Una buena razón para prolongar nuestra estancia en Luxor es poder escaparnos en una mañana hasta las ruinas de uno de los templos del llamado Palladium de Tebas. Situado en el antiguo asentamiento de Djerty, posteriormente llamada por griegos Tuphion, Tuphium por romanos y El-Tod en la actualidad.
El templo de Tod, junto con los de Armant, Medanud y el situado en Karnak norte, fueron dedicados a la deidad guerrera Montu y conformaron un cinturón o zona de influencia de Tebas que se llamó: “Defensa Sagrada de la Ciudad de Amón”
El-Tod presenta unas notables ruinas y relieves de lo que fue el recinto: el lago sagrado, el embarcadero, algunas cámaras, restos de un quiosco, la capilla y restos del pavimento de la nave central.
Los nombres de faraones como Userkaf, Mentuhotep, Senusert, Amenemhat, Ptolomeo Neo Dionisio, Ptolomeo Evergetes o Antonino Pío, desde el relato dinástico y con la evidente influencia de diferentes épocas y periodos, nos hablan de lo que fuera antaño un lugar respetado, hoy olvidado por el viajero.
El dios halcón Montu era la forma guerrera de Horus; su forma terrenal era el toro Bukis (en egipcio Bej) del que el centro de adoración principal era la cercana Armant.
En vuestra visita dejad volar vuestra imaginación, tratar de ver como debió ser aquel momento de 1936 en que el arqueólogo Fernand Bisson de La Roque, miembro de el Instituto francés de Arqueología Oriental (IFAO), descubrió un “Tesoro”, repartido hoy en día entre el Museo del Louvre y el Museo Egipcio de el Cairo. Os invitamos a descubrirlo.
El sitio arqueológico se encuentra en el centro del la actual aldea de Tod, a la que se accede desde la bifurcación de la carretera Cairo-Aswan, después de cruzar el canal derecho del Nilo y la línea de ferrocarril. El mencionado desvió se encuentra a unos 18 kilómetros al sur de Luxor, pasada la población de Nagaa Al Husseinat, antes del puente a Esna. Las entradas se han de adquirir en las taquillas del templo de Luxor.
La mejor manera de acercarse al recinto es mediante taxi, tomado en Luxor. No perderse el pequeño museo al aire libre que hay en el recinto así como el espléndido estado de conservación del embarcadero de la barca de Montu.
