Ammit
«3mmt» (Ammit) o «3mmwt» (Ammut) «la devoradora», es el ser demoníaco híbrido, representante de las fuerzas del mal, con un cuerpo formado por partes de cocodrilo, león e hipopótamo. Su representación en la «pesada del corazón» (en cuyo órgano situaban los egipcios la memoria), psicostasis o «juicio de Osiris», en las escenas funerarias, es la de encontrarse pacientemente sentado observando estrictamente el fiel de la balanza para devorarlo en el momento en que el platillo donde se encuentra el corazón del muerto se incline hacia abajo o hacia arriba (figs. 24, 25, 26 Y 28).
De modo que se va a ir creando, junto a esta figura y en la evolución teológica, una serie de atribuciones: Ammit no sólo devora al «pecador»; es decir al transgresor de las normas éticas y sociales, sino que lo tortura y lo quema con fuego, haciéndole así desaparecer para toda la eternidad e impidiéndole una vida futura «eterna» contemplando a los dioses.
Junto a Ammit, están otras potencias malignas e infernales como el detestable Apopi (conjuro VII del «Libro de los Muertos») que es una serpiente gigantesca, encarnación del mal, simbolizando la oscuridad. Esto es lo que representa el papiro de Hunefer (1379 a.C.) donde, identificado como un gato, el difunto con Ra mata a la serpiente. Es, pues, Apopi el dios serpiente del mundo subterráneo cuyo poder se opone al dios sol, Ra.
Vemos aquí ídentidades sospechosas con el precepto bíblico: 3.14: «Y procedió Jehová Dios a decirle a la serpiente: Porque has hecho esta cosa (invitar a Eva para que coma del árbol del conocimiento del bien y del mal), tú eres la maldita de entre todos los animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida. 3.15: Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. El te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón»; los espíritus con cabeza o rostro de cocodrilo (conjuros XXXI y XXXII, del mismo texto); los demonios-serpiente (conjuros XXXIII, XXXIV Y XXXV) o simples demonios (conjuro XXXVI)[62]. Ciertamente en la iconografía demoníaca egipcia casi todos ellos son animales híbridos del entorno nilótico en la época a que nos remontamos: Hipopótamos, serpientes pitones, cocodrilos, cerdos, leones, etc. Son animales no humanos. Y curiosamente, Ammit siempre tiene morro de cocodrilo aunque, a veces, su cabeza se adorne con una hermosa melena leonada, en otras ocasiones se trata de un cráneo de reptil.
[62] «Salida del alma hacia la luz del día». Texto jeroglífico traducido por Wallis Budge. Ed. Kegan Paul, Trench and Trüber. Londres, 1898.