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Cicerón: Su nombre era Marco Tulio. Filósofo, orador, escritor y político italiano. Considerado como uno de los más famosos abogados de su época. Como literato se convirtió en el modelo de la prosa latina clásica.
Hatshepsut: Reina de Egipto (1503-1458 a.C.) Hija del faraón Tutmosis I y su esposa Aahmes de la dinastía XVIII. Llega al trono al casarse con Tutmosis II hijo no legítimo de su padre con una mujer del pueblo. Al fallecer su esposo se le permitió gobernar como reina regente a partir del año 1473 a.C. y durante 15 años. A pesar de las intrigas de la corte y gracias a sus aptitudes y habilidades políticas pudo regir con completa autoridad. En su gobierno no hubo guerras, pero se incrementó el poderío de Egipto y su país logró gran prosperidad. Se favoreció el desarrollo de las artes y nuevas formas de ingeniería. Realizó expediciones para conseguir marfil, oro, especias y maderas aromáticas. Su sucesor y hermano, Tutmosis III intentó borrar el rastro de gobierno de Hatshepsut y ordenó que su nombre fuera borrado del templo construido por ella en el Valle de los Reyes. Pero su memoria sobrevivió hasta nuestros días y se cuentan con suficientes datos para reconstruir la vida de esta reina egipcia que logró hacer prosperar la mayor civilización de su tiempo.
Uadi Natrum: Conocida como la “Ciudad de los monasterios”. Se encuentra a unos 100 kilómetros de la capital de Egipto, El Cairo, y rumbo a la ciudad de Alejandría. En la antigüedad se ubicaba en la región conocida como bajo Egipto. El inicio de su construcción, enmarcada en el siglo IV a.C. se debió a la decisión de un grupo de monjes coptos de alejarse de los lugares concurridos para ir en busca de paz y soledad. Inicialmente se edificaron pequeños monasterios que se sustituyeron por construcciones más suntuosas que llegaron a un total de 50. En la actualidad solo se conservan 4, los demás fueron devastados por las múltiples batallas vividas en esa región. Los monasterios de Deir Amba Bishoi, Deir Baramos, Deir el-Suriany y Deir Abu Makar tienen muros de más de 10 metros de altura. En ellos pueden observarse sus monjes con largas barbas y hábitos negros con capuchas bordadas en dorado. Sus instalaciones son muy visitadas en la actualidad por los turistas.
El-Kab: Nombre que representa a dos antiguas ciudades egipcias construidas a ambos lados del río Nilo. Sobre la parte occidental se encuentra Nekhen, conocida también como Kom el Ahmar. En la orilla opuesta se ubica Nekheb. Es una ciudad que se ubica en el período predinástico. La ciudad de Nekheb se convirtió posteriormente en una ciudad griega. Se considera una urbe de gran importancia hasta la construcción de Menfis. Su diosa protectora era Nekhbet. La parte más antigua que se conserva se encuentra rodeada por una gruesa muralla protectora, lugar donde se encuentran restos de un templo romano y de un lago considerado sagrado.
Mito de Osiris: Cuentan que al principio de los tiempos, Isis y Osiris eran los reyes de Egipto. Seth al ver que su hermano Osiris era el faraón sintió envidia y quiso eliminarlo. Para ello diseñó una caja en la que Osiris cupiera y en un banquete instó a su hermano a que probase si cabía, con el pretexto de que si entraba perfectamente la caja sería suya. Engañado Osiris hizo la prueba y Seth la selló con plomo, lanzó la caja al Nilo y Osiris murió. En su incansable búsqueda, su esposa Isis encontró mucho tiempo después la caja y constató que su esposo fallecido continuaba allí dentro. Seth mientras Isis dormía despedazó el cuerpo de Osiris y regó sus partes por Egipto. Isis y su hermana Neftis, también esposa de Osiris, emprendieron la búsqueda nuevamente y en cada lugar que se encontró una parte del cuerpo de Osiris, se erigió un templo. Después de reunir todos los fragmentos de Osiris fueron unidos con lino y quedó momificado. Para revivir a Osiris, su esposa Isis, la diosa de la vida y la magia, practicó junto a Anubis algunos rituales para convertirlo en el señor del mundo del más allá y Dios de los Muertos. Sin embargo, dice la leyenda que no fue el cuerpo de Osiris el que volvió a la vida, sino que a través de la momificación, el Ka y el Ba se encontraron y el Akh se creó.
