El ejército y las armas en el Imperio Antiguo
Por José Ignacio Velasco Montes
10 abril, 2006
Modificación: 10 junio, 2020
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El Ejército

El ejército, más o menos profesional y organizado, aparece en el Reino Medio como sistema para dirimir y resolver los problemas internos aparecidos durante el Primer Periodo Intermedio y para la protección de las fronteras, sobre todo de lo ataques que provienen del norte. Pero para entonces es ya un ejército muy profesional, bien instituido, permanente y con mandos profesionales y dotados de grados y experiencia. El más alto nivel militar se alcanza a partir del Imperio Nuevo. Y es que en este momento las guerras con los vecinos ya no son precisamente escaramuzas, sino invasiones manifiestas. Pero esto no indica que en los periodos Predinástico y Dinástico inicial no existiera un ejército aunque menos desarrollado. Sin embargo, es evidente que existe y es de clara y notable eficacia por las incursiones a los países vecinos hechos por reyes como Snefru, Keops y otros anteriores.

Las fronteras naturales de Kemit eran muy amplias. Comprendían, por el nordeste la posible entrada de beduinos, sirios y otras razas de la zona de Retenu, a través del Sinaí. En el septentrión se encontraba el gran río al que llamaban “El Gran Verde” denominación en aquellas épocas del Mar Mediterráneo, zona en la que tenían que vigilar el mar. En el sur estaba el ambicionado país Nubio [llamado Ta-Sty (Kush o Nubia Alta, más Uauat o Nubia Baja)] con el que sostenían, ya en épocas anteriores al rey Snefru, escaramuzas  y los egipcios realizaban incursiones de castigo, no siempre justificadas, sino que eran verdaderas rapiñas de ganado, madera e incluso personas para las obras del rey. De estas incursiones se traían acababan aceptando e incorporando a los arqueros nubios. Estos guerreros eran muy superiores en el manejo de estas armas a los egipcios, siendo los primeros mercenarios que tuvo Kemit. Por oriente, el Mar Rojo y las cadenas montañosas del este, eran unas defensas naturales insalvables en aquellos momentos. El paso a través de ellas sólo era posible conociendo los wadis y los sig que ofrecían las cordilleras. Sin embargo hacia el oeste, había un gran desierto en el que numerosas tribus de nómadas se estaban uniendo para acabar formando Chemeh o Libu, la actual Libia.

En realidad no existían muchos peligros en las primeras épocas. Las “Puertas de Egipto” eran las zonas fronterizas, puntos de paso más o menos obligado en caso de invasión. Y estas eran las zonas que se protegían con soldados y con torres de adobe a las que se daba el nombre citado.

El trabajo como soldado era considerado como una mala profesión, pues corrían riegos y estaban lejos de las familias y si morían no se les enterraba con garantías de alcanzar la vida del MÁS ALLÁ. Este último aspecto no es muy exacto pues se ha comprobado que al soldado se le enterraba en la arena para que se desecara y posteriormente se le vendaba y se le trasladaba a tumbas en las que podían esperar el deseado otro mundo. Se esperaba de ellos: valentía, constancia y tenacidad, que son las características de la mosca. Debido a ello una de las principales condecoraciones eran los collares con las moscas “al valor”, o “Moscas de los Valientes” que se colocaban colgadas de un collar. (Figura: 9)

Fig. 9 - Las “Moscas de los Valientes” - (Grupo B)

Fig. 9 – Las “Moscas de los Valientes” – (Grupo B)

Los hombres a veces, sólo los premiados por el rey, por su comportamiento en combate recibían estos premios a los que se llamaba: “El oro de los valientes”, u “Oro del honor” que eran el equivalente a las actuales medallas. Otras veces podía ser un collar u otro tipo de joya, como los “Leones de oro”. El rey recompensaba también el valor con armas, tierras, esclavos, etcétera. El rey lo tiraba desde la “Ventana de las Apariciones” que existía en “Per Aa” o lo ponía al cuello del condecorado en el salón del trono.

Había nativos de todos estos países limítrofes que formaban las tropas mercenarias a sueldo de Egipto. A todos ellos se les daba casa y comida ya que eran casi las únicas tropas que estaban siempre preparadas para actuar en el primer momento. Entre este tipo de soldados, desde tiempos muy iniciales se encontraban los arqueros nubios, un soldado valiente, fuerte y fiel una vez que se incorporaba a Kemit y era dotado de propiedades y personalidad jurídica. (Figura: 10) y también las tropas Medjay, de antigua incorporación y fidelidad a Kemit y a sus monarcas.

Fig. 10 - Aspecto de un arquero nubio - (Grupo E)

Fig. 10 – Aspecto de un arquero nubio – (Grupo E)

Siempre existía un pequeño ejército que vigilaba las fronteras, guardaban el palacio del rey y realizaban otras labores de tipo policial. Con el tiempo y la nobleza en ascenso, ya a finales de la Dinastía VI, cada noble acababa teniendo su propio pequeño ejército, que aportaba si era necesario para el país, pero que en realidad van a llevar a Egipto al desastre del I Periodo Intermedio.

