Nefertiti, la reina del Atón
Por Arturo Blázquez Navarro
17 abril, 2004
Modificación: 16 mayo, 2020
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El horizonte del Atón: Nefertiti en Ajetatón

En Ajetatón, en este lugar, construiré la Casa del Atón para el Atón, mi padre.
En Ajetatón, en este lugar, construiré la Mansión del Atón para el Atón, mi padre.
En Ajetatón, en este lugar, construiré el Toldo de la Gran Esposa Real Neferneferuatón para el Atón, mi padre.
En la Isla del Atón cuyos jubileos son destacados en Ajetatón, en este lugar, construiré la Casa de Fiestas en Ajetatón para el Atón, mi padre.
Y en Ajetatón, en este lugar, construiré para mí mismo la residencia del Faraón, ¡vida, prosperidad y salud!, y construiré la residencia de la Gran Esposa Real.
Que se construya para mí una tumba en la montaña oriental de Ajetatón y que se lleve a cabo en ella mi entierro, en los millones de años que el Atón, mi padre, ha decretado para mí.
Que se lleve a cabo en ella el entierro de la Gran Esposa Real Nefertiti en los millones de años que el Atón, mi padre, ha decretado para ella.
Y que lleve a cabo en ella el entierro de la hija del rey, Meritatón, en los millones de años que el Atón, mi padre, ha decretado para ella.
Y que se construya un cementerio para el toro Merur
[21] en la montaña oriental de Ajetatón, para que pueda ser enterrado en ella.
Que se construyan capillas para la tumba del jefe de los videntes, para los padres del dios del Atón y los (…) del Atón en la montaña oriental de Ajetatón, para que puedan ser enterrados en ella
[22].

Traslado a Ajetatón

En su noveno año de reinado, Ajenatón y Nefertiti, con toda la corte, se trasladaron desde Tebas (probablemente desde Malqata) a Ajetatón (el horizonte del Atón). Del lado del rey, se encontraba el ejército, representado por Ay y también los llamados hombres nuevos como Parennefer y Maya. Ni el sacerdocio de Menfis ni el de Tebas estaría conforme con el cambio, pero seguramente el de Heliópolis sería entusiasta (¡por fin un faraón impulsaba las creencias solares!).Ajetatón era una ciudad de adobe, construida rápidamente y con los métodos más baratos, pero, a pesar de todo ello, es la ciudad egipcia mejor conservada. La ciudad estaba delimitada por una serie de estelas fronterizas. Los elementos más importantes de la ciudad son:

  • Palacio Norte
  • Gran Templo del Atón
  • Pequeño Templo del Atón
  • Gran Palacio
  • Casa del Rey
  • Casa de la Vida
  • Vía Real
  • Maru-Atón (no se conoce su función, por la que doy su nombre original)
  • Cementerio Real
  • Tumbas nobiliarias…

La primera acción importante que realizó Ajenatón tras la inauguración de Ajetatón fue revisar la titularidad del Atón, eliminando la mención a Horajty y a Shu, la nueva titularidad sería: Viva Ra, gobernador de los horizontes que se regocija en su horizonte. En su nombre del padre Ra que vuelve como el Atón. Con esta nueva titularidad, Ajenatón parecía que trataba enfatizar el poder de Ra, quitándoles el poder a los otros dioses. Desde ese momento, Ajenatón solo aceptarías a un dios aparte de Atón, y ese era Ra (tal vez para conseguir el apoyo del poderoso clero del dios Ra). Ajenatón y Nefertiti tuvieron otras dos hijas en Ajetatón: Neferneferura, nacida en el año noveno y Setepenra, nacida en el décimo. En el nombre de sus dos nuevas hijas incluía al dios Ra, otra muestra del deseo de Ajenatón de conseguir el apoyo del clero de Heliópolis del dios Ra.

Plano de la nueva ciudad

Plano de la nueva ciudad

El aspecto físico de Ajenatón y su familia

Una de las cosas que más inquieta de Ajenatón, y en menor grado de su familia es su aspecto físico. Muchos investigadores han intentado buscar un origen patológico a ello. Se han propuesto dos teorías: Síndrome de Fröhlich y síndrome de Marfan, ambas genéticas.

