Las Barcas del Cielo en los Textos de las Pirámides
Por Jorge Roberto Ogdon
17 noviembre, 2007
Modificación: 21 abril, 2020
Visitas: 8.008

Adoración del Fénix por Sennodyem. Tumba TT 1 de Sennodyem. Deir el Medina - Diecinueve Dinastía

Adoración del Fénix por Sennodyem. Tumba TT 1 de Sennodyem. Deir el Medina – Diecinueve Dinastía

Entre los diversos medios de los que el difunto dispone para ascender al cielo[1], los Textos de las Pirámides, desde la más temprana versión (Unis), mencionan a unas “barcas del cielo” (Barcas del Cielo, zxn.wy pt), que sin duda debemos tomar como “barcas (de papiros/juncos) del cielo”. Siu embargo, los distintos ejemplos existentes de este corpus citan a diversas divinidades relacionadas con ellos, y es nuestra intención aquí estudiar en mayor detalle de quiénes se trata y cuál sería el papel jugado por esta forma primitiva de navegar a través del río Nilo, ya que lo que denominamos “barcas”, en realidad, son unos genuinos “flotadores”, hechos con fibra de papiros (o, juncos) trenzados, tal como pueden verse en innumerables ejemplos en las representaciones de las tumbas nobiliarias contemporáneas[2].

En la Alocución 504[3], el espíritu del monarca fallecido solicita que las barcas de papiros sean preparadas, porque Horus – representando, sin duda, al soberano difunto – debe ser llevado hacia donde mora el dios solar, quien es identificado con Rê:

§ 1082: Recitado de las palabras: El cielo está henchido de vino, pues Nut ha dado nacimiento a su hija Duat. Él (scil., el rey muerto) se eleva, su tercero es Sopedet (= Sirio), pura de lugares.
§ 1083: Él está purificado en los Lagos Duatyu, se viste en los Lagos Sabyu. ¡(Oh planta-)bAgs, sal de su camino!
§ 1084: Él es tomado en el lado sur del Campo de las Cañas, (el canal-)mAa está abierto, (el canal)nxA(i) está inundado. ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Horus, (para que) pueda navegar, junto a Rê, hacia el horizonte!

De allí en más, el texto insiste en repetir la referencia a “las (dos) barcas del cielo” que llevarán al soberano muerto, junto con Rê, hacia el horizonte del cielo, y es interesante notar que el primero se identifica reiteradamente con representantes divinos del sol y la realeza:

§ 1084: ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Horus, (para que) pueda navegar, junto a Rê, hacia el horizonte!
§ 1085: ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Aquel-del-Horizonte, (para que) pueda naegar, junto a Rê, hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Aquel-del-Horizonte, (para que) pueda navegar, junto a Rê, hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas para Horus de Shezmet, (para que) pueda navegar, junto con Rê, hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para el Horus Oriental, (para que) pueda navegar, junto a Rê, hacia el horizonte!
§ 1086: ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para mí (scil., el rey muerto), porque soy Horus de los Dioses, y, en verdad, navegaré junto con Rê hacia el horizonte!

El pasaje continúa diciendo que el gobernante tomará posesión de su trono en el Campo de las Cañas, y que desciende hacia la región meridional del Campo de las Ofrendas[4]. El tema de “las (dos) barcas del cielo” se vuelve a mencionar en otros lugares del mismo corpus, i.a., TdP §§ 337, 342, 351 y 358. El primer pasaje, que sólo está contenido en la edición de Unis (Alocución 263), reza como sigue:

§ 337: ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Rê, (para que) pueda navegar hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Horajty, (para que) pueda Horajty navegar a donde Rê está! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Unis, (para que) pueda navegar en ellas hacia el horizonte, hacia donde Rê está! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Unis, (para que) pueda navegar hacia Horajty, hacia donde Rê está!

