Textos de Liberación de final del dominio de los Hicsos y comienzos del Reino Nuevo
Por Cristina Pino
12 marzo, 2004
Modificación: 3 junio, 2019
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Las estelas de Kamose

Ya en 1916, Sir Alan Gardiner dijo que la Primera Tablilla Carnavon debía ser copia de una estela conmemorativa. Diecinueve años después, su tesis se confirmó cuando los egiptólogos franceses Lacau y Chévrier trabajaban en el Tercer Pilono de Karnak. Allí hicieron un importante hallazgo: dos fragmentos de estela. La menor de ellas se encontró en 1932 y en ella vieron la palabra Neferusi, la ciudad conquistada por Kamose.

En 1935 apareció el fragmento de mayor tamaño. Su perfil, ligeramente curvo, permitió deducir que pertenecía a una estela, pero lo más importante es que las primeras líneas se refieren al año 3 de un Horus que aparece sobre su trono. En el último renglón se podía ver un cartucho con el nombre de Kamose. Coincidía exactamente con la tablilla hallada por Carter y Carnavon.

En 1939 Lacau publicaba una reconstrucción de la estela con los fragmentos hallados en Karnak y la Tablilla Carnavon [20]. Por tanto, efectivamente, Kamose había hecho erigir al dios dinástico Amón una estela que conmemoraba sus victorias sobre los hicsos.

En julio de 1957, de nuevo Chévrier estaba trabajando en Karnak, en el pórtico de entrada a la Gran Sala Hipóstila y allí halló los fragmentos de dos estatuas colosales de Pinudjem y Ramsés II, que hoy están a cada lado de la puerta.

La base del coloso de Ramsés estaba formada por varios bloques. Dos de ellos tenían decoración: uno era parte de un pilar de Thutmose IV y otro era una estela completa. Esta estela que servía de soporte al coloso narraba las guerras de liberación de Egipto. Se la conoce como la Segunda Estela de Kamose y hoy se encuentra en el Museo de Luxor. La parte posterior conserva aún restos de una decoración con los cartuchos de Senuseret I, porque la Segunda Estela de Kamose se realizó sobre una losa de un pilar de una capilla de este rey del Reino Medio. En esa parte posterior hay también un grabado que representa a un hombre en actitud de adoración, seguramente hecho después de la estela y como signo de admiración por las hazañas de Kamose.

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Estela de Kamose en Luxor

La estela tiene la forma tradicional redondeada por arriba. En esa parte redondeada se representa el disco solar con alas abiertas que cubren la superficie superior. Del disco penden dos uraeus y a cada lado la misma inscripción: El Señor del Cielo Behdet. Debajo hay un texto de treinta y ocho líneas horizontales, con algunos restos de color: los jeroglíficos eran azules y las líneas de separación rojas [21].

Comienza con una frase cortada que es parte de una alocución de Kamose maldiciendo a Apopi  y a los habitantes de Avaris, por lo que,  evidentemente, el texto de la Segunda Estela de Kamose es una continuación de la narración de las primeras etapas de la guerra. Describe su avance por el río conquistando varios lugares hasta llegar a Avaris. Y aquí viene uno de los pasajes más expresivos del texto:

Observé  a sus mujeres en la parte superior de sus palacios mirando por sus ventanas la orilla, sin mover sus cuerpos cuando me vieron. Asomaban sus narices sobre sus muros como las crías de los lagartos en el interior de sus agujeros diciendo: Es un asalto.

Este párrafo supone que Kamose se acercó tanto a Avaris que pudo contemplar el horror de las mujeres asomadas a los palacios. Los informes de Bietak sobre Tell el-Daba hablan del descubrimiento de los cimientos de una ciudadela que quizá sea la edificación  referida por Kamose [22].

Continúa después con la relación del botín capturado en las tierras circundantes: oro, lapislázuli, bronce, incienso, miel, diferentes maderas, además de esclavos.