Dinastía IV: Forma parte del Imperio Antiguo de Egipto que se inicia en el 2630 a.C. con el reinado de Seneferu y termina en el 2500 a.C. con el de Shepseskaf. En esta etapa se mantuvo Menfis como capital del país. Se destaca que fue una época de grandes construcciones. Ejemplos de ellas son las Grandes pirámides de Guiza, los Templos del Valle y la Gran esfinge de Guiza. Se cuenta que casi todos los reyes de la Cuarta Dinastía mandaron a construir al menos una pirámide. Aunque alguna vez se creyó que los constructores de esos monumentos fueron esclavos, sin embargo, estudios arqueológicos han demostrado que fueron grupos de campesinos de todo Egipto que trabajaban cuando la inundación anual del Nilo cubría sus campos. Documentos y algunas leyendas de Herodoto han dado fe de los trabajos forzados a los que fueron sometidos estos trabajadores, así como el papel de algunos reyes de esta etapa que se recogen como tiranos.
Papiro III de Bulaq y Papiro número 5 158: Datan de la época romana y se tratan de manuales de momificación. Incluyen oraciones y encantamientos. En él se menciona la aplicación de ungüentos, amuletos y vendas.
Vino de palma: Los egipcios producían vino de palma a partir de la savia de las palmeras datileras. Para ello hacían una incisión en lo alto del tronco de la palma y recolectaban la savia que salía por los cortes realizados. Este vino se produce en la actualidad en el oasis de Siwa y se llama lagbi. Era muy utilizado para lavar los cuerpos de los difuntos en el proceso de momificación. Se considera que los egipcios fueron desde sus inicios buenos fabricantes de vino (blanco, negro y rojo), elíxir que siempre se consideró ofrenda obligada en las tumbas desde las primeras dinastías. Los procesos de fabricación de vino se representan en las paredes de muchas tumbas egipcias.
Vasos canopos: Recipientes empleados en el Antiguo Egipto donde se colocaban las vísceras de los difuntos después de lavarse y embalsamarse. Ellas tenían la función de mantener la imagen del cuerpo del fallecido. Los vasos canopos se introducían en una caja de madera. Existen cuatro tipos de vasos canopos que representan a los Hijos de Horus, que son los encargados de evitar la destrucción de su contenido. Esas divinidades son Amset: vasija con tapa en forma de cabeza humana donde se guardaba el hígado. Hapy: vasija con tapa en forma de cabeza de papión, lugar donde se depositaban los pulmones. Kebehsenuf, vasija con tapa en forma de cabeza de halcón donde se ubicaban los intestinos y Duamutef, vasija con tapa en forma de chacal, con el estómago del fallecido. Cada vaso estaba protegido por una diosa titular (Isis, Neftis, Selkis y Neit) y debían estar orientados hacia los cuatro puntos cardinales: el hígado al Sur, los pulmones al Norte, los intestinos al Oeste y el estómago al Este.