Síndrome de Fröhlich Síndrome de Marfan
  • Distribución de las grasas de manera similar a la de las mujeres.
  • Cubrimiento de los genitales por una capa de grasa.
  • Impotencia.
  • Retraso mental.
  • Alta estatura y cara larga.
  • Extremidades muy largas, dedos muy delgados.
  • La envergadura excede la altura.
  • Cifosis.
  • Tórax en embudo o quilla.
  • Cabeza alargada.
  • Caderas anchas.
  • Mala distribución de la grasa.
  • Ceguera[23].

La hipótesis del síndrome de Fröhlich fue muy aceptada en su momento pero tenía dos importantes problemas que la descartaban: la impotencia y el retraso mental. En cambio, la de Marfan solo podrá ser confirmada o desmentida mediante los análisis a los cuerpos de la Tumba 55[24] y el de Tutanjamón, aunque por el momento es muy probable que esa sea la enfermedad, dadas las curiosas coincidencias.

¿Un caso de síndrome de Marfan? En esta representación de la pareja y sus tres hijas mayores se pueden observar grandes deformidades

¿Un caso de síndrome de Marfan? En esta representación de la pareja y sus tres hijas mayores se pueden observar grandes deformidades

Las cartas de Amarna

De esta época datan, principalmente, las llamadas Cartas de Amarna, la correspondencia que le mandaban a los faraones Amenhotep III, Ajenatón y Tutanjamón, aunque la mayoría procede del reinado del segundo. Son altamente esclarecedoras sobre la política exterior en particular de ese período y en general de todo Egipto, al ser la única muestra que poseemos de la diplomacia egipcia. Están escritas en acadio, la lingua franca de la época y usaban un tipo de escritura cuneiforme. A continuación describo una selección de ellas con un comentario a cada una:

“Cuando mi hermano, Nimmureya (Nebmaatra [es decir, Amenhotep III]), marchó a su destino, se me informó de ello. Cuando escuché lo que se me contaba, se prohibió cocinar nada en las cazuelas. Aquel día lloré y me quedé sentado. Aquel día no tomé ni comida ni agua. Me lamenté, diciendo:<<Muera yo también, o que mueran diez mil en mi país, y también en el de mi hermano, pero que mi hermano, a quien amo y me ama, siga vivo mientras existan el cielo y la tierra>>. Pero cuando me dijeron que Napjureya (Neferjeperura [es decir, Amenhotep IV/Ajenatón]), el hijo mayor de Nimmureya y Tiy, su principal esposa, está ejerciendo la realeza en su lugar, entonces hablé de esta manera: <<Nimmureya, mi hermano, no esta muerto. Napjureya, su hijo mayor, ejerce ahora la realeza en su lugar. Nada en absoluto va a cambiar de cómo era antes” Tushratta, rey de Mitanni.

Una carta del rey de ¿Chipre? a Ajenatón

Una carta del rey de ¿Chipre? a Ajenatón

Resulta altamente curioso el lenguaje que usa el rey de los hurritas, pareciendo un mero tuteo al lado de las rimbombantes expresiones de los textos de los templos, casi como vendedores ambulantes. En esta carta se puede observar un intento casi desesperado de tener una buena relación con el nuevo faraón. Esta carta podría presentarse como una de las grandes subestimaciones de la historia, comparable a la de Alejandro el Magno por Demóstenes[25].

“Que mi hermano me envíe mucho oro… En el país de mi hermano el oro es tan abundante como el polvo. Que mi hermano no me cause ninguna aflicción” Tushratta, rey de Mitanni.

Según parece, a Tushratta se le habían antojado dos estatuas de oro macizo de él mismo y de su hija Tadujepa y se las pidió al rey a cambio de la mano de su hija. Ante la negativa de este, decidió escribir a la reina madre Tiy.

“Tú eres la única que sabe que yo siempre mostré amor por tu esposo, y que tu esposo, por otra parte, siempre me mostró su amor. Que tu hijo no me cause ningún tipo de pesar. Que me trate diez veces mejor de lo que hizo su padre, con amor y pruebas de su estima” Tushratta, rey de Mitani.

