Los secretos de la momia pueden ayudar a solucionar crímenes
Por Coordinadores de AE
11 septiembre, 2001
Modificación: 25 noviembre, 2018
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Jeni, que vivió en Egipto alrededor del 770a.C y tenía cerca de 22 años cuando murió, ha hecho una contribución inverosímil a la ciencia forense. (Pic: Universidad Tecnológica de Queensland) Los investigadores australianos ‘han extraído’ el cráneo de una momia egipcia sin sacarlo del ataúd, usando una combinación de técnicas que se pueden ahora aplicar a las investigaciones forenses.

Por primera vez, los investigadores han tomado medidas de un modelo 3D de un cráneo y las han utilizado en un programa de computadora para determinar su origen geográfico – sin ver ni manipular el cuerpo.

El nuevo desarrollo se originó por una colaboración única entre Richard Wright, profesor honorario de antropología de la universidad de Sydney y el físico, Dr. Stephen Hughes de la universidad tecnológica de Queensland.

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Abre las posibilidades de la ciencia forense, donde saber los orígenes geográficos de un cuerpo puede ayudar a identificar a la víctima. Las medidas del cráneo son necesarias para determinar el origen geográfico, y la imagen en 3D que modela la técnica usada en la momia permitirá conseguirestas medidas sin destruir tejidos ni vendajes.

«Al contrario de la creencia popular, las diferencias esqueléticas y craneales entre la gente de diversos continentes no es tan grande», dijo el profesor Wright. «para identificar su origen necesitamos un cráneo limpio, que por otros medios deberíamos quitar cualquier vendaje y arrancaríamos la piel. Es absolutamente destructivo».

El Dr. Hughes tuvo la idea de ‘ virtualmente extraer ‘ a momias de más de 10 años cuando oyó un programa de radio en Inglaterra sobre la extracción de momias para hacer investigaciones sobre ellas.

Él pensó que el trabajo clínico que él hacía con exploraciones de CT podría ayudar con esta investigación sin destruir a las momias. La proyección de imagen de CT (tomografía computada) muestra el tejido así como el hueso.

El museo británico estuvo interesado, y eligió a una momia llamada Tjenmutengebtiu – o Jeni – para el análisis. «no podríamos dejar de pensar que teníamos una momia de millones de libras en el hospital,» explico el Dr. Hughes.

El resultado era una serie de 115 imágenes seccionadas transversalmente, que el Dr. Hughes trajo con él cuando vino a Australia hace cuatro años.

Esta construcción 3D entonces fue enviada al profesor Wright. En 1990, el profesor Wright desarrolló un programa de computadora llamado CRANID (identificación craneal), que contiene la información sobre medidas craneales de 2.802 personas alrededor del mundo.

Estas medidas del cráneo se utilizan para calcular la probabilidad de una persona de pertenecer a un grupo geográfico determinado.

El profesor Wright tomó 27 medidas del cráneo de la momia del modelo de ordenador, y las cargó en el programa. Él encontró, lo inesperado, que había una probabilidad de más del 50 por ciento de que Jeni era una hembra egipcia. «La cosa realmente asombrosa es que en este proyecto no hemos considerado los huesos de Jeni,» dijo el profesor Wright.

 

Fuente: 
http://www.abc.net.au/science/articles/2001/09/11/363082.htm

 

 

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