La colección egipcia de Nápoles
Por Nieves García Centeno
1 mayo, 2022
Colección egipcia en Nápoles. Figurillas de Osiris y otros dioses. De la Colección Borgia
Modificación: 21 diciembre, 2022
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Treinta años antes de que Napoléon Bonaparte descubriera con su campaña los tesoros de Egipto o la Piedra de Rosetta, Europa ya pudo conocer los misterios de la tierra milenaria gracias a las pinturas murales, estatuas y objetos de culto de un templo perfectamente preservado que se mantenía bajo las cenizas del volcán que en el año 79 despertó para sepultar Pompeya, Herculano y todo lo que se encontró a su paso. Era el Iseum o Templo de Isis. La imaginación del siglo XVIII quedó cautivada por esta atmósfera oriental mágica, los paisajes encantados, los sacerdotes con trajes blancos y rapados, los animales sagrados y los rituales místicos de la diosa. Todo lo hallado en este santuario y en las ruinas excavadas de Pompeya y Herculano se puede visitar en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (MANN), un palacio del siglo XVII, primero sede de la Universidad de Nápoles, hasta que en 1777 el rey Fernando IV y posteriormente Carlos III de Borbón lo destinaron a Biblioteca y Museo Real.

Fachada. Museo Arqueológico de Nápoles 

Museo Arqueológico de Nápoles 

Interior del museo

Sin embargo, en este museo hay también una atractiva colección egipcia de 2.500 piezas, que se puede visitar en la planta sótano, que abarca desde las primeras dinastías hasta época bizantina. Todos los objetos, excepto los hallados en las excavaciones promovidas por los Borbones como reyes de Nápoles en Pompeya, Herculano u otras localidades de la zona, fueron adquiridos entre 1803 y 1917 a través de colecciones privadas, como la Borgia o la Picchianti, ésta en el siglo XIX. Se puede decir que fue en 1821, cuando el entonces director del Museo, Michele Arditi, presentó lo que sería la colección egipcia tras la incorporación de las citadas anteriormente, el náoforo de los Farnesio, una estatua del dios Serapis de Pozzuoli y dos estelas donadas por el Duque de Calabria, además de los objetos egipcios encontrados en la región de la Campania, como en el mismo Nápoles, Capri, Estabia o Sorrento.

El culto a los dioses egipcios en esta zona de Italia se extendió desde el siglo II a.C. en adelante. Los más comunes eran Isis, Harpócrates, Anubis, Bes o Serapis, una reinterpretación ptolemaica de Osiris-Apis, adorado en Menfis. Además del templo de Isis en Pompeya, se supone que había otro en Herculano, aunque no se ha encontrado; se cree que estaba ubicado por la zona conocida como la “palestra” o el gimnasio, ya que se hallaron objetos tan indicativos como una estatua de Atum, dios de Heliópolis, una pequeña estatua de bronce de Harpócrates, y dos estatuillas también de bronce con Isis Fortuna y Harpócrates. Otros hallazgos que testimonian la presencia del antiguo Egipto en el mundo romano es el hallazgo de varias estatuas en Cumae y Benevento, o el Serapeum de Puteoli, mencionado en una inscripción del año 105 a.C.

Desde un primer momento se quiere dejar claro al visitante cómo se formó la colección egipcia del MANN y cómo llegaron al museo los distintos objetos y las fechas de su adquisición, además de que cada etapa fue configurando y dando personalidad a la sección egipcia hasta convertirse en la que es en la actualidad.

Estatua náoforo en basalto de Wahibremeryneit, de la Dinastía XXVI. Colección Farnesio

El naóforo de la colección Farnesio fue la primera pieza egipcia adquirida por el Museo, ya que se documenta su presencia desde 1803. No se sabe cómo los Farnesio consiguieron esta pieza, pero se presume que se encontró en Roma o alrededores entre los restos de algunos de los lugares de culto a Isis. De hecho, se puede documentar su presencia en el Palacio Farnese ya en 1600 y es curioso el estudio que hace de ella el jesuita Kircher en el siglo XVII a la que identifica como una estatua de Isis. En realidad, se trata del príncipe, amigo del rey, director de la casa de las dos coronas, sacerdote de Horus, superintendente de los sellos, Wahibramerineit, hijo de Taquerenet, y se data en la dinastía XXVI.

La colección del cardenal Stefano Borgia es una de las más importantes, de casi 700 piezas. Fue vendida al Museo Real por su sobrino Camilo, que inició negociaciones en 1814 con Joaquín Murat, entonces rey de Nápoles, aunque la venta concluyó con Fernando IV de Borbón. La adquisición se presentó al público en 1821, además de otros objetos provenientes del templo de Isis de Pompeya, como la estela del sacerdote Samtowetefnakhte y una estatua de Isis.