Aunque según parece, ni siquiera le sirvió hablar con la reina madre Tiy, por lo que escribió, en términos bastante duros, tratándose de correspondencia diplomática, a Ajenatón.

“El asunto de mi hermano se ha convertido ahora en una cuestión de querella. ¿Por qué razón mi hermano ha (…). Él es un hombre y ha ocupado el trono de su padre, ahora convertido en dios” Tushratta, rey de Mitani.

Aunque Tushratta no era el único que tenía problemas con Ajenatón (podría decirse que Ajenatón era un “hermano problemático”) ya que Suppiluliuma, el rey de los hititas, también tuvo algunas querellas con el faraón.

“Y ahora, con respecto a la tablilla que me enviaste, ¿por qué colocaste tu nombre por en cima del mío? ¿Quién es ahora el que enturbia nuestra relación? ¿Es semejante conducta la práctica aceptada? Hermano mío, ¿me has escrito con la paz en la mente?” Suppiluliuma, rey de Hatti.

En todas estas cartas se puede ver claramente una cosa: a Ajenatón no le importaba nada la política exterior y consideraba a los otros reyes inferiores a él.También se puede observar una curiosidad: en ninguna de ellas aparece una sola mención ni a Nefertiti ni a Semenejkara, el misterioso corregente de Ajenatón. Se me ocurren varias explicaciones:

  • Que esta omisión no sea más que fruto de la casualidad.
  • Que ambos poseyeran un archivo distinto al del rey.
  • Que ni Semenejkara ni Nefertiti recibieran ninguna correspondencia, cosa difícil ya que hasta la reina madre Tiy I la recibía.

El Gran Himno al Atón

El Gran Himno al Atón es el único texto religioso procedente de esta época y está atribuido al mismísimo Ajenatón. Es un texto de gran belleza y altamente interesante ya que en él se resume toda la teología atonista. Por ello, lo transcribo aquí íntegro:

“Maravillosa es tu aparición en el horizonte del cielo, ¡oh Atón vivo! Creador de la vida. Cuando te alzas por el horizonte oriental llenas la tierra con tu belleza, pues eres hermoso, grande, brillante y elevado sobre todas las tierras y tus rayos abrazan todas las tierras que tú has creado.
Tú eres Ra, atraviesas sus fronteras y los subyugas a todos para tu amado hijo.
Aunque estás muy lejos, tus rayos acarician la tierra y aunque estás en la cara de los hombres, tu esencia permanece oculta.

Cuando anocheces en el horizonte occidental la tierra se sume en tinieblas, como muerta.
Las gentes yacen en sus dormitorios, las cabezas cubiertas, un ojo no puede ver al otro.
Todas sus posesiones podrían ser robadas, aunque estén debajo de sus cabezas, y nadie se daría cuenta.
Todos los leones salen de sus guaridas, todas las serpientes muerden.
La oscuridad se cierne, la tierra permanece en silencio porque quien los creó está en su horizonte.

Pero la tierra se ilumina cuando tú amaneces en el horizonte y brillas como el Atón durante el día. Tú haces desaparecer las tinieblas empujándolas con tus rayos.
Las Dos Tierras están en fiesta, despiertas y en pie ahora que tú las has despertado.
Sus cuerpos están limpios y vestidos, y sus brazos, en adoración a tu amanecer.
la tierra entera trabaja,
los rebaños están contentos con sus pastos,
los árboles y las hierbas florecen,
los pájaros echan a volar de sus nidos, mientras sus alas adoran tu Ka;
los rebaños brincan sobre sus patas,
todo lo que vuela y se posa vive cuando amaneces para ellos,
los barcos navegan al norte y al sur,
todos los caminos se abren cuando tú apareces,
los peces del río saltan delante de ti
y tus rayos penetran incluso en el Gran Mar Verde (es decir, el Mar Mediterráneo).

