de ellas. Pero, por la documentación con la que contamos, este lugar estaba regido por unos seres a los que llamaban demonios, y que se representaban con cuernos, barbita puntiaguda y un rabo acabado en una flecha. Los mencionados demonios llevaban en la mano un tridente, y tenían la piel roja. No se sabe si era el reflejo de las llamas (aquello siempre ardía) o que eran rojos de puro malos que eran. Su función era torturar durante toda la eternidad a los que habían sido malos.

Si habían sido muy, muy buenos el sumo sacerdote les hacía una fiesta y los nombraba santos. Las representaciones de los santos son, cuando menos, curiosas. Los santos más antiguos siempre están pasando unas penalidades tremendas, van vestidos con harapos y no muy limpios. También es verdad que para que se los comieran los leones en el Coliseo Romano, no se iban a vestir de domingo.

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Luego en tiempo más modernos, las representaciones de los santos son más limpias. Y van mejor vestidos, sobre todo las santas, que llevan unos mantos cuajaditos de piedras preciosas y coronas de estrellas. No obstante parece que para llegar a santo había que pasar por casos tremendos. Hay dos santas, Lucía y Casilda, que llevan los ojos y el contenido del wonderbra en sendas bandejas. Estas cosas unidas a lo del corazón fuera del pecho podría indicar una cierta tendencia a la santificación de la casquería como elemento de adoración.

¿Alguna pregunta?

Un muchacho vestido de papel albal se levantó hasta la mesa del conferenciante y le preguntó que si tenía él alguna referencia de la diosa que le iba a enseñar en una galactocopia de una revista antigua. El profesor la pasó por el holoproyector y los alumnos emitieron silbidos de admiración. Bajo un rótulo que ponía HOLA una mujer rubia, bellísima era denominada «Claudia Schiffer, diosa de la belleza».

El profesor puso cara de «enterao» y dijo:

-Si, en algunos documentos aparece esta diosa, aunque no era exactamente española, sino germana, y algo tenía que ver con la magia, siempre se referían a ella hablando de cremas, perfumes y polvos maravillosos, o quizás porque su pareja terrenal era un mago que hacía desaparecer las cosas. No es una diosa muy conocida, y no se conocen estatuas de ella. Pero efectivamente por su apariencia, bien podría ser la diosa de la belleza.

¿Más preguntas?

Bien, pues muchas gracias. Aplausos, mientras la sala se iba iluminando poco a poco (Bueno, ésto a veces fallaba, y tenían que salir a oscuras).

Acabada la conferencia salieron todos tan contentos de lo bien que habían aprendido cosas de la civilización, religión y lengua española.

Ya en la cafetería, comenzaba la charleta típica de los estudiantes, mientras todos se enseñaban sus últimos hallazgos, y se enseñaban las traducciones de lo que les había puesto de tareas el profesor. Normalmente, textos de cuentos, himnos, oraciones…

– Mira, a mí me ha salido así:

Padre nuestro que es -está claro el significado
tas en los cielos -que el yunque de forjar hombres está…
santifica a dos ¡ea! tu nombre -que bautice a dos como Jesús
Vénganos otros tu rey no -que sean otros los vengadores, no su rey
Haga se tu bol untad -que nos alimenta a todos de su tazón
As y en el cielo -que a las cartas no tenía rival
como en la tierra -esto es lo de comer en la tierra (cenas)
Dan oso y nuestro pan de cada ¡dí A! -que comían bocatas de oso
Perdón a nuestras ofensas -que nos perdona
As y como nos otros perdón amo sal os que nos ofenden -la gallina
Nonos dejes caer -que a los novenos los tira
enlaten tación -que ponga en latas no sé qué
y libra nos dé el Mal -esto es lo de Judas, que le pagaron por malo

No tiene mucho sentido, pero casi todas las palabras las he encontrado en el Móliner.

-Pues lo mío no se parece en nada a lo tuyo.

-A mi me ha salido igual, pero lo del As, yo he puesto Has, del verbo haber. Como omiten las letras, podría ser….

En ésto, una chica muy guapa, vestida de plástico rojo ajustado y los labios pintados de verde manzana. sacó de la carpeta un papel, con la copia de la página de un libro[12]. Lo puso triunfante en la mesa.

Se trataba de un dibujo muy esquemático del plano de algún lugar desconocido, en el que discurrían varios caminos señalados, con estos nombres: Jesús el Rico, Jesús el Pobre, Cristo de los Faroles, Jesús del Gran Poder. Todo ello estaba bajo un rótulo que decía: ITINERARIOS DE LAS PROCESIONES DEL VIERNES SANTO.

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Todos quedaron pasmados, y se lo quitaban de las manos. Sin duda era un plano del camino que debían recorrer las almas para llegar al cielo. El profesor, que estaba con ellos, le pidió una copia para estudiarlo con más detenimiento. Él estaba muy interesado en los caminos del Más Allá.

