Durante el reinado del faraón Amenhotep III se repitieron las emisiones de los llamados “escarabeos conmemorativos”. Su utilidad era celebrar y dar difusión a eventos notorios del reinado. Entre los más destacados se encuentran los célebres escarabeos creados con motivo del matrimonio con Tiy, la que fue su reina principal; o el que celebra el matrimonio con la princesa mitannia Kiluhepa.
En el caso del escarabeo de la cacería de leones se ensalza que durante los primeros diez años de reinado el joven faraón Amenhotep había sido capaz de abatir con sus flechas 102 leones. Una cifra que destaca el valor y destreza del faraón, y que responde más a una voluntad publicitaria y exaltatoria que a hechos verosímiles.
“Número de leones que su majestad mató con sus propias flechas desde el año 1 al año 10: 102 leones salvajes”
Escarabeo conservado en el British Museum. Foto Susana Alegre García
El león fue un animal de gran simbolismo en el antiguo Egipto. La capacidad de imponerse sobre este felino, de dominarlo, era metáfora de la fortaleza del monarca y, a la vez, una forma de expresar su enorme autoridad. También el león era un símbolo real, relacionado con la monarquía y con el poder del sol. Además parece que Amenhotep III tuvo una especial predilección por estos felinos e incluso se hizo llamar “león poderoso”, “león de ojos fieros”, “el león de los soberanos”… Igualmente las diosas leonas jugaron un protagonismo relevante en sus monumentos: centenares de esculturas de diosas Sekhmet fueron realizadas durante su reinado.
Del escarabeo de la caza de leones se han conservado más de un centenar de ejemplares, localizados en diversos lugares de Egipto y en territorios como la costa libanesa y hasta en la isla de Chipre. Ello demuestra que, efectivamente, los escarabeos cumplieron con el objetivo de difusión con el que fueron creados.
La pieza fotografiada forma parte de la exposición «Faraón, rey de Egipto» de la exposición con piezas del British Museum organizada por CaixaForum
Autora Susana Alegre García