Cuando el poder se centraliza y sobre todo en el Imperio Medio, el ejército se hace profesional y extenso, cuya base principal son los egipcios y, a ellos, se suman potentes y muy bien instruidas unidades mercenarias. Los soldados egipcios, llamados “bellos”, eran jóvenes y estaban divididos en unidades. Su uniforme era una faldilla blanca, una especie de silk. Eran diestros en el uso de la lanza {de la altura de un hombre, con una punta metálica y un escudo de madera de factura típica, cubierto por una piel de bovino o pintada imitándola} y constituían la base y el grueso de la infantería. (Figura: 11)

Fig. 11 - La infantería egipcia - (Grupo B)

Fig. 11 – La infantería egipcia – (Grupo B)

En este momento la unidad de soldados era el pelotón de 50 hombres, que iban mandados por un oficial. 5 pelotones (250) formaban una compañía, mandada por un oficial superior o jefe y 20 compañías de 250 hombres eran una división o cuerpo (5.000 hombres), mandada por un Director de ejército. Varios cuerpos eran mandados por un “General en Jefe” o “Director de los Ejércitos”. Cada unidad, cada cuerpo, tomaba el nombre de una divinidad y se le dotaba de un estandarte con la imagen de ésta. Las unidades iban precedidas de los portaestandartes. Los oficiales llevaban una “loriga de escamas” hecha de piezas de cobre o bronce más adelante, sujetas con remaches sobre un chaleco de cuero. Este cuero podía ser, o solía ser, de piel de cocodrilo o hipopótamo. Había también, para niveles altos de oficiales, corazas de malla o chapas de cobre o bronce. Los soldados llevaban faldellines o delantales y en el tórax varias capas de cuero con remaches de cobre y pintados de colores. Por delante en la falda portaban un protector de genitales y por detrás un pieza de cuero que protegía el uniforme de los roces con el suelo al sentarse.

El jefe supremo era el rey y existían generales y oficiales intermedios. El “Supervisor de los soldados” era el general y por debajo de él existían: “Comandantes de los reclutas”, “Comandante de las tropas de choque”, etcétera. Los oficiales llevaban un largo bastón de mando, para distinguirse de los demás soldados.

Existían, según el momento, varios tipos de tropas, distribuidas en “Regimientos” constituidos por varios “Batallones”, pero se desconoce el número de éstos y el de soldados de cada uno de ellos. Los tipos de tropas eran:

1.- Los recién reclutados.
2.- Los soldados profesionales.
3.- Entre los profesionales había unidades de élite, llamadas las “Tropas de guerreros”.
4.- Los llamados “Escribas del ejército” formaban parte de lo que hoy denominaríamos la intendencia.

El ejército practicaba largas marchas, la lucha cuerpo a cuerpo y el asalto en formaciones cerradas a posiciones enemigas. La vida en los campamentos era dura, (aunque se comía bien, lo que era importante para muchos). Sin embargo, como se indica en un famoso escrito llamado “La sátira de los oficios”, en estos escrito se pone al soldado como una mala profesión y se indica que la mejor, por encima de todas las demás, es la de escriba. La comida, obligatoria como dieta del soldado, consistía en una ración de pan, carne, verduras y algo dulce (pastel con miel) La misma unidad tenía adscrita un grupo de intendencia, transportando todo en animales (no existen carros hasta épocas tardías) y cada soldado llevaba encima su dotación, por lo que los desplazamientos eran lentos.

Es curioso constatar que no existían carros y se dice que no conocían la rueda, y sin embargo, hay grabados que muestran a soldados subiendo por escaleras de asalto dotadas de ruedas[5], tal como se muestra en la tumba de Jamehesit (Figura: 12). Los soldados, como compensación, además del botín de guerra y algunos esclavos, recibían tierras a cultivar con el transcurso de los años de estar a las órdenes del rey. El servicio de los soldados, de tipo rotatorio, era de 10 días, es decir, la semana egipcia, momento en el pasaban al descanso hasta que volvieran a entrar de servicio[6], algunos turnos más adelante.

Fig. 12 - Asalto usando escaleras con ruedas - (Grupo C)

Fig. 12 – Asalto usando escaleras con ruedas – (Grupo C)

Con el tiempo aparece una casta militar profesional de nivel medio y alto, con tierras heredables e igualmente los soldados pasan a ser ya profesionales del ejército. Pero esto es ya muy posterior a lo que estamos estudiando y se corresponde con el Reino Nuevo.


[5] McDermott, B.- Op. cit. 2006.- Pág: 45. figura 16
[6] José Miquel Parra Ortiz.- Op. cit.- 2003.- Página: 182

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