La pared norte de la capilla funeraria de Neferkhau y Sat-Bahetep
Por Juan Rodríguez Lázaro
1 diciembre, 2005
Modificación: 26 abril, 2020
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1-Neferkhau

Reconstrucción de la pared norte de la capilla dedicada al culto funerario de Neferkhau y Sat-bahetep. Los colores rojo y azul, han sido restituidos sobre la base de minúsculos restos del pigmento original que aún sobreviven en algunas partes.  (Dibujo de J.R.Lázaro)

Entre las antigüedades egipcias que actualmente se guardan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, tenemos que destacar cierto número de bloques, que en torno al 2020 a. C., habían formado parte de la decoración interna de una capilla funeraria destinada al culto de un particular.

En un principio este pequeño edificio debió encontrarse adosado por el oeste a una construcción de mayor tamaño, edificada con adobe y grandes bloques de piedra calcárea. Se trataba de una construcción mortuoria que disponía, al menos en su interior, de dos cámaras funerarias con las paredes enteramente recubiertas con losas de piedra. Ambas cámaras, debieron ser utilizadas como última morada para albergar los cuerpos embalsamados de los ilustres personajes que aparecen reverenciados sobre la pared norte de la capilla funeraria. Se trataba de Neferkhau, un importante funcionario de la ciudad de Herakleópolis Magna, que desempeñó el cargo de“Gobernador de distrito”, y de Sat-bahetep quien, casi con toda certeza, fue su propia su esposa.

Los primeros restos de esta capilla, totalmente desvalijada y destruida en el transcurso de los siglos, comenzaron a emerger del suelo de Herakleópolis en 1968, cuando Jesús López abrió, a unos 300 m al sur del templo de Herishef, una trinchera de excavación. López, que entonces era director de la primera Misión Arqueológica Española en Egipto, encontró allí un gran pedazo de estela de puerta falsa que, por vez primera, mencionaba al “Gobernador de distrito” Neferkhau. Esta estela debía encontrarse originalmente depositada en el interior de la capilla funeraria que aquel ilustre personaje había construido tan solo a unos metros más al norte del lugar en el que apareció aquel fragmento. La destrucción global de la capilla hizo que sus trozos quedasen desperdigados por todo un extenso radio.

En 1976, cuando F. J. Presedo Velo amplió por el norte la trinchera inicial de López descubrió no solo lo que son los bloques principales que hoy poseemos de la capilla de Neferkhau, sino también los restos de lo que en otro tiempo debió ser la estructura de adobe y piedra que conformaba las tumbas adosadas de Neferkhau y Sat-bahetep.

Actualmente todos los bloques que proceden de la decoración interna de aquella destruida capilla se encuentran repartidos entre Egipto y España. De ese modo el Museo Arqueológico Nacional de Madrid exhibe hoy en una de sus salas, algunos bloques correspondientes al lado izquierdo de lo que originariamente fue la pared norte de aquella capilla. No obstante, otros, que también proceden de otras partes de la misma capilla, permanecen lamentablemente inéditos en los fondos de esta institución española desde hace ya más de 35 años.

La pared norte de la capilla funeraria

Los grandes bloques que Presedo halló en 1976 sobre el lado este de la cámara funeraria 1976/3, [1] nos han permitido reconstruir, prácticamente en su totalidad, una de las paredes cortas que se alzaban sobre la planta rectangular de la original capilla de Neferkhau.

Al igual que en otras construcciones funerarias de la misma necrópolis, la parte alta interior de la capilla de Neferkhau se encontraban decorada con el habitual friso de khekerus, que expresaba en sí mismo el concepto de decoración u ornamentación. Inmediatamente por debajo se hallaba una banda de rectángulos en la que sucesivamente iban alternando los colores rojo y azul[2]. Esta banda, que se utiliza para delimitar las escenas grabadas en la pared, no aparece en cambio en la parte inferior de la misma. Allí, se ha sustituido por una ancha banda horizontal de color rojo que simplemente ha sido pintada. Es muy probable que esta, a excepción de la pared en la que se encontraban las estelas de puerta falsa, recorriera longitudinalmente toda la parte baja de aquella estancia[3].

3-Neferkhau
Detalle de los sacerdotes que ofician delante de la figura de Neferkhau, el principal constructor de este edificio.Sala egipcia del Museo Arqueológico Nacional de Madrid. (Foto del autor).

La decoración de la pared norte se encuentra básicamente dividida en dos grandes escenas que se superponen y que están relacionadas entre sí por el paralelismo de su temática: la aceptación, por parte del difunto, de ciertos rituales de carácter funerario y aportaciones alimenticias.

