Es muy frecuente que en el arte egipcio se utilice el recurso de la simetría, basándose en un tipo de composición que consiste en desplegar de forma idéntica la misma imagen a ambos lados de un imaginario eje o punto central. En muchas ocasiones el efecto se ha descrito como si lo representado se duplicara o como si se reflejara en un espejo (Fig. 1 y 2).
La simetría es una forma sencilla pero enormemente eficaz a la hora de pretender plasmar equilibrio y armonía. La reiteración que necesariamente implica es un medio muy útil cuando el objetivo es enfatizar o destacar determinadas narrativas o formas. A ello sumar que se trata de un recurso con el que a nivel visual se pueden llegar a conseguir importantes efectos de ritmo, permitiendo además proporcionar intensidad y matices a una sensación envolvente.
En Egipto la simetría fue un recurso frecuente en todas las formas de expresión, ya sea el diseño de joyas, pinturas, esculturas, construcciones, objetos de tocador… Su influencia puede apreciarse en la literatura, parece que también estaba presente en la música y puede percibirse su influjo hasta en marcos como la disposición de los objetos que integraban ajuares funerarios (Fig. 3). Sin embargo, no hay que olvidar que en la creatividad egipcia también son enormemente frecuentes las rupturas de la simetría o la incorporación de asimetrías. Ello enriquecía enormemente los diseños artísticos y ofrecían amplitud a las posibilidades plásticas.
Muy posiblemente la tendencia a la simetría en la imaginería egipcia tenga que ver con la intensa y compleja concepción dual que los egipcios desarrollaron en muy diversos aspectos y que se plasmó, por ejemplo, en la titulatura ostentada por los faraones. La profunda cosmovisión dualista implicaba establecer equilibrios entre opuestos, atendía a la armonización de complementarios y daba lugar a la expresión de lo total a través de lo dispar. En ciertos contextos mitológicos incluso el mundo del Más Allá llegó a ser presentado en paralelo con el mundo terrenal, del que era supuestamente idéntico reflejo.
De modo que la dualidad era esencial en ámbitos como la administración del país, la naturaleza de la monarquía, la estructura del cosmos y hasta era ineludible en el terreno de las creencias funerarias. No es de extrañar, por tanto, que lo duplicado y compensado simétricamente sea también un elemento clave y esencial en la composición de la expresión artística.
No obstante, es interesante observar que en algunas ocasiones el uso de la simetría en el arte del antiguo Egipto fue más allá de la estricta imagen y se adentró en otros discursos o intereses iconográficos. De modo que en el arte egipcio pueden apreciarse simetrías visualmente sutiles o que más bien se configuran como paralelismos narrativos; es decir, aunque a nivel óptico no se trate estrictamente de imágenes simétricas, a nivel de contenidos y de desarrollo, sí pueden serlo (Fig. 4).
La trascendencia simbólica que entraña en Egipto la simetría, la exploración de sus posibilidades expresivas, el uso extraordinariamente variado que se le dio y la maestría con la que se profundizó en las posibilidades efectistas, constituyen sin lugar a dudas uno de los más magníficos tesoros legados por los artistas del antiguo Egipto.
Autora Susana Alegre García
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