Gran Himno al Nilo
Por Susana Alegre García
24 junio, 2017
Vista del Nilo cerca de Asuán
Modificación: 10 agosto, 2017
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En recuerdo a Víctor Rivas, creador de AE, hoy que se cumplen cuatro años sin tenerle entre nosotros.

<<Te saludo, Oh, Nilo!
que provees la tierra y vigorizas Egipto,
misteriosa naturaleza de la oscuridad en pleno día.
Oda a quien hace vivir las campos creados por Re,
para que viva todo el ganado;
tu que evitas el desierto desde donde tu agua desciende distante.
Ella es el rocío que desciende del cielo,
la amada de Gueb que trae el grano
y provee el obrador de Ptah.

Señor de los peces, que trae a las aves migratorias,
sin que una sola migre fuera de temporada.
Creador de la cebada, productor de trigo,
que hace que los templos estén en fiesta.
Si no llegas, entonces las respiración se obstruye, todos los hombres quedan en la miseria.
Escasean hasta las ofrendas a los dioses
y millones de hombres perecen.
Los robos llegan hasta las fronteras,
los grandes y los humildes vagan sin dirección,
pero al fin todos se acercan a ti, ya que Khnum los ha modelado a todos.
Cuando te elevas, el país está exultante
y todos los hombres están alegres;
cualquier labio ríe,
todo el mundo sonríe.

 Tu que traes alimentos, que eres rico en víveres,
creador de todo lo bueno.
Prestigioso Señor, de fragancia dulce,
lleno de gracia cuando vienes,
que produces heno para los rebaños
y proporcionas animales para el sacrificio a cada dios.
A pesar de que se encuentra en la Duat, el Cielo y la Tierra dependen de él.
Él impulsa el Doble País, llena los almacenes, engrandece los graneros. Él da bines a los pobres.

 Agua que desborda las colinas
sin encontrar freno en tu vagar,
sin que tu voluntad tenga guía.
Generaciones de niños te acompañan,
te saludan como a un rey,
cuya ley es estable cuando regresa a su tiempo.
Que llena el Alto y el Bajo Egipto
y cada hombre bebe de ella,
colmándolos con sus bondades.

 Aquel cuyo destino es la alegría
y que todo corazón alegra.
Aquel que trae a Sobek y que dio origen a la inundación.
La Enéada, que está en él, es santa.
Su esputo que riega los campos y que boga sin cesar,
que ablanda el suelo de todo el país,
que enriquece a uno y empobrece a otro,
sin que nadie pueda jamás ir a juicio contra él.
Creador de paz que no se puede desafiar.
Nadie le puede imponer fronteras.

 Aquel que ilumina a los que salen de las tinieblas y la necesidad. Su fuerza es todo lo que ha venido a la existencia.
No existe territorio en el que se pueda vivir sin él;
en el que se vista a los hombres sin el lino que él ha inaugurado, haciendo que Hedjhotep esté activo en su trabajo, que actúa cuando Shesmou generando sus aceites.
Ptah ensambla con su esputo,
todos los oficios vienen a la existencia por él,
todos los escritos de las palabras divinas,
pues él cuida de los papiros.

 Cantamos para ti este canto en el arpa.
Cantamos para ti esta canción con las manos.
Los más jóvenes tocan la pandereta para ti.
Una multitud de personas celebran por ti.
Vienen cargados de productos preciosos y adornados con aceites finos.
Tu que refrescas el color y los miembros de los hombres, que haces vivir los corazones en el seno de las mujeres y que deseas una multitud de ganado de todo tipo.

 Cuando te elevas, entonces los ciudadanos hambrientos
se sacian con los buenos productos del campo,
llevan la jarra a la boca y el loto a la nariz.
Todos los productos abundan y la hierba crece.
El que come, del hambre se olvidó.
La felicidad llega a todos los lugares,
el país entero se estremece de felicidad.