Horus: Dios celeste en la mitología egipcia –Hor-. Se le considera iniciador de la civilización del Nilo. Es una deidad conocida desde la época predinástica. Su nombre en griego Horos y su deidad Apolo. En Egipto fue representado como un halcón o un hombre con cabeza de halcón. También como un disco solar con alas de halcón desplegadas sobre puertas y salas de los templos. Forma parte de la triada Osiriaca: Osiris, Isis, Horus. Según la mitología Geb –la tierra de Egipto- y su esposa y hermana Nut –el cielo- dan vida a dos varones, Osiris y Seth y a dos mujeres: Isis y Neftis. Osiris se casa con Isis y Seth con Neftis. La leyenda cuenta de los innumerables enfrentamientos entre Osiris y su hermano Seth. Gracias a un engaño Seth logra asesina a Osiris, lo descuartiza, oculta sus restos y los reparte por todo Egipto para evitar que sea encontrado. Isis logra recuperar todos los restos de su difunto esposo Osiris pero hubo una parte que nunca pudo hallar, el pene. Isis utilizó sus poderes mágicos para resucitarlo y a partir de ese entonces gobernaría en el país de los muertos -la Duat. Utilizando sus poderes mágicos, cuenta el mito que Isis concibió a Horus, hijo del resucitado Osiris. Al poco tiempo de nacer fue escondido por su madre y lo dejó al cuidado de Thot, dios egipcio de la sabiduría, que lo instruyó y crió hasta convertirse en un excepcional guerrero. Al llegar a la mayoría de edad Horus lucha contra Seth para recuperar el trono de su padre. Seth quedó como el dios del Alto Egipto y Horus del Bajo Egipto. Luego Horus fue el dios de todo Egipto, mientras que Seth el Dios del desierto y de los pueblos extranjeros. Este mito tiene como significado la lucha entre la fertilidad del valle del Nilo (Osiris) y la aridez del desierto (Seth). Como dios solar, Horus defiende la barca de Ra contra la serpiente Apep. Durante el juicio de Osiris o juicio final, según se describe en el Libro de los Muertos, Horus es el mediador entre el difunto y Osiris.
Mirra: Arbusto que crece de forma espontánea en Arabia, Egipto y otros países de la región. Pertenece a la familia de las Burseraceasy su nombre científico es Commiphora molmol. Destila una especia de goma resinosa en forma de lágrimas, de sabor amargo, aromática, de color amarillo que al secarse toma una tonalidad pardo-rojiza. Ha sido considerado como uno de los bálsamos más antiguos de la historia de la humanidad. Fue utilizada por los egipcios en sus ritos al Sol, para embalsamar y aromatizar sus aposentos fúnebres. A la resina de la mirra se le atribuyen propiedades medicinales como estimulante, tónica y con buenos resultados al aplicarse en afecciones bucales.
Goma arábiga: Se conoce desde hace más de 5,000 años y era comercializada desde entonces por los egipcios. La usaban para la momificación, como espesantes en cosméticos y para la perfumería. Tuvo un periodo que cayó en el olvido y es redescubierta por navegantes europeos en el siglo XV en África Subsahariana. Se describe que fue la causa de la llamada “Guerra de la Goma” en el siglo XVIII, tras la cual Francia se quedó con el monopolio de la goma en el mercado europeo. La goma arábiga se obtiene de varias especies de árboles de las Acacias, de las cuales existen más de 700 especies, siendo las principales fuentes la Acacia senegal y Acacia seyal. Se presenta como resina sobre grietas de la corteza de los árboles, y se obtiene como parte del proceso de cicatrización de estos árboles -conocido como gomosis- que tiene como función cerrar sus heridas y evitar la entrada de gérmenes. Para su extracción se realizan series de cortes a los árboles en explotación para obtener una mayor cantidad de esta resina. Tiene color ámbar y está compuesta por una mezcla compleja de polisacáridos y proteínas que varían en dependencia del origen de la goma. En la actualidad se usa como espesante en alimentos, en particular en la confitería, la fabricación de aguas bicarbonatadas y jugos, y se aplica con variados usos en la industria farmacéutica.
