Faraón de la XVIII dinastía , uno de los reyes más importantes y poderosos de la historia de Egipto. Tutmosis III fue coronado, pero era demasiado joven para asumir como Señor del estado, por esto , la reina viuda Hatshepsut se encargó de la regencia. Hatshepsut no se conformó con ser regente y pronto se autoproclamó faraón de Egipto. A la muerte de Hatshepsut, Tutmosis III fue por fin rey único de Egipto.
Aquí, representado con los atributos con los que aparece en muchos relieves y esculturas. Este rey siempre aparece retratado con una dulce y alegre sonrisa y sus ojos expresan gozo y felicidad; su mirada es audaz, perspicaz y complaciente. Este gesto se repite en casi todos sus retratos .
Según nuestra actual concepción iconográfica, este dulce y divertido semblante parece contraponerse a la firmeza y audacia de su vida como militar aguerrido, conquistador, dueño de grandes hazañas y proezas. Aquí, con los afeites ceremoniales embelleciendo y estilizando sus rasgos: maquillaje claro para su piel y oscuro para sus ojos, lo que logra dirigir nuestra atención a su mirada.