El templo funerario de la reina Tausert en Luxor: progresos de una excavación
Por Jorge Roberto Ogdon
1 marzo, 2006
Modificación: 26 abril, 2020
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Entre mayo y junio de 2004, y los mismos meses de 2005, se desarrollaron las dos primeras campañas de excavaciones en un sitio largamente olvidado e ignorado por los arqueólogos: el templo funerario de la reina Tausert, en la margen occidental del Nilo, enfrente de la actual Luxor, localizado entre el templo funerario de Merneptah y el pequeño recinto sacro de Jonsuirdis, en la zona al sur del Ramesseum. La misión es llevada adelante por la Universidad de Arizona (EE.UU.), y dirigida por nuestro amigo y colega, Dr. Richard H. Wilkinson[1].

templo funerario de la reina Tausert en Luxor: progresos de una excavaciónEste edificio, arrasado completamente, y del cual no se levanta, que se sepa, ningún muro a una altura discernible, fue primeramente descubierto y examinado por Sir M. Flinders Petrie, en fecha tan lejana como el año 1896[2]. Se creyó, por mucho tiempo, que el trabajo del arqueólogo inglés había sido tan concienzudo como la mayoría de su obra, pero nos equivocábamos al respecto, tal como lo han evidenciado las recientes labores del Dr. Wilkinson y su equipo[3]: ocurre que, en realidad, Sir Petrie sólo pasó unos pocos días en el lugar, y sus faenas no fueron completas ni exhaustivas. Incluso, el único plano que se conoce del recinto, hecho por él en esa oportunidad, no es absolutamente correcto, como ahora lo demuestran las recientes excavaciones.

En 2004, fue realizada una prospección de superficie, durante la cual se encontraron algunos artefactos de interés, incluyendo lo que parece ser un diseño de trabajo, sobre un ostracón de piedra arenisca, relativo a las fosas del templo. También se exhumaron numerosos ladrillos de barro y piedra trabajada, con marcas claras de cinceles, cuya distribución dista de ser casual, enseñando distintos patrones de ubicación. Por ejemplo, los ladrillos se encontraron alrededor de sitios donde se supone que existieron paredes. Asimismo, las piedras estaban concentradas en áreas donde bloques de fundación, columnas, dinteles de puertas, y otros elementos pétreos, se supone que estarían o prepararían. Estos hechos son importantes porque indicarían que el estado de construcción del templo estuvo mucho más avanzado de lo que se creía hasta ahora, y también porque contradirían a Sir Petrie, quien decía que sólo se habían echado las fundaciones del edificio y que poco se había hecho más allá de poner algunos bloques de piedra al fondo del mismo.

Figura 1. Plano (sin corregir) del templo funerario de la reina Tausert. Las áreas excavadas en 2004-2005 se muestran delineadas en negro

Figura 1. Plano (sin corregir) del templo funerario de la reina Tausert. Las áreas excavadas en 2004-2005 se muestran delineadas en negro.

Luego de realizada la prospección, se asignó, mediante un sistema de designación, especialmente diseñado al efecto, a cada fosa de fundación y área de superficie del edificio, un código de identificación, luego de lo cual se comenzó el despeje de los escombros acumulados en la zona de las fosas de fundación, sobre el ángulo sudeste, donde algunas estaban expuestas. Se encontró que las mismas medían entre 1,50 a 1,75 m de profundidad, y estaban cortadas en el lecho rocoso debajo de la arena. Igualmente, se halló que, contrariamente a lo afirmado por Sir Petrie, no todas habían sido despejadas por sus obreros. En muchas de las fosas investigadas por completo, se hallaron pequeñas paredes laterales construidas con ladrillos de barro, probablemente como muros de contención hechos por los constructores originales.  Resulta interesante notar que no se conoce nada parecido hasta la fecha.

En 2005, se descubrió un cierto número de bloques de piedra, de no más de 1 m de ancho o largo, al fondo de tales fosas, otra vez contradiciendo a Sir Petrie, quien afirmó que “…quedan sólo unas pocas piedras de fundación, entre los depósitos señalados II y VII” en su plano, aunque aún no es claro cuántos bloques se conservan en las fosas y cuántos fueron retirados en la antigüedad para erigir otros monumentos. Se espera poder confirmar este aspecto de la cuestión a través de mayores indagaciones. En dos de las áreas ya laboradas por Sir Petrie (ahora designadas como TA1:5/6 y TA14:9/10), se descubrieron dos fosas no publicadas por el inglés en su momento, pero sí expoliadas por sus obreros, aunque más de la mitad de ambas fosas se encuentra intacta.