Ojo de Horus: Es considerado como uno de los amuletos sagrados del antiguo Egipto y uno de los más potentes contra el mal de ojo, pues según se describe hace bajar la vista del malvado y anula sus influencias negativas. Se le otorgan propiedades protectoras contra el robo, la ignorancia, la pobreza y los problemas de salud. El origen de este mito surge de las luchas encarnizadas de Horus contra Seth para vengar a su padre Osiris. En el transcurso de estos combates, Horus pierde el ojo izquierdo, pero gracias a la intervención de Thot, el dios de la sabiduría, el ojo de Horus fue sustituido por el Udyat, para que pudiera recuperar la visión. Este ojo estaba dotado de cualidades mágicas. Su fama se extendió desde Egipto hasta Grecia y Roma y otras culturas de la cuenca mediterránea. Además de ser colocados como protectores corporales fue colocado en las puertas de tumbas, en los ataúdes y en los sarcófagos para proteger a los cuerpos momificados del mal y para garantizar el paso a la otra vida. Su representación como amuleto consiste en un ojo con una ceja y un párpado superior muy marcado, la pupila es grande, redonda, y bajo el párpado inferior hay dos trazos que caen hacia abajo, uno de ellos corto y perpendicular y el otro diagonal más largo y acaba en un rizo cerrado. Se relata que esas dos marcas en el párpado simulan las manchas oscuras que tiene el halcón en un lado de la cabeza. Es por eso que aunque a Horus se ha representado de varias maneras, la que más se describe es como un halcón o como un hombre con cabeza de halcón.
Escarabajo: Fue utilizado por los egipcios como amuleto y hoy se considera como uno de los talismanes más antiguos del mundo. Los egipcios lo consideraban como animal simbólico de protección que representaba la vida, lo relacionaban con la reproducción, la virilidad, la sabiduría, la renovación y lo vinculaban a la inmortalidad. Es por ello que el pueblo egipcio lo veneraba como divinidad que representaba al dios de la creación. El origen de este mito está en la forma que observaron los egipcios a estos abundantes insectos en la tierra del Nilo. Pensaron que el hecho de acarrear bolas de estiércol por la tierra estaba relacionado con la manera en que los dioses hacían rodar el Sol de un lado a otro del firmamento. Al evaluar que el Sol les otorgaba a calor y vida concluyeron que los escarabajos eran símbolos de generación. Así comenzaron a fabricar amuletos donde se reproducía la figura del escarabajo con el deseo de alcanzar la fuerza para la creación. También observaron que el escarabajo cavaba profundos agujeros en la tierra donde depositaban el estiércol que transportaban y que posteriormente de ellos salían nuevos ejemplares. Por eso pensaron que los escarabajos originales volvían a nacer y le otorgaron el don de la inmortalidad. El escarabajo como símbolo divino se encuentra en el dios Jepri, representado como un hombre sentado en un trono con la cabeza de escarabajo. Ejemplo de ello se puede encontrar en la tumba de la reina Nefertary, esposa de Ramsés II de la dinastía XIX, ubicada en Tebas en el valle de las reinas. En la orfebrería egipcia se encuentra con frecuencia en joyas en las que se representa el escarabajo, como en la pulsera encontrada en la tumba de Tutankamón, que tiene un inmenso escarabajo de color azul oscuro. En los cuerpos de animales sagrados momificados también se han encontrado escarabajos como amuletos, así como pintado en relieves de las tumbas, en las paredes de grandes templos, en papiros y en todo lo que contiene escritura jeroglífica.
Miera: Aceite espeso y amargo destilado del enebro (Juniperus communis). En la actualidad se debate e investiga para demostrar si la llamada miera utilizada por los egipcios era procedente del enebro o del cedro (Juniperus oxycedrus), conocido también como enebro de la miera o cedro de España. Esta planta se diferencia del enebro común en el número de bandas blanquecinas que presenta en el haz de las hojas. En el enebro existe una sola banda y en el cedro dos bandas claras separadas por una línea verde oscura. Un grupo de científicos químicos alemanes plantearon en el 2006, trabajo publicado posteriormente en la revista Nature, que análisis realizados con las resinas de embalsamamiento en la momia de Saankh Kare en el El-Bahari de Deir en Egipto con el empleo de técnicas cromatográficas permitieron comprobar que se trataba de extractos de cedro y no de enebro. Sin embargo los estudiosos alemanes creen que la razón para la confusión pudiera estar dada en la presencia de partículas de enebro en los cuerpos embalsamados o a confusiones o inexactitudes en las traducciones, pues el término kedro se utilizaba indistintamente para cedro y enebro. Esta reciente investigación permitió detectar guaiacol en el líquido del bálsamo, sustancia con asombrosas propiedades para la conservación.