Como podemos apreciar, existen puntos de detalle muy diferentes en este caso, que es el más antiguo de todos, y que no se repiten en las demás variantes. Veamos, en primer lugar, estas últimas, antes de seguir estudiando el asunto:

§ 342: Recitado de las palabras: ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Horus, (para que) él navegue con ellas, junto a Horajty, hacia el horizonte!¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para el Rey, (para que) pueda navegar con ellas, junto con Horajty, hacia el horizonte!

La versión de la pirámide de Pepi I contiene dos pasajes novedosos, que, si bien están basados en el mismo tópico que los anteriores, enseñan concepciones ideológicas propias:

§ 351: ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Rê, (para que) pueda navegar, junto con Horajty, hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Horajty, (para que) pueda navegar, junto con Rê, hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para mí mismo, (para que) pueda navegar, junto con Horajty, junto con Rê!

§ 358: ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Rê, (para que) pueda navegar, junto con Horajty, hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para mí, (para que) pueda navegar, junto con Horajty, hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para Horajty, (para que) pueda navegar, junto con Rê, hacia el horizonte! ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo para mí, (para que) pueda navegar, junto con Rê, hacia el horizonte![5]

Otro párrafo de la edición de Pepi I confirma que estas zxn.wy pt son empleadas por el espíritu del muerto para sus navegaciones hacia el lugar en donde el dios solar se encuentra, aunque, como hemos visto, también lo hace para ir hacia el Campo de las Cañas:

§ 1179: El rey se ha marchado en estas (dos) barcas del cielo que están ante Rê.

Pero, en otro pasaje, estos flotadores de papiro son equiparados con las barcas solares manDt y msktt, i.e., los navíos del amanecer y el atardecer:

§ 926: ¡Que sean dadas las (dos) barcas del cielo, (esto es), la barca-manDt, para Rê, (para que) pueda navegar en ellas (sic)[6], junto con Horajty, hacia el horizonte!

Es harto notoria la inspiración heliopolitana que tienen todos los textos mencionados, incluyendo §§ 1084-86, en donde las divinidades mencionadas son los Horuses de Shezmet, Oriental y de los Dioses, todas formas impersonales – excepto la primera – para denominar al halcón solar que, por lo general, es especificado como Horajty.


[1] Véase, i.a., J. M. Paysás, “Los medios de ascensión celeste en los Textos de las Pirámides”, en Aegyptus Antiqua 3/1 (1978), 37 ss.; J. R. Ogdon, «Pájaros y metamorfosis en los papiros mágicos egipcios”; on-line en www.temakel.com (Buenos Aires, 2003).
[2] Véase, e.g., P. Montet, Scenes de la vie privée dans les tombeaux égyptiens de l’ancien empire (París, 1925), figs. 1, 4, etc.; versión on-line.
[3] Para los Textos de las Pirámides, hemos utilizado la versión de J. P. Allen, The Ancient Egyptian Pyramid Texts (Atlanta, 2005), que es la más reciente edición de los mismos, confrontándola con R. O. Faulkner, The ancient Egyptian Pyramid Texts 2 vols. (Oxford, 1969).
[4] Para estos campos de ultratumba, véase, e.g., R. Weill, Le Champ des Roseaux et le Champ des Offrandes dans la religion funéraire religion générale (París, 1936); A. Bayoumi, Autour du Champ des Sochets et du Champ des Offrandes (El Cairo, 1940); M. A. Molinero Polo, «La cartografía egipcia del Más Allá en los libros funerarios del Reino Medio», en Realidad y Mito (Madrid, 1997), 173-201; R. Maldonado, “El Campo de las Cañas, el Ushebti y Osiris en el Libro de los Muertos”; on-line en Apuntes de Egiptología nº 2 (2006) (URL: www.ceae.unlugar.com).
[5] Este pasaje también se encuentra en la versión de la reina Uedyebten, contemporánea de la Sexta Dinastía.
[6] Por el uso del plural .sn, aunque sólo se mencione a uno de los barcos solares, es obvio que se refiere, en realidad, a ambos.

Whatsapp
Telegram