El ejército y las armas en el Imperio Antiguo
Por José Ignacio Velasco Montes
10 abril, 2006
Modificación: 10 junio, 2020
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Las lanzas y los palos arrojadizos

En cuanto a las lanzas, éstas son ya conocidas 70.000 a. C. Son armas de combate y caza para mediano y corto alcance. Demasiado pesadas para lanzarlas con eficacia, si eran una defensa cuando un grupo compacto de soldados creaba una barrera de puntas casi insalvable.

En cuanto a su composición, lo más habitual era la madera, sólida y resistente, pero también se las ha encontrado de juncos. La punta era de diversos tipos, como siempre, pero hay una punta de lanza que es típica egipcia y es la “punta de cola de pez”[15].

La lanza tenía 4 usos diferentes, muy parecidos a los de las flechas:

a.- Uso ceremonial.
b.- Empleo muy útil en el combate.
c.- Iconos mitológicos.
d.- Empleo de las puntas de buen tamaño como espadas cortas, e incluso para lanzarlas como proyectiles recuperables al ir atadas con una cuerda.

Las puntas tenían una sujeción muy completa al extremo del asta. Esto se hacía mediante introducción en el final y se fijaba con pasadores de cobre, madera, marfil o hueso, con añadidos de resinas vegetales y amarre con cuerdas. Ya hacia el 3.050 a. C. se usaban puntas de lanza hechas con cobre, Se ha encontrado una lanza prehistórica como parte del ajuar de la tumba del ya citado Hemaka, consistente en un hasta de madera y una punta de marfil de colmillo de elefante como se puede ver en la figura 14.

Pero lo más común encontrado y que se puede ver en diversos museos, son las lanzas sencillas, con asta de juncos y puntas de sílex y la elemental lanza o bastón largo consistente en un palo de punta afilada y endurecida al fuego.  Es evidente que en las grandes batallas, como la que se muestra en la  (Figura: 21) se empleaban todo tipo de armas y la confusión sería enorme y las lesiones de gran importancia en los cuerpo a cuerpo.

Fig. 21 - Escena de un gran combate - (Grupo C)

Fig. 21 – Escena de un gran combate – (Grupo C)

Los palos arrojadizos, angulados, más o menos largos, pintados o no, y de tipo bumerang (sin retorno), son un punto de discrepancia entre autores en cuanto al uso que se les daba. Hay textos que indican que ya se usaban en el Imperio Antiguo y, naturalmente muchos siglos antes. Pero no se acepta por muchos que se usaran en el combate y que simplemente era un arma utilizada para cazar aves en las zonas pantanosas y en los juncales y zonas de papiros, lanzando estos mientras se navegaba en las pequeñas naves de papiro llamadas cuffas. Ambas piezas, el palo y el ave, quedaban flotando y se recogían sin problema.


[14] McDermott, B.- Op. cit. Pág: 57 y Figura 27

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