Aida, el Egipto soñado… en Burgos
Por Nieves García Centeno
23 septiembre, 2020
Modificación: 2 octubre, 2020
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Burgos, 22 septiembre 2020.- Egipto nos hace soñar siempre, pero como este año 2020 se ha convertido en una pesadilla y nos impide viajar como quisiéramos, la hermosa ciudad de Burgos acoge en uno de sus museos más señeros, el de la Evolución Humana, una exposición sobre la tierra del Nilo y lo que ha inspirado desde que sus tesoros arqueológicos y monumentales fueran descubiertos en el siglo XIX.

La muestra, gratuita, se titula Aida, el Egipto soñado, y eso es porque la ópera que lleva ese nombre se convierte en el núcleo de la exposición y el pretexto para ilustrar la egiptomanía, la construcción del Canal de Suez, los inicios de la Egiptología como ciencia y el papel desempeñado por algunos españoles, como el de Eduardo Toda, considerado el primer egiptólogo español, de cuya colección personal se pueden admirar algunas piezas.Panel de acceso a la exposición

La exposición se inauguró a principios de este año, comisariada por José Manuel Galán, y permanecerá todo este mes de septiembre, por tanto, una escapadita ya mismo a la ciudad burgalesa puede ser la mejor de las opciones. Está formada por más de 150 obras entre piezas arqueológicas, libros, documentos, réplicas, fotografías y audiovisuales, procedentes de la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla y Biblioteca de la Facultad de Geológicas (UCM), la Biblioteca Museu Víctor Balaguer, la Biblioteca Nacional de España, la Fundación Casa de Alba, el Griffith Institute (University of Oxford), el Metropolitan Museum of Art, el Museo Arqueológico Nacional, el Museo del Romanticismo, el Teatro Real de Madrid, entre otros.

Malla funeraria. Museo Arqueológico NacionalIsis amamantando, PtolemaicaFoto del virrey de Egipto conservada en la Biblioteca Nacional

La pasión por Egipto ya la llegaron a tener ilustres personajes como Alejandro Magno, Julio César o Marco Antonio, y la Roma imperial vivió su particular egiptomanía. Desde entonces, algunos intrépidos viajeros quisieron acercarse a la historia de este misterioso país. Por ello, se puede ver una publicación de 1536 de Jacobus Ziegler con los puntos geográficos de interés, muchos citados en la Biblia y el Nuevo Testamento. También hay un tomo de 1653 de Athanasius Kircher, un sacerdote jesuita alemán que creía, erróneamente, haber descifrado la escritura jeroglífica. Sin embargo, el momento álgido y que permitió el inicio de la Egiptología comienza en 1798 cuando Napoleón Bonaparte emprende su campaña egipcia acompañado de naturalistas, matemáticos, artistas, arqueólogos y otros hombres de ciencia. Los resultados se plasmarían en una serie de libros titulados Description de l’Égypte, que se editarán entre 1809 y 1829. La exposición cuenta con un tomo proporcionado por la Biblioteca Nacional de España.

Publicación de Jacobus Ziegler, 1536Publicación de Athanasius Kircher de 1653

En esos años, España se quedaba al margen de lo que ocurría en Egipto, pero a mediados del siglo XIX, el cónsul español en El Cairo, Eduard Toda Güell, fascinado por la cultura faraónica, se trajo varias piezas, destacando las de una tumba hallada intacta y que él documentó, con permiso de Masperó: la de Senedjem, un artista de Deir el Medina que trabajó en las tumbas de Seti I y de su hijo, Ramsés II. Parte de la colección la vendió al MAN (es la primera entrega de piezas egipcias documentadas que recibió el museo), en ese deseo de impulsar la egiptología como disciplina científica. Por tanto, dos salas de la expo se dedican a Toda, con una reproducción del interior de la tumba de Senedjem y algunas de las piezas traídas entonces por Toda y donadas al MAN en 1887: un vaso predinástico, de Naqada I; un vaso canopo de Imseti, de Reino Nuevo; una figura de Ptah-Sokaris-Osiris y la cara de la tapa del ataúd en madera estucada y policromada, ambas de Época Baja; una mesa de ofrendas hallada en Asuán y un pectoral de cartonaje de la orilla oeste de Tebas, del período ptolemaico.