La primera composición, tallada sobre la parte alta de la pared, se inicia con un amplio registro de texto horizontal que nos informa sobre la identidad del principal personaje para el que se construyo esta capilla:

“Ofrenda de pan, cerveza, carne y aves para el Gobernador de distrito, Tesorero del Bajo Egipto, y Compañero único, el venerable Neferkha[u. ¿Difunto?]”

Inmediatamente después, la escena se divide en dos mitades que se contraponen verticalmente. La mitad derecha, nos muestra a Neferkhau sentado ante una mesa de ofrendas totalmente repleta de alimentos funerarios. Un breve texto vertical, situado a la derecha de esta, la describe como Mesa de las ofrendas”, mientras que otro texto de mayor tamaño, que corre horizontalmente por encima, aporta una formula tradicional de ofrendas aplicada al espíritu del difunto:

“Mil en panes y cerveza, mil en [carnes y aves]…
para el ka del Gobernador de distrito, Tesorero real del Bajo Egipto, y Amigo único,
el venerable Neferkhau.]”

La mitad izquierda, se inicia con tres registros paralelos que albergan en su interior pequeñas columnas de texto vertical que aportan los nombres específicos de toda una serie de alimentos; bebidas y perfumes de carácter funerario. Cada una de ellas se encuentra rematada por debajo con el ideograma del vaso, o tal vez de un cesto, de forma troncocónica que debió servir como contenedor para el propio producto descrito. Es el tradicional listado de ofrendas para el difunto que vemos habitualmente en el interior de las tumbas y que los arqueólogos denominan de una forma generalizada como “pancarta” o “menú”.

2-Neferkhau
Escena superior de la pared, que muestra al “Gobernador de distrito” Neferkhau recibiendo los ritos funerarios que le dedican un grupo de sacerdotes. (Dibujo de J.R.Lázaro).

Por debajo de este minucioso elemento epigráfico, se encuentra un registro por el que caminan cinco individuos que están estrechamente vinculados con los ritos funerarios que en esta ocasión se celebran para el difunto Neferkhau. Los dos primeros personajes mostrados a la cabeza del cortejo, proceden a la realización de un acto de limpieza y purificación. Uno de ellos vierte el agua contenida en un vaso “hes”dentro de una copa que el otro, arrodillado en el suelo, sujeta con las dos manos. El acto en sí, aparece descrito por el breve texto que lo acompaña como “libación del agua mezclada”. Detrás de estos aparece un personaje que empuña, en su mano izquierda, un pequeño quemador en el que se consumen las bolas de incienso que el propio individuo arroja a su interior con la otra mano. Se trata del “inspector que ofrece incienso”, según reza la inscripción que aparece frente a él. El cuarto personaje empuña en su mano izquierda un precioso papiro que contiene toda una serie de fórmulas sagradas. Él es el encargado de recitar en voz alta los conjuros que allí están escritos. El texto que le acompaña le describe como el“sacerdote lector” que asiste a la ceremonia como una “donación real”. El último personaje del cortejo es un sacerdote “sen”, que al igual que el “sacerdote lector”, es también una “donación real”. La importancia de este personaje, caracterizado por la piel de leopardo que cubre su cuerpo, es fundamental para la realización del acto fúnebre conocido como la “apertura de la boca”. Resulta curioso observar que tanto este último sacerdote, que empuña en su mano una de las patas de la piel de felino que viste, como el compañero que le precede, se muestran alzando una de sus manos en alto, ¿Se trata de una reverencia o un saludo hacia al difunto Neferkhau?

La mitad inferior de la pared, muestra una escena que gira en torno a la figura de una importante dama de la familia de Neferkhau. Se trata de Sat-bahetep, una mujer que casi con toda seguridad fue la propia esposa de este funcionario. Sin lugar a dudas, fue reverenciada en este mismo espacio de culto y por tanto hemos de suponer que, en el interior de aquella capilla funeraria, debía encontrarse una estela de puerta falsa y una mesa de ofrendas destinada a las propias ofrendas de esta dama.

4-Neferkhau
Escena inferior de la pared, que muestra a la dama Sat-bahetep recibiendo los distintos alimentos funerarios que un grupo de portadores le hace llegar hasta su mesa de ofrendas. (Dibujo de J.R.Lázaro).