Tú ayudas a nacer a los fetos en el interior de sus madres y
creas la simiente en los hombres.
Tú alimentas al hijo en el vientre de su madre y
lo calmas deteniendo sus lágrimas.
Tú eres su nodriza en la matriz,
tú das aliento a todo lo que has creado
y cuando nace tú abres su boca y abasteces sus necesidades.
Cuando el pollo está en el huevo, piando dentro de la cáscara,
tú le das aliento de vida.
Y cuando el tiempo ha llegado esté preparado para el cascarón,
saliendo del huevo para nace, caminando sobre sus dos patas.
¡Cuán maravillosas son tus creaciones, aunque misteriosas a los ojos de los hombres,
oh dios único, sin compañía junto a ti!
Tú solo creaste el mundo según tu deseo:
todas las gentes, animales grandes y pequeños, lo que camina sobre sus patas, lo que se levanta y vuela con sus alas, los países extranjeros de Jaru (es decir, Siria) y Kush (es decir, Nubia), y las Dos Tierras.
Tú pones a cada persona en su lugar, y satisfaces sus necesidades.
Todos tienen su comida y su cálculo del tiempo de vida.
Sus lenguas se diferencian en el idioma y también en naturaleza y raza, pues has diferenciado la humanidad.
Tú has creado un Nilo en el mundo inferior
y llevas la riada al lugar que deseas para proporcionar vida a los hombres,
pues tú los has creado para ti, su señor absoluto,
que se sacia con ellos.
Señor de todas las tierras, Atón de las horas del día, ¡tu presencia es imponente!
Tú das vida a todas las tierras lejanas,
porque has puesto un Nilo en el cielo para los países extranjeros
[26],
que baja para ellos
y crea torrentes sobre las montañas, como el Gran Verde,
para regar sus campos.

¡Cuán efectivos son tus planes, oh señor de la continuidad!
Un Nilo en el cielo para las gentes extranjeras y para sus rebaños
y un Nilo subterráneo para las Dos Tierras.
Tus rayos amamantan los campos,
cuando brillas, ellos viven y crecen para ti.
Tú has creado las estaciones para desarrollar tu obra:
el invierno para refrescarles y el verano para que te puedan sentir.

Tú has creado el cielo lejos,
desde el que brillas y contemplas todo lo que has creado.
Estás solo, brillando como el Atón vivo, manifiesto, resplandeciente, lejano y sin embargo, cercano.
Tú creas millones de manifestaciones de ti mismo: ciudades, pueblos, campos, caminos, cursos de agua…
Todos los ojos te ven encima de ellos, pues tú eres el Atón de las horas del día.
Una vez que tú te has ido, nada puede vivir, aunque tu ojo todavía existe.
Tú creas sus rostros para no tener que contemplarte a ti mismo como la única cosa que has creado.

Tú eres mi amado.
Y no hay nadie que te conozca excepto tu hijo Neferjeperura Uaenra,
a quien le has hecho sabio en tus planes y fuerza.
Las criaturas de la tierra existen por tu mano tal como las has creado.
Amaneces y ellos viven, anocheces y ellos mueren.
Tú en esencia eres tiempo vital, es por ti por lo que los hombres viven
y hasta que anocheces, todas las miradas están puestas en tu belleza,
pero cuando anocheces en el oeste, todo trabajo cesa.
Cuando tú amaneces, creas todas las cosas que crecen para el rey,
y a los que se apresuran sobre sus pies desde que fundaste la tierra,
los levantas para tu hijo, que ha salido de tus miembros,
el Rey del Alto y el Bajo Egipto, Anjemmaat
el señor de las Dos Tierras, Neferjeperura Uaenra
el Hijo de Ra, Anjemmaat señor de las coronas
[27], Ajenatón, grande en la duración de su vida; y la Gran Esposa Real, su amada, la señora de las Dos Tierras, Neferneferuatón Nefertiti, que viva y permanezca joven por siempre[28]

Son altamente interesantes las comentadísimas similitudes entre la segunda estrofa del himno y el Salmo 104 de la Biblia:

“Creas las tinieblas y es de noche, donde merodean todas las criaturas del bosque.
Los cachorros de león rugen tras su presa y buscan su alimento en Dios.
El sol sale, todos juntos se retiran y se acuestan en sus guaridas.
El hombre sale a su trabajo y a su tarea hasta la tarde.
¡Oh señor, cuán numerosas son tus obras! Con sabiduría lo has creado todo:
la tierra está llena de tus riquezas…
Ocultas tu rostro, y ellos se turban; les quitas el aliento, y ellos se mueren y regresan a su polvo.
Envías tú espíritu y son creados y tú renuevas la faz de la tierra”

