El arqueólogo Borchardt sabía muy bien lo que había encontrado: un busto maravilloso, la efigie de una reina de rasgos delicados, con 3.000 años de antigüedad. Eso sí, no estaba dispuesto a que se la quedaran los egipcios. Aquella joya se iba a volver con él a Alemania. Así que engañó a las autoridades locales. Les dijo que aquel pedazo de «yeso» no valía nada y se la llevó para siempre.
Aquel «pedazo de yeso» era el busto de la reina Nefertiti, una de las grandes obras de arte de la era faraónica, que atrae al Museo Egipcio de Berlín a cerca de medio millón de visitantes al año. La trampa de Ludwig Borchardt había pasado desapercibida hasta ahora, cuando varios documentos del Instituto de la Alemania Oriental han revelado que el arqueólogo actuó a sabiendas, según publica la edición digital de la cadena británica BBC.
Los documentos registran el encuentro entre Borchardt y un inspector de antigüedades para determinar un inventario de hallazgos arqueológicos, según señala la BBC. Por aquel entonces, el imperio alemán mantenía un acuerdo con Egipto para repartirse los hallazgos de las exploraciones arqueológicas. Borchardt había incluído el busto de Nefertiti en su lista en 1913, pero astutamente la anotó como una pieza de yeso sin valor (a pesar de que estaba elaborada con valiosa piedra caliza) y la ocultó en una caja.
«Es indescriptible», escribió Borchardt. «Tienes que verla con sus propios ojos». No había duda de que la belleza del busto de Nefertiti, consorte del rey sol Ajenatón, hace más de 3.000 años, fue demasiado para el pícaro investigador. Se convenció que tenía que conseguirla para Alemania, según consta en los documentos. Envolvió bien la escultura, la introdujo en una caja alojada en una habitación oscura y la mantuvo oculta. Antes le había tomado una foto, pero se aseguró bien de que el retrato resultara lo más desangelado posible.
Reclamación de Egipto
El Consejo Superior de Antigüedades de Egipto ya ha anunciado que está al corriente de la nueva documentación, según el corresponsal de la BBC en El Cairo, Christian Fraser. Y no se trata de un dato baladí, ya que la prueba del engaño alemán podría reforzar la reclamación de Egipto para que el busto sea devuelto a su lugar de origen.
Fuente: El País
http://www.elpais.com/articulo/cultura/picaresca/alemana/consiguio/llevarse
/Nefertiti/elpepucul/20090211elpepucul_1/Tes
Reseña: Roberto Cerracin
Busto de Nefertiti
Si tal como se comenta en este artículo, el busto de la reina Nefertiti fué «escamoteado» de forma tramposa, las autoridades egipcias hacen muy bien en reclamarlo y exigir que sea devuelto. Espero que la autoridad del Dr. Hawass tenga fuerza para presentar la reclamación.
Bernardo. Oviedo.-
El dilema inacabable de «la más bella»
Estoy de acuerdo con su postura señor Carrera y con la de las autoridades egipcias en la devolución a Egipto no solo de este esplendido busto del cual estoy enamorado desde que la cultura egipcia me estrechó la mano sino de las demás piezas arqueológicas que antaño fueron sustraídas con tales fines y que en la actualidad adornan los tan espectaculares museos europeos y norteamericanos.
Sin embargo también comprendo lo que este busto significa para el Museo de Berlín, siendo su icono principal y motivo de incesantes visitas desde su llegada a esta capital alemana. Sin duda alguna a mi parecer me gustaría mucho más ver el busto de Nefertiti en una visita a Egipto que hacerlo en Alemania con el añadido ambiental que suscita este precioso país. Con el tiempo la reina volverá a dominar Egipto. Un saludo.