La escena en sí, sigue el mismo esquema de la composición anterior. Se ha querido enfrentar los textos y las imágenes con el fin de crear dos ambientes verticales distintos. El ángulo superior derecho lo ocupa la gran figura de Sat-bahetep que aparece sentada ante una mesa de ofrendas cargada de alimentos funerarios. Un texto vertical que aparece sobre el lado derecho de la misma la describe como “Mesa de las ofrendas”, mientras que el que aparece inmediatamente por encima dice:

“Mil en panes y cerveza, mil en carnes y aves, para el ka de Sat-bahetep.”

Bajo la representación de esta dama, aparece un registro de gran tamaño por el que camina la escuálida figura de un pastor, o tal vez la de un anciano, que conduce un buey de largos cuernos mediante un correaje sujeto a la cabeza y el cuello del animal. Se trata de un hermoso buey “iw3“ que ha sido especialmente elegido para ser sacrificado en honor del ka de Sat-bahetep. El texto que aparece por encima de su lomo, cubierto con una manta rayada, así lo especifica: “iw3 para tu ka”[4]. Es evidente que este primer registro que mira a la derecha, estaba concebido en su origen para ocupar la parte alta de la mitad izquierda, sin embargo, ante la falta de espacio el artista se vio obligado a desplazarlo al lateral derecho.

En la parte izquierda de la escena, se suceden tres registros de portadores que caminan hacia la mesa de ofrendas de Sat-bahetep. Una banda horizontal de texto, que se sitúa sobre el primero de ellos, confirma que todas esas ofrendas están destinadas al ka de la difunta:

“Aportación de khepes para el ka de Sat-bahetep”

El primero de los personajes que inicia el cortejo sostiene en sus manos una pata, que parece proceder realmente del mismo buey “iw3 representado en la escena anterior. Un animal del que, en los siguientes registros, vemos las distintas partes en que ha sido troceado por los carniceros. El texto que acompaña por debajo al primero de los portadores especifica su ofrenda como: “khepes para tu ka”. El individuo que le sigue inmediatamente por detrás, sostiene en su hombro izquierdo una bandeja que contiene un pedazo de carne con hueso, el texto que lo acompaña lo describe como “tibia de carne para tu ka”. Ese mismo personaje también sostiene en su otra mano un pequeño recipiente de forma oval. El tercer portador lleva sobre sus hombros dos bandejas con las mejores partes de la carne del buey. El texto así nos lo hace saber cuando describe estas como las: “partes selectas, para tu ka.

El segundo registro, se encuentra igualmente definido por una línea de texto horizontal en la que puede leerse:

“Partes selectas (de carne de buey), y todo lo bueno para el ka de Sat-bahetep.”

También aquí aparece en primer lugar un personaje que sostiene en sus manos otra de las patas del buey despedazado. El texto repite de nuevo: ”khepesh para tu ka”. El segundo portador de este registro sostiene, por uno de los cuernos, la cabeza cortada del buey, mientras que con la otra mano se ajusta al hombro una bandeja que parece contener un nuevo pedazo de carne, o quizás un pescado abierto. El texto que le acompaña dice simplemente: “cabeza de buey para tu ka”. El último de los personajes del registro carga sobre sus hombros dos bandejas, una de ellas, tal como reza la inscripción, totalmente repletas de:“higos”.

Los personajes que caminan por la parte inferior están representados en una escala aún menor y, a diferencia del resto de los registros, carece de todo texto explicativo. Evidentemente, estas características nos indican la menor importancia que tienen las ofrendas aportadas por los individuos representados en este nivel. Vemos que también ellos llevan en bandejas y cestos ofrendas de carácter alimenticio. Así por ejemplo, el segundo de los portadores, presenta un pato desplumado que se ha ensartado en un palo con el fin de asarlo sobre las ascuas de un fuego avivado por un soplillo[5].

Sobre la dama Sat-bahetep, que parece revelar en el nombre su propio origen paterno: “La hija de Bahetep”[6], nada sabemos hasta el momento, excepto que ella fue, con toda probabilidad, la esposa delGobernador de distrito Neferkhau[7]. La ausencia de títulos precediendo a su nombre, sugiere en un principio que debió tener simplemente un origen plebeyo. Su existencia, sólo podemos documentarla por su propio enterramiento que debía encontrarse dentro del conjunto edificado para Neferkhau. De este modo, el recuerdo de Sat-bahetep, permaneció unido al de aquel ilustre personaje en los relieves que decoraron las paredes internas de la capilla funeraria.

