El yacimiento arqueológico de Meidum, en las proximidades de la ciudad de Beni Suef, es uno de los más relevantes de Egipto. La característica forma de la pirámide medio derruida, que parece elevarse como una alta torre en medio del desierto, es una silueta enormemente llamativa que nos remonta al reinado del faraón Snofru en la Dinastía IV (c. 2613-2589 a.C.). Asimismo, la pirámide se encuentra rodeada por una extensa necrópolis que guarda algunas sorpresas.
A pesar de su relevancia, lo cierto es que Meidum no es una zona demasiado conocida por los turistas y suele quedar alejada de los circuitos convencionales. Ahora, un plan de actuación emprendido por el Ministerio de Antigüedades pretende dinamizar Meidum. El objetivo es dar a conocer los monumentos, habilitar mejores accesos, instalar paneles explicativos…
Capilla de Nefermaat e Atet, lugar originario de las Ocas de Meidum (Mastaba 16)
Además de la singular pirámide y de sus sugestivas cámaras internas, el yacimiento de Meidum ha ofrecido algunas de las más relevantes obras del arte egipcio. De aquí procede la pintura de las célebres Ocas de Meidum https://egiptologia.com/las-ocas-de-meidum/ y las esculturas de Rahotep y Nofret https://egiptologia.com/rahotep-y-nofret/ que se conservan en el Museo de El Cairo. Y para los visitantes más ágiles e intrépidos es enormemente interesante la llamada Mastaba 17, a la que se accede por la irregular perforación realizada en la antigüedad por saqueadores de tumbas; de hecho aún sigue atrapada por la tapa del sarcófago la maza de madera con la que fue abierto… Arrastrarse por ese agujero, llegar a la cámara funeraria y ver esa maza como bloqueada por los milenios, como si hiciera un instante que allí la dejara un saqueador de tumbas, es sin lugar a dudas una vivencia extraordinaria.
Maza de saqueador bajo tapa de sarcófago. Mastata 17.
Esperemos que la dinamización del área y la mejor habilitación a las visitas turísticas, no impliquen la pérdida de atractivo que, en ocasiones, desgraciadamente la masificación acarrea. También algunas de las mastabas se encuentran en un estado de conservación bastante precario y tienen elementos de gran fragilidad, esperemos que el plan de actuación contemple igualmente un profundo plan de protección.
Fuente:
Ministry of Antiquities
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