Durante ambas temporadas se hallaron, además, una gran cantidad de pequeños artefactos tales como cuentas de collar, amuletos y cerámica en estado fragmentado, así como bloques de pigmento, partes de estatuas y ushebtis. También, material inscrito, como ostracones hieráticos, fragmentos de estelas y cartonaje, y un anillo de fayenza con un cartucho real. Igualmente, se recuperaron ladrillos de barro estampados con un cartucho real, aunque el mismo no era lo suficientemente claro como para permitir una lectura cierta.  Las zonas que no fueron tocadas por los obreros de Sir Petrie arrojaron la mayor cantidad de objetos, pero las que sí lo fueron, igualmente trajeron a la luz algunos artefactos, obviamente dejados por los primeros excavadores.

El estudio de estas piezas y su distribución ha revelado datos desconocidos previamente, como ser que los antiguos egipcios regaron las cuentas de collar como parte de las ceremonias de fundación del templo, y no sólo alrededor de las fosas de fundación, como pensó Sir Petrie. Además, pequeños grupos de objetos se encontraban enterrados cada 5 m en las áreas donde fueron hallados. Estos grupos estaban constituidos por: un ushebti, un ostracón o fragmento de vasija decorado, un fragmento de estela, un trozo de cartonaje o incluso de lino. Al parecer, eran grupos individuales entre los grandes depósitos y no fueron registrados por el arqueólogo británico. Tampoco se encontraron, hasta ahora, en otras partes conocidas y exploradas del templo. Ya que sólo se hallaron en la zona que rodea la llamada “suite osiriana”, hallada comúnmente en el cuadrante interior izquierdo de los templos funerarios tebanos, se cree que esos pequeños grupos de piezas estaban, en alguna forma, asociados con el dios Osiris y el área que se le atribuía en los templos. La mayoría de los ushebtis son de fayenza azul, de pequeña estatura, alrededor de 6 cm de altura, y que se han descubierto dos “inspectores” por cada “obrero”, contrariamente al porcentaje usual de un “inspector” cada diez “obreros”, lo que conduce ahora a revisar las teorías sustentadas al respecto.

Uno de los principales objetivos de estas misiones ha sido el de producir modernos y actualizados planos del diseño de la construcción, que fueran, principalmente, científica y arqueológicamente más precisos que los relevamientos efectuados por Sir Petrie y publicados en 1897. De hecho, el único plano de planta del edificio conocido es el que él publicara en ese año, que, a partir de estos trabajos, han demostrado ser imprecisos. Por ejemplo, como puede apreciarse en la figura 2, lo que el inglés daba como una única fosa de fundación en la esquina sudeste del recinto, en realidad, ha demostrado estar formada por tres de ellas, ubicadas detrás del Primer Pilono. Asimismo, se han corroborado inexactitudes en otras zonas del templo. Junto con un dibujo arquitectónico estándar de los restos, se ha comenzado a hacer un modelo AutoCAD de todo el sitio, señalando las zonas trabajadas hasta la actualidad. Eventualmente, se planea incorporar toda la información en un modelo GIS (Geographical Information System), que permitirá ver cualquier área del edificio, con su estratigrafía particular, rasgos arqueológicos, objetos asociados e información de la excavación.

Figura 2. Vista en detalle del ángulo sudeste, detrás del primer pilono, mostrando los errores del plano de Sir Flinders Petrie, cometidos en 1896. Donde el inglés registró una única fosa de fundación, se hallaron tres

Figura 2. Vista en detalle del ángulo sudeste, detrás del primer pilono, mostrando los errores del plano de Sir Flinders Petrie, cometidos en 1896. Donde el inglés registró una única fosa de fundación, se hallaron tres.

Un objetivo importante de esta misión es la de conservar el templo funerario de Tausert. De esta forma, se ha elaborado un programa de computación que permite el registro del estado actual de conservación para tener una base de datos adecuada. Así, se ha realizado tal registro cada 2 m excavados, registrando el estado y las condiciones de las paredes y los pisos, así como la condición de cada fosa de fundación. Cada unidad así formada ha sido entrada a la base de datos, evaluándose el daño existente que cada una exhibe, lo que permite saber el actual estado de conservación de cada sitio. Se espera comenzar con los trabajos de conservación durante la campaña de mayo-junio de 2006, y ya se han hecho algunas labores en ese sentido; por ejemplo, se ha colocado una cerca de protección en las áreas más afectadas.

