Es una flota de 14 barcas ceremoniales · Estaban enterradas en Abydos, necrópolis de los primeros soberanos egipcios y centro del culto a Osiris, dios de los muertos. Acompañaban al faraón en su «viaje ultraterreno»

Restos de la flota. El alto nivel tecnológico revela un sistema de construcción inédito para el antiguo Egipto. Es una entera flota de hace 5.000 años. Son 14 embarcaciones de madera que miden de 18 a 24 metros de longitud, todas «atracadas» en fila en el «muelle» de una tumba real en la necrópolis de Abydos, la necrópolis de los primeros soberanos egipcios.

Cada una de ellas fue sepultada en las arenas del desierto egipcio, en sus respectivos sarcófagos recubiertos de ladrillos revocados. Cada una tiene, tanto en la popa como en la proa, pequeños troncos trabajados a modo de anclas. Acompañan a su soberano, posiblemente el mismísimo Aha, el fundador de la primera dinastía, en su viaje ultraterreno.

Y son embarcaciones «modernas», construidas con trozos de madera unidos entre sí, y no con simples troncos de madera excavados o juncos. Son las embarcaciones «construidas» más antiguas que se hallaron hasta la actualidad.

Los autores del sensacional descubri miento son arqueólogos de la Universidad de Nueva York, dirigidos por David O»Connor, que desde 1967 excavan en la necrópolis de Abydos.

El descubrimiento de doce de las barcas sepultadas data de 1991, pero recién hace unos meses tuvo lugar una excavación más profunda y extensa gracias a la cual se pudo desenterrar el sarcófago en una superficie de alrededor de tres metros.

De este modo pudo descubrirse que eran catorce las barcas y que, si bien estaban muy cerca de la tumba monumental de Khasekhem, soberano de la segunda dinastía (2700-2650 a.C.), las embarcaciones son mucho más antiguas.

Cuál es su antigüedad real, eso lo podrán determinar los análisis en curso con el carbono 14, o la interpretación de las muchas ánforas de cerámica halladas cerca de una de las barcas y, si son legibles, las impresiones de los sellos sobre las tapas.

Pero ha sido la embarcación excavada la que reveló que no se trata de modelos, como era habitual en las sepulturas del antiguo Egipto, sino de verdaderas barcas, que podían trasladar hasta 30 remeros.

Con una longitud de 23 metros, dos metros de ancho en la parte más ancha, tiene sólo 75 centímetros de profundidad. Se trata de una típica embarcación de río. Cheryl Ward, el arqueólogo naval que ha estudiado el casco (dañado por las termitas pero lo suficientemente bien conservado y completo como para ser tratado y trasladado), está muy sorprendido por el alto nivel tecnológico de estos antiguos artesanos, y sostiene que la barca revela un sistema de construcción absolutamente inédito para el antiguo Egipto.

«Estos barcos son los antepasados directos de la famosa barca hallada en Giza, cerca de la pirámide de Keops, y la superan en antigüedad por lo menos en 400 años», declaró O»Connor. «Son una verdadera ventana para conocer mejor los albores de la civilización egipcia.» De hecho, se conocen muchísimas configuraciones de barcas del período en cuestión, denominado predinástico, pero jamás se había encontrado embarcaciones.

El hecho de que estén construidas en madera, un bien de muchísima importancia, casi precioso para el antiguo Egipto, es un índice de las relaciones comerciales y políticas de alto rango que ya se mantenían en la antigüedad. Los arqueólogos volverán en los próximos meses a Abydos para continuar el trabajo de restauración y conservación de la madera que ya ha visto la luz.

Esperan poder desenterrar dentro de dos años otra embarcación y ofrecer nuevos adelantos sobre estos cruceros que atravesaron el Nilo hace 5.000 años.

Fuente: Clarín Digital
http://www.clarin.com.ar/diario/2000-11-03/s-04401.htm