Pero en este hermosísimo himno es fácil percibir las verdaderas intenciones de Ajenatón: Ajenatón estaba usando la religión de manera egoísta para sus propios propósitos políticos y ello se apoya en los siguientes indicios:

  • “…no hay nadie que te conozca (Atón) excepto tu hijo Neferjeperura Uaenra…” En esta frase se puede apreciar el hecho de que Ajenatón es el único intermediario entre las gentes, incluidos los sacerdotes del Atón, y Atón. Como resultado, Ajenatón, Nefertiti y sus hijas adoran al Atón, mientras las gentes adoran a la familia faraónica. Lo que Ajenatón reclama es una vuelta al imperio antiguo con su poderoso culto solar y la divinidad faraónica.
  • El texto no es original: muchos motivos proceden de los Textos de los Sarcófagos, del Imperio Medio, que a su vez proceden de los Textos de las Pirámides[29], del Imperio Antiguo y otros de un famoso himno a Amón, clamando que era el dios único ( no era el único dios con esa prerrogativa)
  • “…la tierra se ilumina cuando tú amaneces en el horizonte y brillas como el Atón durante el día. Tú haces desaparecer las tinieblas empujándolas con tus rayos…” Atón da vida a la tierra, pero mecánicamente, es un dios impersonal, al contrario que los dioses tradicionales de Egipto.
  • “…Tú pones a cada persona en su lugar, y satisfaces sus necesidades…” A pesar de que Atón crea y alimenta a los hombres, no muestra ninguna piedad por sus criaturas: en ningún lugar del himno dice que Atón se compadece del pobre o que perdone al pecador, porque un dios compasivo no servía para el propósito de Ajenatón[30].

¿Intento de asesinato en Ajetatón?

En su quinto año de reinado, Ajenatón posiblemente sufrió un intento de asesinato en Ajetatón:

“En cuanto al (…) en Ajetatón:
-¡era peor que aquellas cosas que oí en el cuarto año de reinado!
-¡era peor que (aquellas cosas) que oí en el tercer año de reinado!
-¡era peor que aquellas cosas que escuché en (el segundo año de reinado)!
-¡(era) peor (que aquellas cosas que escuché en el primer año de reinado)!
-era peor (que) aquellas cosas que escuchó (Nebmaat)ra {es decir, Amenhotep III}
-(¡era peor que aquellas cosas que escuchó […]!)
-era peor (que) aquellas cosas que escuchó Menjeperra {es decir, Thutmose III}
-(¡y era) peor (que) aquellas cosas escuchadas por los reyes que llevaron alguna vez la corona blanca!
[31]

Estas duras palabras interrumpían una enésima proclamación de cómo iba a ser su ciudad de ensueño Ajetatón, y parecen demasiado contundentes para una insustancial explicación. Es muy posible que fuera un intento de regicidio, porque, después de todo, ¿Qué era peor que un intento de regicidio? Al decir “(¡y era) peor (que) aquellas cosas escuchadas por los reyes que llevaron alguna vez la corona blanca!” y no un “(¡y era) peor (que) aquellas cosas escuchadas por los reyes que llevaron alguna vez la doble corona!” quiere decir que era un incidente relacionado con el Alto Egipto. Es bastante evidente la posibilidad de que esta estela se refiera a un intento de regicidio cometido por seguidores del sacerdocio de Amón de Tebas, lo que marcaría su línea de gobierno durante el resto de su reinado.