La concesión otorgada por el Consejo Superior de Antigüedades de Egipto abarca una superficie de 2 hectáreas (5 acres), aún cuando el templo es mucho menor, y se calcula que se necesitarán, al menos, tres o cuatro temporadas más para concluir los trabajos, debido a los miles de metros cúbicos de desechos que hay que limpiar y estudiar minuciosamente. Ha resultado claro que el trabajo realizado por Sir Petrie en 1896 es incompleto e inadecuado, según los cánones modernos de la Arqueología, y se han hecho muchos avances en excavar, restaurar y confeccionar un plano exacto del monumento. Los progresos realizados en el templo, redundan en un mejor conocimiento de la reina Tausert misma. Al respecto, ha surgido una interesante historia: la egiptóloga  Cathleen Keller, de la Universidad de California (Berkeley) ha estado estudiando el material inédito de la colección egipcia del Museo Hearst. En el transcurso de su labor, fotografió una serie de objetos a nombre de la reina, que la archivista del Museo, Joan Knudsen, señaló a Karin Kroenke, perteneciente al equipo de la University of Arizona Egyptian Expedition, quien está haciendo su doctorado en Berkeley, quien, a su vez, lo comunicó a la misión a cargo de las excavaciones. Parece ser que el lote de objetos fue obtenido para la Sra. Phoebe Hearst, madre del magnate periodístico William Randolph Hearst,  por George A. Reisner.  Los ítems fueron comprados por este último, en Luxor, tempranamente en 1896, así que, obviamente, proceden de las excavaciones realizadas por Sir Petrie, quien, parece ser, siempre supo que sus obreros le robaban material hallado en las fosas de fundación del templo. Es indudable que los artefactos son producto de tales ilícitos, debido a su naturaleza: placas de fundación de fayenza con el cartucho real, escarabeos y amuletos, del mismo tipo encontrado por el mismísimo arqueólogo inglés y la misión americana. ¡Finalmente, se comenzaron a reunir los materiales del templo de la reina!

Sólo resta esperar por la realización de la tercera temporada, este año, para continuar avanzando en nuestro conocimiento de tan enigmático personaje histórico, como lo ha sido siempre la reina Tausert, la última reina-faraona, antes del advenimiento de la legendaria Cleopatra VII.


Nota bene: Las figuras y foto que ilustran este artículo son una gentileza del Dr. Richard H. Wilkinson, 2006.

[1] Agradecemos vivamente al Dr. Richard H. Wilkinson, director de estas misiones de excavación, por todo el material informativo e ilustrativo de las mismas, del cual hemos dependido exclusivamente para redactar este artículo. Véase abajo la bibliografía pertinente.
[2] Petrie, W. M. F. Six Temples at Thebes (Londres, 1897), passim.
[3] El equipo de la misión, en ambas ocasiones, ha estado formado por: Dr. Richard H. Wilkinson (Universidad de Arizona); Richar Harwood (Colorado); Karin Kroenke (Universidad de California, Berkeley); Dra. Teresa Moore (Universidad de California, Berkeley); Dra. Suzanne Onstine (Universidad de Toronto); Damian Greenwell (Universidad de Arizona); Ashleigh Goodwin (Universidad de Liverpool); Jennifer Harshman (University Colege London); Heather Kelly (Universidad de Arizona); Katie Kulhavie (Universidad Estatal de Arizona) y Max Farrar (Londres).

Bibliografía

Sobre las excavaciones de la University of Arizona Egyptian Expedition, véase ahora, Richard H. Wilkinson, “The Tausert Temple Project: 2004 and 2005 Seasons”, en The Ostracon 16/2 (Summer, 2005), 7-12; Id., “The Tausert Temple: An Additional Feature Discovered in the 2005 Season” (inédito; comunicación personal, enero de 2006); Id., “Excavation in the time of  V. S. Golenischev: W. M. F. Petrie’s Work at the Tausert Memorial Temple” (en prensa, en V. V. Solkin (ed.), Memorial Volume for V. S. Golenschev; Moscú: Association of Ancient Egypt Studies). Cf. “Field Work of the University of Arizona”, on-line en la dirección: http://egypt.arizona.edu/

Sobre el reinado de la reina Tausert, véase i.a., Jorge R. Ogdon, Tausert, la reina-faraona del Período Ramésida , on-line en https://www.egiptologia.com (Barcelona, 2005), sección Historia, y la bibliografía allí citada; “Tomb of Tausert”, on-line en http://www.phouka.com; Theban Mapping Project, tomb KV14 (Tausert and Sethnakht), on-line en  http://ww.thebanmappingproject.com

 

Autor Jorge Roberto Ogdon

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