El «orden cósmico» M3çT
El concepto de «M3çt» (Maat) interpretado como «Orden Cósmico» juega, para Assmann[23] un papel tan importante como el de hacer de «eje axial»; es decir, el prototipo de una filosofía prehistórica, hasta el punto de encontrarse como noción en toda la documentación que nos ha llegado de Egipto a lo largo de toda su civilización.
M3çt, representada como un ser de sexo femenino, pertenece al panteón de dioses egipcios y, a través de los tiempos, fue unas veces hija, y otras madre de Ra, y figura como compañera inseparable de Toth, escriba de los dioses y «señor de la verdad», asistiendo a la psicostásis o «pesada del corazón». El capítulo CXXV de «rw nw prt m hrw» (ru nu peret me geru) o «capítulos para salir a la luz»[24] (fig. 26) contempla al «Señor de la sala de las dos m3çt, y que corresponden a sus ojos; es decir, a la «visión justiciera».
Como palabra no se puede traducir, y a modo de acercamiento podríamos decir que es «verdad», «justicia», «orden». Como dice Anthes[25] «la paráfrasis de M3çt podría tener dimensiones de una verdadera Kulturges chichte egipcia». Pero aceptar este concepto significa englobar nociones como verdad, autenticidad, justicia, orden, sacrificio, e impide limitarla a una expresión puramente semántica. De tal suerte que podemos decir que M3çt es el «centro» de la ética y ésta es el «centro» de M3çt. Así pues M3çt está, tanto en la naturaleza en sí, como en la sociedad, desde el mismo momento de la creación del mundo, como un todo armónico, y de ahí derivan las nociones de derecho, orden, justicia y verdad. De modo que ella es el orden cósmico o universal, reuniéndose en su esencia el «ser» y el «deber»[26] de la naturaleza y de la sociedad. La naturaleza «es» el orden cósmico universal; la sociedad «debe ser» el orden humano o ética. Esto es precisamente lo que le hace decir a Parsons[27] que las primeras civilizaciones, como sociedades cosmológicas viven en un universo «socio-cósmico». Así que, el concepto «orden universal» o Weltordnung, aparece como principio regulador que gobierna el cosmos y el mundo humano, la naturaleza y la cultura, siendo un elemento esencial del discurso teórico en las disciplinas socio-antropológicas. De tal suerte que la teoría moderna ha llegado a descubrir el principio común y fundamental de las primeras civilizaciones que, precisamente en Egipto, se personaliza en M3çt.
Primero Derchain[28], y después Frankfort[29] trabajarán sobre el concreto papel que el Horus tiene para el mantenimiento del orden cósmico. Y para Assmann[30] el concepto de M3çt será la gran creación del Antiguo Imperio, y fue el centro de su organización política como idea unificadora por la que podía mantener a los egipcios que habitaban el valle nilótico desde el delta hasta la primera catarata, bajo un dominio común. Así puede decir Bergman[31] que M3çt es «el mito fundamental del Estado». Y ya, desde tan lejanos tiempos M3çt será la ley por la cual el mundo existe en armonía y por la fuerza creativa de Ra, su padre, impidiendo el caos primordial.
[23] ASSMANN, J.: Maat, l’Egypte pharaonique et I’edée de justice sociale. Julliard Alergon (Orne. France).
[24] Entre las publicaciones en lengua española, cabe destacar a los siguientes autores, y cuyos datos completos figuran en el índice general: Rachewiltz, Wallis Budge; y la poética, que sigue a este último autor, de Laurent.
[25] ANTHES, R.: Die Maat des Echnaton von Amarna. JAOS (supl. N.o 14) 1952; pág. 2, n.o 3.
[26] Miles de años antes de enunciar Kelsen su «deber ser» jurídico.
[27] PARSONS, T.: Societies. Englewood Cliffs. New Jersey, 1966.
[28] DERCHAIN, Ph.: El poder y lo sacro. Bruselas, 1962 (págs. 61/73).
[29] FRANKFORD, H.: Kinghip arid the Gods: A Study of Near Eastern Religion as the Integration of Society and Nature. The University of Chicago, 1948.
[30] ASSMANN, J.: Maat, l’Egypte…, vid. nota 18.
[31] BERGMAN, J.: «Zum «Mythus vom Staaf’ im alten Agypten», en H. Biezais (de.) The Myth of the State (Scripta Instituti Donneriani Aboensis VI) Stockholm, 1972.
