La pirámide del faraón Quefrén en la meseta de Guiza permanecía cerrada al público desde hace aproximadamente dos años. En el interior del milenario edifico, con unos 4500 de antigüedad, se han estado realizado tareas de conservación, además de mejorar el acondicionamiento para las visitas turísticas. Ahora, tras terminarse estos trabajos, los visitantes podrán acceder nuevamente a su interior y disfrutar de una de las construcciones más emblemáticas legadas por el antiguo Egipto.
La pirámide de Quefrén ha recibido tratamientos de consolidación y refuerzo, y, sobre todo, ha sido sometida a una limpieza y se han extraído sales acumuladas que pueden ser dañinas para la preservación del monumento. Además, los accesos al interior de la pirámide e iluminación de sus espacios internos han sido mejorados y actualizados.
La pirámide de Quefrén es la segunda pirámide más alta de Egipto, únicamente superada por la del faraón Quéops. Su aspecto resulta imponente y, a diferencia de las otras pirámides en Guiza, esta conserva en su punta parte del revestimiento original. En su interior destaca la amplia cámara funeraria de unos 14 metros de largo, con el techo a dos aguas, donde se conserva un sarcófago. Resulta también llamativo un gran graffiti que recorre la pared sur en el que puede leerse “Scoperta da G. Belzoni. 2. Mar. 1818”, aludiendo a la fecha en que el célebre aventurero italiano accedió a este lugar.
Aunque ahora los visitantes de la meseta de Guiza podrán disfrutar del atractivo que ofrece la pirámide de Quefrén, sin embargo, no podrán acceder a la pirámide del faraón Micerino durante algún tiempo, ya que también va a ser sometida a tratamientos de preservación, así como una renovación de las instalaciones de acceso.
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