Fotos de Toda de Port Said y el Canal de SuezColección Eduard Toda

Reproducción tumba Senedjem

Otra parte interesante de la exposición está dedicada al faraón más mediático: Tutankamón. En este caso se recoge el apoyo que recibió Howard Carter de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, quien le había visitado en Egipto un año antes del descubrimiento. Por tanto, el Duque de Alba, siendo presidente del Comité Hispano-Inglés de la Residencia de Estudiantes, invitó al inglés a España dos veces para hablar de su descubrimiento, alojándole en el Palacio de Liria: una en noviembre de 1924, dos años después del hallazgo, en la Residencia de Estudiantes, aunque dos días después se vio obligado a repetirla en el Teatro Fontalba, de mayor capacidad, a la que asistieron los reyes, y otra ocasión en mayo de 1928. Para ello se muestra una interesante correspondencia entre el aristócrata y el arqueólogo. Decir que Carter dio en España su segunda conferencia sobre este descubrimiento, pues la primera fue en Escocia, en septiembre de 1923.

Zona de la muestra dedicada a TutankamonDuque de Alba y CarterCarter agradece al duque de Alba su acogida en Madrid para las conferenciasCarter le detalla al Duque de ALba la apertura de la tumba de Tutankamon, 29 noviembre 1925Entidades que piden la película sobre el descubrimiento de Tutankamon

La parte más llamativa de la muestra se dedica a la ópera Aida, la apoteosis de la egiptomanía y estrechamente vinculada a la apertura del canal de Suez, una inmensa obra de ingeniería, cuya inauguración, en 1869, presidió la española Eugenia de Montijo, emperatriz de los franceses. El gobierno egipcio, en manos del jedive o virrey Ismail Pachá, quería no sólo estrenar el Teatro de la Ópera de El Cairo sino con una pieza a la altura del acontecimiento. Aunque Verdi rechazó una primera propuesta, en el segundo intento le gustó la historia, creada al parecer por el propio jedive y Mariette. Finalmente se estrenó en la Nochebuena de 1871. El éxito fue tal que dos meses después se llevaba a La Scala de Milán. En Madrid se vio en noviembre de 1874.

Libretos del Aida de Verdi

Partitura AidaPublicaciones sobre Aida

Por ello, se pueden ver partituras de la época, y los más llamativo y espectacular de esta exposición son las piezas de la escenografía de Hugo de Ana, creadas para la inauguración de la segunda temporada del Real en 1998 y vueltas a utilizar en 2018, también en el Teatro Real, como el vestuario, las máscaras de los sacerdotes, los colosos como si de oro fueran.

Decorados AidaDetalle vestuario AidaDetalle del decorado Aida inspirado en el mueble de vasos canopos de TutankamonDetalle de los decorados de AidaVestido para AidaTrajes de los protagonistas
Lanzas. Detalle de vestuarioVestuario sacerdotes en AidaMáscaras de Anubis. Detalle del vestuario

Y por último, y no menos importante, hay un espacio dedicado al Proyecto Djehuty, dirigido por José Manuel Galán desde hace veinte años y con hallazgos importantísimos tras cada temporada en la colina de Dra Abu el-Naga, en la necrópolis de Luxor. Se puede ver una réplica de la estela autobiográfica de Djehuty, que era el supervisor del tesoro de la reina Hatshepsut, Dinastía XVIII.

Zona de la muestra dedicada al Proyecto Djehuty Tumba de Djehuty en 1909Réplica de la estela de Djehuty

Más información:
https://www.museoevolucionhumana.com/es/horarios
http://www.fundacionsiglo.es/web/jcyl/FundacionSiglo/es/Plantilla100DetalleFeed/1284235399249/Evento/1284924992811/Comunicacion

 

Por Nieves García Centeno

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