La narración no sigue un orden cronológico y Kamose vuelve atrás para contar un hecho decisivo sucedido antes del inicio de la campaña:

Capturé un mensajero más allá del oasis viajando al Sur hacia Kush con un documento que le encontré que decía por escrito: De la mano del gobernante de Avaris, Auserre, el hijo de Ra Apopis, dice: “Saludos a mi hijo el gobernante de Kush. ¿Por qué te has alzado como gobernante sin hacer que yo lo supiera?. ¿Es que no has visto lo que Egipto ha hecho contra mí?. El gobernante que está allí, Kamose, me está atacando en mi territorio y yo no le he atacado en la forma en que él lo ha hecho contra ti. Ha escogido para dañarlas las Dos tierras, mi tierra y la tuya y las ha devastado. Ven hacia el Norte, no temas. No voy a permitirle el paso hasta que hayas llegado. Entonces nos repartiremos las ciudades de este Egipto y nuestras Dos tierras se alegrarán.

El mensajero de Apopi, que llevaba una propuesta de alianza al rey de Kush para destruir a Kamose, es capturado más allá del oasis. Esto, seguramente, significa que el enviado fue interceptado en un camino que pasaba por los oasis. El más importante de tales caminos es el conocido actualmente con el nombre de Darb el- Arbain, que comienza en Assiut, pasa por el oasis de Harga y termina en Darfur, en Sudán [23]. Probablemente fue esta la vía utilizada por el mensajero de Apopi.

De las palabras del rey hicso al de Kush  yo no le he atacado en la forma en que él lo ha hecho contra ti, se deduce que Kamose ya había realizado una campaña en el Sur, en Nubia, antes de comenzar la del Norte contra los hicsos.

Desde la Dinastía XIII el gobierno egipcio había renunciado al control sobre Nubia, pero no habían dejado de relacionarse con esta zona. En Buhen [24], los restos de cuya fortaleza están hoy bajo las aguas de la gran presa, se han hallado varias estelas de las Dinastías XV y XVII que indican que los egipcios sirvieron como mercenarios a los gobernantes de Kush, a los que se dirigen con el título de Rey. Debemos suponer, por tanto, que los mandatarios nubios de este periodo habían alcanzado gran poder, como también lo demuestra la carta de Apopi.

Kush [25] debía haberse convertido en un reino de considerable importancia, equivalente al de los hicsos en el Norte. En la Alta Nubia, el Sur, las excavaciones nos han dado a conocer la capital de estos reyes: Kerma. El edificio más importante de la ciudad, muy cercano al río, es un castillo de ladrillo llamado Deffufa Occidental. Tiene forma de L y mide unos 18 m de altura [26]. Contra esta fortaleza debió dirigirse Kamose antes de ir a Avaris, reiniciando así el control egipcio sobre Nubia.

En Kerma, detrás del castillo, se ha hallado un cementerio de tumbas de túmulos en los que uno de los muertos apareció en la cámara funeraria rodeado de sus efectos personales y de doce cuerpos humanos, casi todos de mujeres, y también restos de carneros. Todos ellos parecen estar relacionados con sacrificios rituales. Este enterramiento debía corresponder a uno de los reyes contemporáneos de los hicsos y de la Dinastía  XVII [27]. El rey de Kush al que se dirige Apopi era precisamente uno de estos gobernantes de Kerma, lugar en el cual se había creado una potente cultura en la que no faltaban muchos elementos egipcios y que se desarrolló gracias al comercio del oro de Nubia.

La entrada en el territorio de Avaris no debió de ser más que un alarde, pues Kamose no conquistó la capital hicsa. Si Kamose no culminó la conquista, fue, seguramente, por su temprana muerte. Su momia fue hallada en 1857 en un sarcófago rishi en Dra abu el-Naga. Al abrirlo, el cuerpo prácticamente se descompuso, lo que no ha permitido conjeturar sobre las causas de su fallecimiento.