 Cuando la inundación llega se te hacen ofrendas,
se matan bueyes para ti,
se hacen grandes ofrendas solemnes,
se engorda a la aves,
se atrapan antílopes en el desierto,
se proporciona fuego a tu altar.
Se hace ofrenda a cada dios como se hace ofrenda a Hapy: resinas olorosas, aceites finos, ganado vacuno, cabras, aves… se entregan en sacrificio.
Hapy es poderoso en su cueva.
No se conoce su nombre en la Duat,
ningún dios puede aparecer bajo sus formas.

 Todos los hombres exaltan la Enéada,
asombrados de lo que hizo su hijo, el Señor del universo, haciendo florecer el Doble País!
Florece ¡Oh oculto!
¡Ven sobre Egipto!
Aquel que hizo existir las leyes,
que revitaliza las dos riberas.
¡Resurge Nilo! ¡Oh oculto!
que haces vivir a los hombres y al ganado,
regalándoles el verdor de los campos.
Radiante! ¡Oh oculto!
Nilo, resurge, ¡Oh oculto!>>.

El texto que aquí se recoge es una adaptación del llamado Gran Himno al Nilo ( ver A. BARUQ,F. DAUMAS, Hymnes et prieres de l’Égypte ancienne, 1980), cuya redacción puede proceder según algunos autores de finales del Reino Antiguo o del Primer Período Intermedio, aunque se conoce especialmente gracias a copias escolares de época ramésida. Se trata de una obra clásica de las escuelas de escribas y es una de las más notables obras literarias del antiguo Egipto, en la que se presenta al río y a la inundación como poderosas fuerzas divinas de las que todo depende y a las que se rinde alabanza.

Además de loar al Nilo y a la inundación (Hapy), en este himno se menciona a divinidades como Khnum, que según la tradición mitológica egipcia era capaz de modelar a los humanos con barro en su torno de alfarero. También se nombra a Hedjhotep, dios del tejido, y a Shesmu, dios vinculado con los perfumes. A ello sumar que en el texto se alude al “esputo” de la Enéada y el de Ptah (aunque en algunas traducciones, quizá para resultar más poéticas, aparece como “espuma”). Este “esputo” es una referencia a la mitología cosmogónica egipcia, donde tanto la saliva, como el vómito o el semen, pueden ser medios utilizados por el divino creador.

También puede resultar llamativo que al hablar de Hapy se mencione que “es poderoso en su cueva”. De hecho, algunas fuentes egipcias aluden a una remota cueva donde supuestamente habita el dios Nilo, lugar sagrado desde donde se creía que emergen las aguas que llegan hasta Egipto.

Hapy en su cueva2.aeRepresentación del templo de Philae que muestra al dios Hapy en su cueva, vertiendo desde allí el agua del Nilo. 

Resulta interesante a lo largo del texto observar que el Nilo y la inundación se presentan como fenómenos benéficos, en contraposición a los desastres que se generan ante la ausencia de sus aguas. Esas aguas son la fuente de toda alegría y, a la vez, alejan de Egipto cualquier calamidad o necesidad. Hay solo breves menciones a los efectos dañinos que, en ocasiones, la crecida podía tener.

En el texto son llamativas expresiones como “cuando te elevas”, refiriéndose a la crecida del Nilo, fuente aquí de toda vida, regocijo, orden y alimento; siendo una expresión que inevitablemente recuerda a los himnos a Atón donde se utilizaron los mismos términos para referirse al astro solar elevándose en el firmamento.

Es singular que en el propio texto se afirme que se trata de un canto para ser acompañado con arpa, aspecto de gran relevancia al tratarse de un documento que se considera que es un “himno”. Así que podemos imaginar que efectivamente se trata de un himno que debía tener su propia música, para ser cantado en las celebraciones relacionadas con el Nilo, quizá especialmente durante la crecida y tal vez en agradecimiento durante las cosechas. Pero además se alude a “cantar esta canción con la manos”, lo que debe referirse a los distintos gestos y posturas realizadas con las manos y dedos por los intérpretes musicales egipcios, parece que para dirigir o indicar movimientos melódicos; el arte de la quironomía.

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