Otro muchacho, aportó otra copia de un dibujo más meticuloso, codificado con números y letras, con un pie que decía: INSTRUCCIONES DE MONTAJE DE LA BARBACOA DE LUXE KING SIZE MODELO GARDEN PARTY. Todos lo miraron y remiraron, pero no le encontraron el menor sentido. Debía ser muy antiguo, de la época medieval, porque ni el lenguaje resultaba conocido.

Otro, muy estudioso, les informó que había llegado a la conclusión de que multiplicando el radio del ruedo de la plaza de toros de Alcázar de San Juan por logaritmo de 10 en base 2, le daba exactamente la diezmillonésima parte de la distancia de la Tierra a la Luna.

-¿No os parece interesante?

Los demás le dijeron que les parecía una chorrada. Ante ésto, él se puso muy indignado, y sacó un trozo de papel muy antiguo, convenientemente plastificado en el que se veían unos signos cabalísticos inscritos en cinco líneas paralelas. Debajo de estos signos estaba la transliteración:

E – se – To- roe – na – morao – de – la – Luna -quea – ban – do – na – por – las – no – ches – la – ma – ná.

¿Os dais cuén[13]? No creáis que me lo he inventado. Aquí habla de un toro enamorado de la Luna. Por tanto, lo que yo he descubierto no es ninguna chorrada. Y agarrando sus trastos, se fue muy enfadado.

Todos ellos eran muy aficionados a los objetos españoles, y llevaban muchos amuletos colgados del cuello: botones[14] chapas[15] llaves[16], aunque los amuletos más preciados eran los llamados «pins[17]» , de los cuales había gran diversidad. Se cree que no todos ellos eran religiosos, aunque los del tipo «Real Madrid», «Atleti», «Barça» eran con seguridad los más extendidos. Su significado era, en cambio, desconocido.

De repente sonó un timbre, y el sesudo profesor de Españología que seguía investigando el mapa del Más Allá dio un brinco, y se encontró sentado en su cama. Tardó un momento en adquirir conciencia de donde estaba. Se levantó, se lavó la cara con agua fría y se miró al espejo. En ese momento le dio gracias a Osiris, a todos los Horus, los nonatos, los nacidos y los muertos, a la Santísima Trinidad, y ¿por qué no? a Buda y a Alá porque según parecía todo había sido un sueño. Mejor dicho una pesadilla.

Su trabajo actual de enseñar jeroglíficos egipcios no era fácil, pero infinitamente menos complicado de lo que lo van a tener en el futuro los que pretendan hacer lo mismo con nuestra civilización. Al menos los egipcios tuvieron la delicadeza de no dejarnos mucho material, pero cuando se pongan a investigar disquetes en el futuro…se van a volver locos.

Pensando ésto, se le puso cara de perverso y se volvió a la cama riéndose por debajo del bigote sin poder parar.


[1] Era un lugar donde en la antigüedad estaban los animales. Allí vivían, comían y se reproducian antes de la evolución de la manipulación genética de nuestros días.
[2] Algunos autores dicen que a este borreguito le llamaban Norit. Otros, en cambio, le llaman Cordero de Dios.
[3] Especie de engrudo que se comía.
[4] Tres o cuatro días seguidos de fiesta, que todo el mundo aprovechaba para irse al otro extremo del país.
[5] Esto puede dar lugar a futuras investigaciones en el campo de la Medicina, donde aparentemente habían llegado a grandes conocimientos en el terreno de la cirugía cardio-vascular de quita y pon.
[6] ¿se podría ver en este número una alusión a los días de la semana?
[7] Solían arrojar arroz a las parejas que se unían en el templo como símbolo de prosperidad.
[8] En tiempos de catolicismo muy arraigado, llegó a haber tres Papas rigiendo el clero. Uno sólo no habría podido con todos los herejes que había que quemar.
[9] Este himno está en el dialecto gallego.
[10] Baile de la zona del nordeste español, que consistía en dar saltos altísimos, y que se cantaba con voz estridente.
[11] Este poema parece de la época del 1808, cuando los franceses invadieron España, con escaso éxito.
[12] Hojas de papel pegadas por un extremo, que servían para leer antes de la época de los ordenadores parlantes.
[13] En un momento de la historia de la lengua española las expresiones «darse cuenta» , «¿cómo?» y «no puedo» pasaron a ser «darse cuén», «¿cómor?» y «no puedor» Se ignora el motivo.
[14] Amuletos redondos con cuatro agujeros de uso desconocido.
[15] La mayoría de ellas con la inscripción «Coca-Cola» y «El Águila»
[16] Objeto metálico consistente en un redondel perforado y un rabo dentado, que se cree era para abrir las puertas.
[17] Especie de microchips, pero que no hacían nada. Simplemente decorativos.

 

Autora: Rosa Pujol

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