La Primera y la Segunda estela de Kamose no forman una pareja monumental. La  Segunda no tiene fecha ni titulatura y comienza en medio de un discurso de Kamose, lo que hace suponer que es continuación de otra lápida, hoy perdida. Seguramente, la Primera se hizo en vida del rey y la Segunda tras su muerte. Ambas se colocaron en el Templo de Amón en Karnak. La Segunda debió permanecer en ese lugar hasta finales de la Dinastía  XVIII, pues muestra restos en el nombre de Amón de haber sido borrado y restaurado después, lo que supone que los seguidores de Atón la mutilaron y Tutanjamon u Horemheb la restauraron cuando, de nuevo, se impusieron las antiguas creencias. Parece que la Primera Estela se encontraba en el interior de un santuario, mientras que la Segunda y su pareja se hallaban a ambos lados de un pilono en el camino procesional. Allí las mandó erigir Kamose, hecho con el cual el rey vinculó definitivamente al dios Amón el destino de la Dinastía  tebana.

El hombre que recibió de Kamose el encargo de erigir sus estelas se llamaba Neshi:

Noble, gobernador, el que está sobre los secretos del Palacio, Jefe de la Tierra entera, portador del Sello del Bajo Egipto, Conductor de las Dos Tierras, Supervisor de los Amigos, Supervisor del Tesoro, el de Fuerte brazo, Neshi.

Nunca un personaje ha tenido tanta relevancia en una estela real. No sólo aparece su imagen al final de la inscripción, sino también una extensa relación de sus títulos y cargos. Neshi utilizó muy diversos recursos estilísticos que convierten a la Segunda Estela de Kamose en una joya de la creación literaria egipcia, porque no es una estela al uso, es una auténtica composición literaria.

Parte de su originalidad estriba en que está narrada en primera persona, algo que los faraones sucesores de Kamose, excepto Thutmose III, no volverán a hacer a la hora de relatar sus hazañas. Lo más interesante de este texto es la utilización tanto del lenguaje coloquial como del culto, correspondiendo ambos a la lengua hablada y escrita en el momento de su redacción, es decir, durante los comienzos de la Dinastía XVII en Tebas. Nunca más veremos este lenguaje en textos monumentales, ya que con los sucesores de Kamose se abandonó para utilizar otro arcaizante que había sido característico del Reino Medio.

Neshi, además de tesorero, sin duda fue soldado, como indican epítetos y títulos tales como Conductor de las Dos Tierras o De fuerte brazo, y debió acompañar  a su rey en la campaña contra los hicsos, al igual que otros contemporáneos.


[21] Todos los detalles de la estela, texto y traducción inglesa en Habachi, L. The 2nd stela of Kamose and his struggle against the Hyksos Ruler and his capital.  Glückstadt,1972. También texto en Helk (1983), pg. 91. Traducciones castellanas en Serrano (1993), pg. 113 y Lara Peinado (1991), pg. 98. Traducción francesa en Lalouette (1995), pgs. 119 y 120, e inglesa en Smith y Smith (1976).

[22] Bietak, M. Avaris and Piramesse: Archaeological Exploration in the Eastern Nile Delta. Londres, 1981.

[23] Esta ruta puede verse en el mapa en Baines, J. y Malek, J. Egipto. Dioses, templos y faraones. Madrid, 1992. Vol. I, pg. 43

[24] Buhen era un enclave egipcio situado entre la Primera y la Segunda Cataratas.

[25] El territorio situado entre Assuan y la Segunda Catarata se llamaba Wawat, denominándose Kush a la zona situada más allá de esta Catarata.

[26] Kemp, B.,  Trigger, B. J., O’Connor, D., Lloyd, A.B. Historia del Egipto Antiguo.Barcelona, 1985. Pgs. 207 a 211.

[27] Un plano de este enterramiento puede verse en Kemp, B.,  Trigger, B.J., O’Connor, D., Lloyd, A.B. (1985), pg. 210.

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