Estatua con fórmulas mágicas, de Época tardía. Colección Borgia

Hay que contar el caso de la pieza más antigua de la Colección Borgia: la estatuilla conocida como “La dama de Nápoles”, aunque posteriormente, por similitud con otra, se dieron cuenta de que era un hombre, un funcionario del Reino Antiguo, de la dinastía III. Es una pieza en diorita, probablemente procedente de una tumba de Saqqara.

La llamada «Dama de Nápoles». Dinastía, Saqqara III, de la Colección Borgia

La Colección Picchianti se obtuvo de un matrimonio de la alta sociedad italiana, que haciendo honor a la tradición anticuaria y aventurera del siglo XIX, se comprometieron a traer de Egipto piezas que ofrecieron vender a los Borbones. De 1819 a 1825, aunque no se sabe exactamente el itinerario que siguieron ni dónde las adquirieron, consiguieron traer un buen lote de objetos de tumbas, sobre todo momias humanas y de animales, que se cree que compraron en el mercado de antigüedades y no excavando por su cuenta. Picchianti intentó vender esta colección al rey de Sajonia antes de ofrecérsela al Museo italiano, que finalmente adquirió una parte en 1828; el aristócrata no quedó contento con la venta y se ofreció a donar el resto, pero a cambio pidió ser contratado como restaurador de las antigüedades egipcias. Se sabe que después robó algunas piezas que vendió al Museo Británico y se le pierde el rastro en Nápoles en 1834.

Caja de ushebtis de Mutemuia, cantora de Amon, din. XXI, de la Colección Picchianti

La entonces colección egipcia permaneció inalterable hasta 1848, que se hizo una reestructuración general. Tras los Borbones y con la reunificación de Italia en 1861, los nuevos gestores dividieron la colección en dos salas, haciendo hincapié en el mundo funerario y del inframundo, recreando una atmósfera misteriosa. Ya en el siglo XX, en 1989, se abrió una nueva galería egipcia, reordenando los objetos según su colección de procedencia, ya que cada una de ellas se había formado en diferentes períodos. Así, se distinguió la Farnesio, la Borgia, la Picchianti, las menores, las de objetos de la región de Campania, y vio la luz el primer catálogo.

En la actualidad, bajo el comisariado del Museo Arqueológico de Nápoles y la Universidad Oriental, se han distribuido los objetos en seis secciones temáticas que ilustran los distintos aspectos de la civilización faraónica: Faraones y Hombres, la tumba y su equipamiento, la momificación; religión y magia; escritura, comercio y las relaciones con el mundo Mediterráneo, además de unos paneles con texto que informan de ello.

 

Un recorrido fotográfico:

Acceso a la colección egipcia

Diversos amuletos con la forma del dios Bes y Patecos 

Animales sagrados, de Época tardía. Colección Borgia

Esfinge del dios Tutu, época grecorromana. Colección Borgia

Estatuilla de basalto de Osiris, con dedicatoria trasera. Dinastía XXVI. Colección Borgia

Estela de caliza de Época Ptolemaica, del sacerdote Samtowe-tefnakht; recrea los últimos 20 años antes de la llegada de Alejandro Magno

Vista de la sala con estelas, ushebtis y caja de ushebtis

Ushebtis y caja de ushebtis 

Conjunto de Ushebtis

Ushebti del escriba real Pay, Dinastía XX.

Ushebti de Ptahupepu, finales de la Dinastía XVIII

Estelas

Fragmento del sarcófago de Pairkap, de granodiorita, de la Dinastía XXVIII-XXX (s. V-IV a.C), de la Colección Borgia

Fresco con escena nilótica

Fresco hallado en Herculano, al lado del teatro, que representa una ceremonia isíaca; siglo I a.C.

Representaciones de ibis sagrados

Dos momias con sus sarcófagos

Lucerna con Isis en el centro, Anubis y Harpócrates, del siglo I.

Mesa de ofrendas de basalto, del rey Neferibra Psamético II, de la Dinastía XXVI (s. VI a.C.), hallada en una casa en Pompeya

Momia de cocodrilo

Papiro en demótico sobre trabajos en el Delta, siglo VII-IV a.C. Colección Andreana

Ptolomeo Apion

Ptolomeo II

Sistro de bronce hallado en Pompeya, siglo I a.C.

Vasija de obsidiana hallada en 1954 en una villa en Estabia, con decoración floral egipcia (lotos), de época augustea

Uno de los rincones de la colección egipcia

Vitrina con fakes egipcios de los siglos XVIII y XIX

Página web del Museo: https://mann-napoli.it/

 

Por Nieves García Centeno

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