Purgas: Remedio que sirve para vaciar los intestinos. También se conoce con ese nombre una planta originaria de México que su nombre científico es Ipomea purga. Sus raíces tienen un líquido blancuzco que es usado como laxante o purgante y que también se conoce como jalapa o mechoacán negro.
Talento: Unidad de medida monetaria de las antiguas civilizaciones. Aunque tiene su origen en Babilonia fue ampliamente utilizado en los países mediterráneos. Representaba el peso aproximado del agua necesaria para llenar un ánfora equivalente a un pie cúbico. Un talento griego se correspondía con 26 Kg, un talento romano 32,2 Kg y el talento egipcio 27 Kg. En el sistema babilonio su equivalente eran 60 minas.
Minas: Unidad de peso originaria del sistema babilónico y que era equivalente a la sexagésima parte de un talento. Hubo dos versiones, una ligera de alrededor 455 gramos y otra pesada de aproximadamente 1000 g, pero su valor estaba en dependencia de la región y/o la época.
Diosa Bastet: Diosa de la mitología egipcia, también denominada Bast, cuya misión era proteger el hogar. Simboliza la alegría de vivir. Considerada por los egipcios como deidad de la armonía y la felicidad. Para los griegos su nombre es Bastis, su deidad es Artemisa y para los romanos Diana. Se representa como un gato doméstico o como una mujer con cabeza de gato que siempre lleva un instrumento musical, pues le agradaba que los hombres en su honor tocaran música y bailaran. Su culto se remonta a las primeras etapas de la civilización egipcia, y se menciona en los Textos de las Pirámides y en el Libro de los Muertos.
Dios Apis: Dios solar egipcio, también de la fertilidad y funerario. Su nombre egipcio es Hap, Hepu, y el griego es Apis. Se representa como un toro o un hombre con cabeza de toro con el disco solar entre sus cuernos. En la mitología es hijo de Isis fecundada por un rayo de sol. Fue venerado desde las primeras dinastías de Egipto y se vinculó con la fertilidad de los rebaños, con el sol y se consideró el dios del Nilo. Su culto trascendió de Alejandría siendo muy popular entre griegos y romanos. A diferencia de otras deidades egipcias, la veneración al toro Apis perduró hasta el siglo IV.
Hathor: Diosa del Cielo, del amor, la alegría la danza y las artes musicales. Similar a Afrodita según la mitología griega. Su nombre significa “Templo de Horus” (Hut-Hor). Dentro de las leyendas que tiene asociada está la que cuenta que el Sol se encerraba en su seno cada tarde para renacer al día siguiente. También se dice que era la gran vaca celeste que había creado al mundo y todo cuanto existe en él, incluso el Sol. Por eso se representaba en forma de vaca, su animal sagrado o bien con cuerpo de diosa y cabeza de vaca, o con cabeza humana adornada con cuernos y disco solar. Era la esposa del dios Horus, aunque en algunas representaciones aparece como madre del dios asociada a Isis. Según la mitología egipcia juntos vengaron la muerte de Osiris. Con la imagen de una vaca acoge y protege a los difuntos y le ofrece alimentos.
Sobek: Dios cocodrilo, de carácter benéfico, creador del Nilo que había surgido de su sudor, dios de la vegetación y la vida en la mitología egipcia. Los griegos lo llamaron Sucos que quiere decir cocodrilo y le identificaron con Helios. Era el “Señor de las aguas”. En el aspecto maligno se le representa como un demonio del Duat. Se asoció con Seth porque generaba peligro y desorden. En versiones del mito de Osiris se dice que Seth escondió el cuerpo de un cocodrilo para escapar sin castigo por su crimen, sin embargo el colaboró con el nacimiento de Horus y ayudó a destruir a Seth.