Terror: persecución a los dioses

Probablemente en su décimo año de reinado, tal vez influido por el pasado intento de regicidio, Ajenatón descargó toda su ira contra Amón y su sacerdocio. Hasta ese momento, a pesar del desamparo del nuevo gobierno hacia el culto a los dioses, los templos habían continuado funcionando. Pero Ajenatón, una vez que se sintió seguro en Ajetatón, mandó cerrar los templos a la gran mayoría de los dioses, dejando solamente el culto a Ra, y evidentemente al Atón, que tenía templos en Tebas, en Heliópolis, en Menfis, en Hieracómpolis e incluso en Sesebi (en el corazón de Nubia). Al mismo tiempo, Ajenatón mandó destruir los nombres e imágenes de los dioses, en particular de Amón, Mut y Jonsu, la tríada tebana y contra la palabra dioses (necheru). La paranoia generada por esta decisión del rey fue tal, que los propios dueños de pequeños objetos borrando los tres jeroglíficos (i, mn, n) que formaban el nombre de Amón, incluso destruyendo el anterior nombre del faraón y el nombre del anterior faraón, ambos Amenhotep.

Nombres de Amenhotep III. El nomen está borrado

Nombres de Amenhotep III. El nomen está borrado

 

Los nuevos nombres de Amenhotep III, modificados por su hijo: Nebmaatra (prenomen) Nebmaatra (nomen)

Los nuevos nombres de Amenhotep III, modificados por su hijo: Nebmaatra (prenomen) Nebmaatra (nomen)

Las festividades del año duodécimo

En su duodécimo año de reinado[32], maravillosas fiestas se celebraron en Ajetatón. Se cree que son una recepción de tributos y aparecen en las tumbas de Huya y de Merira (conocido como Merira II al ser el segundo en la corte del mismo nombre). En la escena están representados Ajenatón y Nefertiti en una misma línea, tanto que es difícil ver a Nefertiti detrás de su marido; a su lado aparecen las seis hijas de Ajenatón y Nefertiti. No conocemos ninguna razón especial para la celebración de la fiesta, aunque es posible que, tras el traslado y la persecución, Ajenatón ya se sintiese suficientemente seguro como para hacer una nueva “inauguración“ de su ciudad, gobernada por el divino Atón, que somete a los pueblos extranjeros. Aquella sería la última representación de la familia en su conjunto, se acercaba el final.

Los nuevos nombres de Amenhotep III, modificados por su hijo: Nebmaatra (prenomen) Nebmaatra (nomen)

Los nuevos nombres de Amenhotep III, modificados por su hijo: Nebmaatra (prenomen) Nebmaatra (nomen)

[21] Toro sagrado de Ra.
[22] Primera estela fronteriza de Ajetatón.
[23] Se cree que Ajenatón tenía una ceguera importante ya que, en muchas escenas, el énfasis está puesto en el tacto sobre todo. Ello ayudaría a entender por qué Ajenatón escogió tenía tanta devoción al Atón, siendo esto lo único que sería capaz de ver con claridad
[24] Del famoso cuerpo de la Tumba 55 se pensó que pertenecía a Semenejkara, el corregente y sucesor de Ajenatón dada la supuesta edad de la momia (23 años) pero no había pruebas de que fuera él ya que en toda la tumba no se encontró NADA que remitiera a él. Los nuevos análisis convierten a Ajenatón en la momia al dar una edad de 35 años, parecida a la que se calcula que tenía al morir, siendo confirmado por la existencia de objetos funerarios de Ajenatón en la tumba.
[25] Orador griego que consideró a Alejandro III el Magno un joven inexperto. Más tarde, Alejandro conquistó Grecia, Persia, Egipto… llegando hasta los límites de la India.
[26] Ajenatón se basa en la creencia de que hay dos Nilos: uno subterráneo que aflora en la primera catarata, fluyendo en las dos direcciones (el verdadero Nilo) y uno celeste en los países extranjeros, origen de la lluvia.
[27] O quizá, señor de las apariciones gloriosas.
[28] Gran Himno al Atón, procedente de la Tumba de Amarna de Ay (II), posteriormente faraón y posible padre de Nefertiti, probablemente escrito por Ajenatón.
[29] Otra forma de volver a la cultura de la época de las pirámides.
[30] Como bien señala Donald Redford.
[31] Estela fronteriza de Ajetatón.
[32] Un hecho curioso, mientras que en la tumba de Merira lo fecha como año duodécimo de Ajenatón, la de Huya lo fecha como año duodécimo del Atón.

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