Una propuesta de datación para la tumba de Neferkhau y Sat-Bahetep

Cuando en 1968, Jesús López descubre la antigua necrópolis, que aún hoy sigue proporcionando numerosas tumbas y estelas que se fechan entre los monumentos más antiguos aparecidos en Herakleópolis Magna, crea un gran interés internacional al afirmar haber encontrado una necrópolis perteneciente al Primer Periodo Intermedio[8]. Sin lugar a dudas, este oscuro periodo de la historia egipcia constituye el punto álgido de la historia de aquella ciudad. Menfis, la antigua capital del país había sucumbido y Nen neswt(que más tarde llamarían los griegos Herakleópolis Magna) se presenta entonces como la nueva capital del país, aportando a la historia egipcia dos nuevas dinastías de reyes: la IX y la X.

En contra de esa datación inicial de López, mi visión personal sobre los restos de las estructuras funerarias de Neferkhau y Sat-bahetep, así como de la decoración interna de su capilla de culto, me han llevado a la conclusión de que su realización se puede fechar en una época bastante precisa. Esto es: durante el último tercio del largo reinado de Mentuhotep II. Una época en la que aquel gran rey tebano de la XI dinastía había reunido ya todo el país bajo su mando y utilizaba el nombre de Horus Sematawy para gobernar. Era justo el momento en el que se iniciaba Imperio Medio, llamado así por los historiadores como consecuencia de esta nueva unidad nacional. El característico estilo que presentan los monumentos construidos en el país durante aquellos años, muestran un fuerte paralelismo con el de muchas tumbas de Herakleópolis, que se vienen fechando aún en el periodo herakleopolitano de las dinastías IX-X. Un claro ejemplo de ello, lo vemos en el grupo de sacerdotes que caminan delante de la mesa de ofrendas de Neferkhau. Este presenta un paralelismo muy estrecho con el de una escena similar que se muestra en la estela de Initef el hijo de Thefy, un oficial tebano que, tras la caída de Herakleópolis, fue destinado a aquella ciudad por el propio rey Mentuhotep II,

Aún hoy, y a pesar de la convincente propuesta de datación aportada por H.Willens[9], los actuales seguidores de López continúan creyendo que, en líneas generales, la necrópolis descubierta por aquel es un cementerio de las dinastías IX y X. Sin embargo, lo cierto es que hasta la fecha no hay absolutamente ningún documento que permita fechar, de una forma contundente, la necrópolis en esa oscura e interesante fase de la ciudad. El hallazgo de tumbas pertenecientes al famoso periodo herakleopolitano es en realidad bastante dudoso y tan solo, con ciertas reservas, podríamos aplicarlo a niveles inferiores de la necrópolis.


[1] Numeración establecida por los arqueólogos españoles, para diferenciar las distintas tumbas que fueron apareciendo en el transcurso de las excavaciones de ese año.
[2] Restos de pigmento rojo y azul, en algunos de esos rectángulos, nos permiten afirmar que aquellos alternaban sucesivamente dichos colores.
[3] Líneas paralelas de una tipología similar aparecen también en la tumba herakleopolitana de Sehu. PADRÓ, 1999, Fig. 100.
[4] Para otros bueyes con mantas rayadas similares ver, en Beni Hassan, las tumbas de Baket I y III (Newberry, 1894, pl.VII, XXX), y en Herakleópolis, la tumba de Hetepwadjet (Perez Die, 2004, p.23 abajo).
[5] Para una escena del asado de pato con palo, ver en Deshasha, la tumba de Shedu (Petrie, 1897, pl.XXV).
[6] Esta hipótesis, se encuentra fundamentada en los nombres de otras mujeres mas o menos contemporáneas, tales como Sat-impy, –la hija de Impy-sokar– (Cairo JE 39228) o Sat-shedabd, –la hija del inspector Shedabd– (Louvre E. 14184). Por otro lado la existencia de un tal Bahetep de Denderah, reafirma la lectura como un nombre propio. Finalmente, también conocemos la existencia de otra dama llamada Sat-bahetep, que aparece documenta en una estela de mediados de la XII dinastía (Merseyside County Museum de Liverpool).
[7] La opción de que esta pudiera haber sido la madre de Neferkhau, queda totalmente descartada por la inscripción de uno de los bloques inédito de los fondos del MAN que cita a la dama Sen… como la madre de Neferkhau.
[8] LÓPEZ, 1975, p.58-59.
[9] En “A note on the Date of the Early Middle Kingdom Cemetery at Ihnâsya al-Madîna”, Gottinger Miszellen, 150, 1996., Willems, basándose en una serie de estudios comparativos, propone el Imperio Medio, como una fecha mas adecuada para esta necrópolis.

 

Autor Juan Rodríguez Lázaro


Artículo publicado en el Boletín Informativo de Amigos de la Egiptología, BIAE 30, diciembre 2005: https://egiptologia.com/biae-numero-30-diciembre-2005/

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