Anubis: Conocido como “Señor de la necrópolis” –ciudad de los muertos- situada en la ribera occidental del Nilo. Según la mitología egipcia era el encargado de guiar el espíritu de los muertos al “más allá” o “Duat”. Su nombre egipcio era Anpu; Anubis es su nombre helenizado. Los griegos lo asociaban con Hermes y los romanos lo nombraban como Hermanubis. Es representado como un perro o chacal negro (en Egipto el negro era el color de la fertilidad porque al subir el nivel del río se depositaba una gruesa capa de limó negro sobre el cual germinaban los cultivos) debido a que estos animales se encontraban de forma común en los cementerios. También era vinculado con la resurrección después de la muerte. Los sacerdotes de Anubis usaban unas máscaras rituales con su figura en la ceremonia de embalsamamiento del faraón. Anubis era también encargado de vigilar junto a Horus la balanza en la que se pesaban los corazones de los difuntos durante el juicio de Osiris.
Ushabtis: Estatuillas que se colocaban por centenares en las tumbas y tenían la función de a través de un conjuro convertirse en sirvientes para ayudar en los trabajos que realizarían en el “más allá” los difuntos. De ahí su nombre que significa “el que responde” aunque también se cree que deriva de Shauabti término que en antigua lengua africana permitía designar a las víctimas funerarias, es decir a las víctimas que se sacrificaban en los funerales de jefes importantes para que trabajasen para su amo en el otro mundo. Existió variedad en sus formas, los había muy sencillos y toscos hasta los que se decoraban con ricos grabados. Se fabricaron de alabastro, granito, diorita, piedra caliza, barro cocido y madera entre otros materiales, siendo también variados sus tamaños, pues se han encontrado desde los que miden solo unos centímetros hasta los que llegan a más de un metro. También en cuanto a su forma podían tener aspecto momiforme y llevar herramientas como azadas, picos, cestas o vasijas para el agua.
Lapislázuli: Piedra muy codiciada en el mundo y en Egipto en particular, y con diversas aplicaciones, entre ellas las medicinales, cosméticas y para las artes. Popular entre los antiguos alquimistas y se le atribuyó poderes divinos como la habilidad, el éxito y la sabiduría. Se cita en varios pasajes del Libro de los Muertos como piedra de inscripción. Para los romanos era un poderoso afrodisiaco. Cuando se introdujo en Europa se le llamó ultramarino, es decir “más allá del mar”. Fue utilizada por artistas hasta el siglo XIX para pintar el mar mezclándola molida con aceite. Es la única roca que está compuesta por varios minerales y su azul característico proviene de la sodalita, el blanco de la calcita y sus centelleos dorados de la pirita. Es una piedra opaca. Su calidad está dada por un azul oscuro e intenso. Cuanto más claro se vuelve el azul es que su valor es menor.
Libro de los Muertos: Colección de sortilegios incluidos en las tumbas egipcias y su objetivo era ayudar al difunto en su tránsito “al más allá” y en el juicio de Osiris. La traducción de su título original es “La salida del día” por el concepto de los egipcios de que la muerte era un renacimiento semejante al del Sol. Se cree que su origen se encuentra en “Los textos de las pirámides” del Reino Antiguo, que devinieron en “Los textos de los sarcófagos en el Reino Medio. El papiro con las fórmulas adecuadas para ayudar al alma del difunto se depositaba junto a la momia en la tumba. Está conformado por 200 capítulos.
Sequennere Ta: Penúltimo rey de la dinastía XVII del antiguo Egipto. Se conoció también como Sekenenra, Seqenenre, Sekenenre, Sekhenenre, Sekhenenra, o Taa II. Su nombre de coronación fue Seqen-En-Ra Taa. Era hijo del príncipe Senajtenra y de Tetisheri, mujer de origen humilde, pero de una gran entereza. Ella fue la fundadora de un linaje de importantes mujeres que, unidas al poder de sus hermanos-esposos, generarían la gran dinastía XVIII, una de las más largas y prósperas de Egipto. Su reinado fue corto, apenas duró cuatro años pero sus fieles recuperaron su cuerpo destrozado, lo momificaron y enterraron en la necrópolis Dra Abu el-Naga. Hoy es una de las que se supone está en Deir el-Bahari. Durante mucho tiempo se ha afirmado ser la momia de este monarca por presentar cuatro heridas que se reportan como la causa de su muerte. Fue predecesor del linaje Ahmose, de los Amenhotep y de los Thutmose. Su cabeza momificada se encuentra en el Museo del Cairo.
