La Galería Nacional de Dublín acoge estos días en una de sus salas una muestra temporal de acuarelas de Nathaniel Hone titulada Travels of a Landscape Artist, y que se podrá visitar hasta el 13 de octubre de este año.
Esta exposición celebra a una de las figuras más importantes de la historia del arte irlandés en el siglo XIX: Nathaniel Hone (1831-1917). Iba para ingeniero ferroviario, pero lo dejó para estudiar arte en París. Vivió en Francia una temporada y allí desarrolló todas sus habilidades. Supo además utilizar sus contactos en Francia e Irlanda llegando a ser muy bien considerado por los críticos, además de ser un activo expositor. Esta muestra echa un vistazo particular a los viajes de Hone, desde Francia a Egipto, y refleja la evolución de su estilo.
Cuando Hone volvió a Irlanda, se casó con Magdalen Jameson, proveniente de una importante familia destilera. Al poco, entre 1891 y 1892 empezaron a viajar por el Mediterráneo, destinos como Venecia, Corfu, Atenas y Egipto. Y empezó a su vez a colorear esos paisajes y los monumentos arqueológicos, lo que supone en este terreno un valioso testimonio.
Entre la acuarelas sobre Egipto, todas de 1892, destaca The Sphinx, en Guiza, con las pirámides al fondo, y luego la titulada A temple at Luxor, pues los Hone también visitaron el sur del país. Allí pintó varios monumentos, como el de Karnak, y lo hizo desde distintos ángulos y en diferentes horas con el fin de captar la cambiante luz del sol sobre las piedras.
Otra obra es la titulada A horseman on the bank of the River Nile. Hone disfrutó pintando distintas escenas del desierto, con las palmeras, las dunas, la calma del río, el ocre del desierto, los camellos, y las falucas, adivinándose la presencia humana por las vestimentas.
La exposición también marca el centenario del Hone Bequest: la donación más grande a la Galería Nacional de Irlanda, compuesta por más de 500 obras (211 óleos y 336 obras en papel), que la esposa de Hone regaló a la Galería dos años después de su muerte.