Descubierta recientemente en la necrópolis de Saqqara por un equipo de arqueólogos bajo la dirección del egiptólogo Mohamed Magahed, la tumba de Khuwy ha sorprendido por el estado de las pinturas.
La tumba, que se remonta a la Dinastía V (c. 2498-2345 a.C.) se compone por una capilla con la planta en forma de L y una cámara funeraria donde fueron descubiertos los restos de un sarcófago realizado en piedra caliza. No obstante, lo realmente magnífico de esta tumba es el estado de conservación de las pinturas, que preservan la viveza con la que fueron realizadas hace aproximadamente 4000 años.
Representaciones del propietario de la tumba ante una mesa de ofrendas, porteadores de dádivas, escenas de la vida cotidiana, listados de ofrendas… etc., todo un conjunto de escenas que lucen unos colores vivos, magníficamente conservados, que contrastan sobre un fondo azul.
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