Amenofis I: Diversos faraones egipcios llevaron este nombre que es una transcripción griega de la palabra egipcia Amenhotep que significa “hágase la voluntad de Amón”. En el caso de Amenofis I fue faraón en el siglo XVIII a. C. Hijo de Ahmés I o Ahmosis continuó la tarea de reorganización del reino emprendida por su padre. Estableció las bases del imperio egipcio que favoreció el enriquecimiento del país, lo que propició el gusto por el lujo y lo suntuoso.
Reina Meritamun: Fue reina, hermana y esposa del segundo rey de la dinastía XVIII, Amenofis I. Tuvieron un solo hijo que murió siendo un niño.
Tutmosis II: Cuarto faraón de la Dinastía XVIII de Egipto. Reinó de 1492 a 1479 a.C. Hijo de Tutmosis I y de esposo de la reina Hatshepsut. Gobernó solo durante tres o cuatro años antes de fallecer de una enfermedad de la piel.
Tutmosis III: Sexto faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Gobernó de 1479 a 1425 a.C. SE considera uno de los monarcas más importantes y poderosos de la civilización faraónica. Era hijo del rey Tutmosis II y de una concubina real de nombre Isis, pero asciende al trono por morir su padre sin descendencia masculina de su esposa real Hatshepsut. En su reinado fue muy notable la actividad constructora. Se construyeron y ampliaron muchos templos en Egipto y Nubia. Su tumba fue descubierta en 1898 y se encontró que había sido saqueada con anterioridad. Se detectaron en mal estado los objetos de su interior y el sarcófago.
Tutmosis IV: Faraón de Egipto de 1419 a 1386 a.C. en la dinastía XVIII. Hijo de Amenofis II y nieto de Tutmosis III. Durante su mandato se concluyó el último obelisco comenzado en vida de su abuelo y se limpió de arena la Gran Esfinge de Gizeh. Negoció alianzas con Babilonia y contrajo matrimonio con la hija de Artatama I, rey de Mitanni, territorio con quien también negoció.
Seti I: Hijo de Ramsés I y Sitra. Segundo faraón de la dinastía XIX. Gobernó alrededor de 15 años (de 1294 a 1279 a.C.). Fue militar al igual que su padre y su nombre proviene de Seth, dios egipcio de la guerra, las armas y el ejército, al que sirvió como sacerdote antes de ser soldado. Murió a los 40 años. La tumba de Seti I es una de las más grandes y bellas del Valle de los Reyes. Fue descubierta por Belzoni. Su sarcófago es uno de los más hermosos del antiguo Egipto y en la actualidad se encuentra en el Museo Británico. Se dice que la momia de Seti I es una de las mejores conservadas. Se encontró en Deir-el-Bahari y se conserva en el Museo del Cairo. Los estudios realizados a su momia no arrojan los motivos de su temprana muerte, aunque se cree que sufría de una enfermedad cardiovascular. Se relata que su corazón fue encontrado a la derecha de su cuerpo y que por eso surgió la leyenda de que el faraón ordenó que a su muerte se lo colocaran en el lado opuesto para que funcionara correctamente en su otra vida.
Merneptah: Gobernante de Egipto por casi diez años desde 1213 a 1203 a.C. Era el decimotercer hijo de Ramsés II. Su nombre era Mery-netjeru BA-en-re que significa “el alma Ra, Querido de los dioses”. Se supone que se casó con la reina Takhat y uno de sus hijos fue Seti II, el último faraón de la dinastía 19.
