La Paleta de Narmer, conservada en el Museo de El Cairo, es una de las obras de arte más emblemáticas del antiguo Egipto. Su belleza y su singular elegancia nos remontan a la lejana Dinastía I (c. 3050-2890 a. C).

La paleta fue descubierta durante las exploraciones arqueológicas de James Quibell en Hieracómpolis en 1894. En su anverso y reverso presenta imágenes celebérrimas del rey Narmer imponiéndose sobre un enemigo, el portador de las sandalias, un desfile triunfal… Imágenes en las que la egiptología ha invertido muchos esfuerzos de investigación e innumerables lecturas interpretativas. En esta imaginería milenaria lo más notorio es que la figura de Narmer porta en una de las caras de la paleta la corona del Alto Egipto y, en la otra, la corona del Bajo Egipto, lo que convierte a este rey en el primero que conocemos en lucir las dos coronas heráldicas de los grandes territorios egipcios.

En el British Museum se conserva una copia de la Paleta de Narmer (EA35714). Se trata de una copia histórica de yeso, realizada sobre la pieza auténtica como molde, lo que permite una documentación exacta de todos los detalles del original. No es de extrañar que la Paleta de Narmer fuera documentada mediante este tipo de copias exactas, más aún cuando las técnicas fotográficas y otros recursos de registro no eran tan sofisticados en tiempos pasados como en la actualidad. Precisamente esta copia se explica debido a la relevancia del objeto pues de algunos de los hallazgos arqueológicos más remarcables, frecuentemente y aún hoy, se realizan copias lo más fieles posibles, para poder estudiarlas a fondo sin el temor a que la pieza pueda sufrir algún daño.

Esta es la información que en la red ofrece el British Museum sobre tan interesante copia:
http://www.britishmuseum.org/research/collection_online/collection_object_details.aspx?objectId=109866&partId=1

Fotografías de Susana Alegre García en la exposición ‘Faraón. Rey de Egipto’ en CaixaForum Barcelona.