Ramsés II: Nieto de Ramsés I e hijo de Seti I. Nace en 1326 a.C y accede al trono en el año 1301. Su padre lo designó heredero y lo vinculó al poder en calidad de corregente. Desde joven acompañó a su padre a las campañas militares emprendidas para sofocar las rebeliones de Palestina y Siria. Al llegar al trono ya tenía una vasta experiencia militar. En su coronación le fueron otorgados cuatro nombres: “toro potente armado de la justicia”, “defensor de Egipto”, “rico en años y victorias” y “elegido de Ra”. A partir de ese momento se le consideró como un rey-dios, objeto de culto y adoración. Su reinado se considera el más prestigioso de la historia de Egipto, tanto en lo económico, administrativo, cultural o militar. Muere a los 92 años tras casi siete décadas de reinado.
Ramsés V: Gobernó Egipto durante cuatro años en la dinastía XX, etapa del inicio de la decadencia del Imperio Nuevo. El cobro de los impuestos fue descendiendo y el tesoro real se encontraba cada vez más vacío. En su mandato los sumos sacerdotes alcanzaron gran poder. En esta época se escribió el Papiro Wilbour, relevante documento fiscal y de asuntos económicos. Muere de una enfermedad infecciosa, se cree que viruela. Nedjmet: Reina que se casó con Herihor, sumo sacerdote de Amón y gobernante de Tebas durante el reinado de Ramsés XI. Murió durante el reinado de Smendes, fundador de la dinastía XXI, quien se supone que fue su hijo. Su momia se encuentra en el Museo egiptológico de El Cairo.
Henuttawi: Reina de la Dinastía XXI (tercer período intermedio). Esposa de Pinudjem I, fundador de la dinastía XXI y madre de Pseusennes I. Su momia fue encontrada en Deir el-Bahari.
Ramsés III: Segundo faraón de la dinastía XX y se considera el último soberano importante del Imperio Nuevo de Egipto. Gobernó de 1184 a 1153 a.C. Hijo de Sethnajt y casado con la reina Isis continuó durante los 30 años que duró su reinado la labor iniciada por su padre. Se dedico a reorganizar la administración de la sociedad egipcia y la dividió en funcionarios palaciegos, provinciales, militares y trabajadores. La economía del país se recuperó rápidamente por la masiva llegada de tributos y el crecimiento del comercio exterior. Este desarrollo económico favoreció la construcción de nuevos templos y de ampliaciones a los ya existentes como los de Luxor y Karnak. Ordenó construir su templo funerario y el complejo administrativo en Medinet Habu, uno de los más grandes y mejor conservados de Egipto, en el cual se decoraron sus muros con escenas de batallas navales y terrestres. La que fue hasta ahora declarada como su tumba (KV11) en el Valle de los Reyes es de gran elegancia. El Papiro Harris I, editado por su hijo y sucesor Ramsés IV narra la crónica de los grandes obras de su progenitor, como las monumentales construcciones en Heliópolis, Menfis, Coptos y El-Kab, entre otras. Registra el documento además que el rey ordenó extraer cobre de las minas de Timna y que construyó el templo de Jonsu en Karnak sobre la base del antiguo templo de Amenhotep III.
Amenofis II: (1450-1425). Faraón del siglo XV a.C. Hijo de Tutmés III. En 1898 se descubrió su tumba en el Valle de los Reyes, uno de los mejores ejemplos de hipogeo de la XVIII dinastía.
Amenofis III: (1408-1372). Faraón entre los siglos XV y XIV a.C. Hijo de Tutmés IV y uno de los iniciadores del culto de Atón. Bajo su reinado Egipto alcanzó su máximo esplendor. Ordenó la construcción del templo de Luxor y los colosos de Karnak.
Seti II: Faraón de la dinastía XIX de Egipto. Gobernó de 1200 a 1194 a.C. siendo su nombre de nacimiento Sethy Merenptah. En el momento que se suponía que debía ascender al trono tras la muerte de su padre, Egipto se encontraba en situación muy precaria, con gran inestabilidad interna y un golpe de Estado impide que Seti II asumiera el trono. No existen muchos datos de esta época poco gloriosa y fructífera de Egipto. Fue enterrado en la tumba KV 15 del Valle de los Reyes, según la tradición y su momia fue puesta a salvo de ladrones en la tumba de Amenotep II (KV35) donde es hallada a finales del siglo XIX.
Autores Alejandro Cremata y Vivian Sánchez